Los alimentos sanos, un boom porteño
La preocupación por comer mejor lleva a que más gente compre en locales de productos desarrollados sin químicos ni conservantes
Para Emiliano Arias no fue sólo la combinación de colores con tentadores aromas lo que lo llevó a circular con frecuencia por las góndolas de Natural Deli, un almacén-restaurante de alimentos orgánicos situado en pleno barrio de Recoleta (Laprida 1672). Desde que su médico le indicó que tenía el colesterol alto, este cocinero cordobés de 27 años empezó a frecuentar el gimnasio y preocuparse sobre el origen y el tratamiento de los alimentos que consumía. "Antes era la megahamburguesa de los
fast food
; ahora busco comer bueno y sano porque quiero sentirme mejor", agregó, mientras curioseaba las góndolas.
Como Emiliano, son muchos los porteños que frecuentan a diario almacenes y mercados para conseguir alimentos orgánicos: libres de aditivos químicos, pesticidas y fertilizantes sintéticos. Buenos Aires está repleto de estos sitios; incluso, algunos son atendidos por los propios productores y en ellos se respira la sensación de estar en la huerta.
Desde semillas hasta frutas y verduras en su estado natural, sin que nadie interceda en su tiempo de cosecha. Si a eso se le suma el hecho de recibirlas de mano de quien las produce, la combinación se transforma en una experiencia ideal para quienes buscan alimentarse mejor. Sucede los miércoles y sábados en el barrio de Chacarita, donde funciona hace más de seis años el centro comunal de abastecimiento El Galpón. Allí, el brillante color de verduras, quesos y frutas contrasta con el intenso amarillo de las paredes del mercado (Lacroze 4181).
Entre sus 18 puestos se encuentra el de Néstor Abalo, quien comenzó temprano la jornada en General Las Heras; allí, entre otras tareas, ordeñó sus vacas para elaborar quesos y yogures. "Los productos tienen su trabajito, pero la gente está desesperada por comer cosas buenas. Vienen con sus gustos, conversás, te pasás recetas, y así vas sabiendo lo que más les gusta", señaló este productor de 74 años. "Al principio, no vendíamos nada, pero una vez que nos conocieron, nos empezó a ir mucho mejor", agregó entusiasmado.
"La Argentina está teniendo mucho del concepto mundial de farmer markets , donde productores venden alimentos frescos, buenos y en conexión directa con la gente", señaló Michael Legge, fundador de Natural Deli, luego de atender a Emiliano, que se llevó -entre otros productos- café orgánico, la estrella de la casa. "Nosotros quisimos poner un lugar amigable donde no tengas que saber nombrar seis tipos de lentejas antes de entrar, sino intermediar entre productores que trabajan con ingredientes de buena calidad y quien busca alimentarse mejor", agregó.
En medio de la vorágine característica de los mediodías en el microcentro, Patricia Lataro, una bancaria de 44 años con domicilio en Wilde, abandonó hace un año y medio el hábito del sándwich al paso. Si no llega a cocinar su propia vianda, se dirige sin escala a la Galería Güemes (Florida 165) para comprar en Granix, empresa productora de alimentos naturales. Hace más de diez años que funciona este local-comedor con sus clásicas galletitas, en medio de soufflés de zanahoria y bombas de papa. "A lo otro no vuelvo más, aunque sea difícil encontrar alimentos buenos y ricos", expresó.
La búsqueda de alimentos libres de residuos tóxicos y con más vitaminas y minerales que productos convencionales se encuentra con el cálido y pausado clima de estos almacenes, donde parece haber siempre tiempo para una charla. "A quien cosecha alimentos como si fueran mercancías, le interesa que ese proceso se realice en el menor tiempo posible, y así aparecen pesticidas, agroquímicos y conservantes. En cambio, la cosecha orgánica significa cuidar la tierra, estar a favor de la vida", señaló Pablo Fabré, del Almacén Dame Tu Mano (Quesada 5094), en Villa Urquiza.
En la esquina palermitana de Lacroze y Libertador, Florencia Malvasio, encargada del almacén Kafa and Deli, dijo que los clientes varían desde estudiantes hasta mayores de 80 años. "Cada vez hay más gente que busca alimentarse mejor y que, incluso, tomó conciencia en generar hábitos sustentables como tener su propia huerta en casa", recordó.
La zona norte del Gran Buenos Aires tiene su propio mercado: Sabe la Tierra, en la estación San Fernando del Tren de la Costa. Más de 40 puestos de frutas, verduras, cereales y dulces integran la feria.
Dónde y a cuánto comprar
La ciudad cuenta con un "mapa verde" para localizar desde almacenes orgánicos, restaurantes vegetarianos y deliveries, hasta sitios donde aprender recetas saludables. "Se publicó por primera vez hace tres años y ya es considerado material referente para aquellos que ven la sustentabilidad como una actitud para poder hacer un cambio", dijo Pablo Moscato, fundador de Organicoopers, la consultora que creó el mapa ( www.organicoopers.net ). En cuanto al precio de los productos, en los almacenes y mercados consultados por LA NACION hay mermeladas a partir de $ 20, pollos a $ 25, queso cremoso a $ 44 el kilo, vinos de $ 28, yerba orgánica a $ 18 el kilo, y azúcar integral, a $ 20 el kilo. "El producto orgánico suele costar un poco más porque demanda un tratamiento más personalizado, pero se equilibra al no correr por los carriles formales del mercado", señaló Federico Arce, coordinador de El Galpón.