El servicio se encuentra reducido desde enero por el recambio de la parrilla en la estación terminal; el Ministerio de Transporte reconoce las demoras, pero advierte que se trata de una intervención nunca antes realizada en más de 100 años
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No será en abril, tampoco será en mayo. Los trenes del Mitre comenzarán a llegar a Retiro a mediados del mes próximo. Junio marcará, entonces, la finalización de la obra de recambio de la parrilla ferroviaria de la estación terminal y el ingreso de las formaciones con una demanda constante, casi en tono de plegaria, de parte de los usuarios frecuentes que, desde enero, deben optar por transportes alternativos para completar los recorridos.
La obra se presentaba compleja por la renovación integral de las vías y el señalamiento de una estación construida en 1915 y sin acondicionamiento anterior. Las tareas que se realizaron consistieron en el desarme completo de todos los componentes de la infraestructura de vías y la adecuación de la superficie para colocar el tendido nuevo. Y aunque aún los trenes no llegan, los trabajos actuales parecen indicar que podrían hacerlo pronto.
Según fuentes de Trenes Argentinos, la habilitación definitiva será a mediados del mes próximo y los retrasos se debieron a razones climáticas que afectaron los trabajos, a problemas operativos y a la complejidad lógica de una estructura centenaria. Sin embargo, por estos días ya se están realizando las pruebas de seguridad, paragolpes y otros análisis en detalle con trenes sobre los rieles. Además del cambio de las vías, se modificaron los drenajes, se colocó piedra balasto, se realizó la soldadura y alineación de rieles y se modernizó la alimentación eléctrica.
Según pudo comprobar LA NACION en un recorrido, los andenes de la terminal tuvieron grandes cambios. Las instalaciones sobre los andenes fueron retiradas, por ejemplo, algunos puestos gastronómicos y otros stands comerciales. La mayoría de ellos serán colocados nuevamente cuando se habiliten los servicios.
El hall central de la estación, donde la semana pasada se inauguró un centro de monitoreo de trenes exclusivos para el Mitre, está casi desierto. Tiene lógica porque no hay trenes. Los restaurantes, cafés y kioscos se nutren de un puñado de clientes que viajan en el subte o que llegan en otro medio de transporte.
Desde el Ministerio de Transporte de la Nación y Trenes Argentinos reconocieron que las demoras en la culminación de las obras provocaron demoras impensadas, pero al mismo tiempo advirtieron que se trata de una obra nunca antes encarada por otra gestión estatal. El Mitre, en sus tres ramales, moviliza a 120.000 personas por día y es la tercera línea con más pasajeros por detrás del Roca (400.000) y el Sarmiento (250.000) y por delante del San Martín (100.000) y el Belgrano Sur (60.000).
El estado anterior de la parrilla ferroviaria y el resto de las vías provocaban, según explicaron las fuentes, el 70% de las demoras en la línea y entre cinco y 10 minutos de demora en el ingreso a la terminal, además de las cancelaciones de los servicios. Por tal razón, uno de los focos de la renovación estuvo en el recambio de ocho kilómetros de vías.
Los servicios de los tres ramales corren con servicio limitado. El ramal José León Suárez circula desde y hacia la estación 3 de Febrero, una antes de Retiro; el Tigre, desde y hacia la estación Belgrano C, dos antes de Retiro; y el Bartolomé Mitre, desde y hacia Belgrano R, cuatro antes de Retiro (allí se puede acceder a las formaciones del ramal J.L. Suárez y acercarse hasta 3 de Febrero).
Las obras suponen más beneficios y mejoras, por ejemplo, en el tiempo de frenado de los trenes al ingresar a la estación, el aumento en las frecuencias, la disminución de la contaminación acústica y de movimientos de los trenes, y reducción de las reprogramaciones y las cancelaciones a causa de la infraestructura. El tiempo dirá si toda la teoría se vuelca a la práctica.
La obra de Retiro, en números:
- 85.000 metros cuadrados de superficie a intervenir,
- 8 kilómetros de vía nueva con durmientes de hormigón;
- 2,5 kilómetros de vía sobre placa;
- 54 aparatos de vía nuevos;
- 11 nuevos paragolpes dinámicos;
- 15 kilómetros de cables nuevos;
- 85 nuevas señales luminosas (semáforos con tecnología LED);
- Sistema de señalamiento de última generación (alta disponibilidad);
- 70 balizas para el frenado automático de trenes (ATS);
- Máquinas de cambio de última generación;
- Renovación de 9000 metros de tercer riel y alimentadores.