Llevaron las palomas a los parques
El gobierno porteño dice que las enjauló y las está liberando en espacios silvestres
Para los vecinos de Recoleta y Retiro la desaparición de las palomas se parece más a una película de misterio que a una política de gobierno. Afirman que ya no se observa la superpoblación de estas aves -evidente hace un par de meses- pero ignoran cómo fue que desaparecieron. Sin embargo, el ministro de Ambiente y Espacio Público, Diego Santilli, explicó a LA NACION que la merma se debe a que la administración porteña ubicó "cuatro jaulones en los pulmones de manzana más comprometidos", las capturó y luego las liberó en "lugares silvestres alejados de los edificios".
Santilli advirtió que este método debe ser permanente porque las palomas retornan a sus lugares de origen y se reproducen con gran velocidad. "No las erradicamos pero paulatinamente estamos solucionando los lugares más comprometidos, como Quintana al 100", detalló. Así, en Recoleta y Retiro se ubicaron jaulones en terrazas y pulmones de manzana con comida para atraer a las aves.
Consultados por LA NACION, especialistas en colombofilia (adiestramiento de palomas para mensajería) coincidieron en que ese método puede resultar efectivo, aunque debe hacerse de forma cotidiana. También explicaron que otros sistemas habrían modificado la escenografía urbana.
A fines de diciembre, en el Ministerio de Ambiente y Espacio Público se analizó la posibilidad de combatir la invasión con halcones , lo que se conoce como cetrería. "Para erradicar tantas palomas en dos meses tendrían que soltarse miles de halcones. Uno puede matar dos o tres palomas por día pero no más", analizó el médico veterinario especializado en colombofilia Juan Luis Heck. El ministro Santilli dijo que aún estudian esta alternativa y que de a poco se acercan a diseñar un "master plan", según afirmó.
"Es muy difícil ahuyentarlas porque las palomas nacen, viven y se reproducen en un mismo lugar. No tienen épocas o temporadas; a no ser que algo las ahuyente, viven siempre en una zona específica", afirmó el creador de la página web www.colombofilos.com.ar , Miguel Invernon, que se dedica a ese campo laboral desde hace dos décadas.
"Si se hubieran utilizado repelentes químicos enseguida se habrían visto numerosos cuerpos", afirmó. "Si se utilizan redes o alambres de púas en las fachadas de edificios se dificulta que nidifiquen pero es algo que se nota a simple vista", prosiguió.
Es un problema que muchos llaman "plaga": la superpoblación de palomas, el riesgo de contagio de enfermedades a través de la materia fecal y la incómoda ubicación de sus nidos. Un incordio permanente para los porteños que sólo ahora tiene atisbos de solución. "En la ciudad no se sabe si hay 1000 o un millón", explicaron a LA NACION los expertos de la organización no gubernamental Aves Argentinas. "No hay un estudio realizado en palomas y jamás se hizo una investigación poblacional que indique la cantidad de especies que hay", enfatizaron.
Santilli explicó que las aves capturadas son desparasitadas y marcadas. "Es un avance, pero en la Plaza de Mayo o en la plaza Congreso, donde la gente les da de comer, aún no sabemos qué hacer", resumió.
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