Liberaron a los detenidos por el choque de trenes en Temperley
El maquinista y el guarda están acusados de estrago doloso y daño agravado
La situación procesal de Diego Sánchez y Nicolás Navarro, el motorman y el guarda del tren que el domingo pasado chocó en Temperley, parecía complicarse, pero anoche recibieron una buena noticia: fueron liberados tras reconocer que habían intercambiado sus posiciones, tal cual lo mostraban las imágenes de un video que se difundió ayer.
Horas antes de que el juez federal de Lomas de Zamora, Alberto Santamarina, ordenara la liberación de los dos hombres, el video de la cabina de la formación 2777 de la línea Roca los dejó en evidencia al mostrar que Navarro, el guarda, estaba al mando del tren cuando chocó con una locomotora que realizaba maniobras a 200 metros de la estación de Temperley. Mientras eso ocurría Sánchez, el motorman, se encontraba a metros del lugar de conducción. Ese intercambio de roles está prohibido en el reglamento interno.
Sánchez y Navarro habían sido detenidos el martes, acusados de estrago doloso y daño agravado. El magistrado tomó la decisión tras conocerse las primeras imágenes que mostraban cómo la formación no se detenía ante dos señales de peligro que les impedían seguir. En ese documento también quedó registrado que ambos operarios desoyeron los pedidos de detención de la torre de control.
El nuevo video del interior de la cabina, al que ayer tuvo acceso LA NACION, muestra que Sánchez y Navarro intercambiaron posiciones, algo que está prohibido en el Reglamento Interno Técnico Operativo que regula la actividad de los trabajadores ferroviarios. Las imágenes permiten ver que Navarro accionó el freno momentos antes de chocar. Tras el impacto, ambos volvieron a sus posiciones.
De acuerdo con las grabaciones, fotos y datos de GPS que el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, mostró el lunes, todo parece indicar que el accidente en el que 40 personas resultaron heridas fue producto de un error humano. Los datos de GPS indican que Navarro y Sánchez aceleraron hasta alcanzar los 13 km/h, a pesar de que recibieron los pedidos de la torre de control y cruzaron dos señales de peligro.
Cruces
Las nuevas imágenes profundizaron los cruces entre el gobierno nacional y La Fraternidad, el gremio de los maquinistas. "Randazzo miente; fue una falla humana o técnica. Los motorman no son kamikazes", había dicho el titular del gremio, Omar Maturano, tratando de desvincular el hecho con la campaña electoral. Mientras que el vocero, Horacio Caminos, exigió a los funcionarios que pidan "disculpas a la gente y al sindicato" por vincular el choque con sus aspiraciones presidenciales.
Horas después del choque, el Gobierno cerró filas y a las críticas de Randazzo se les sumaron las del jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, que ayer volvió a referirse al tema. "Si el maquinista y su ayudante tienen responsabilidades, que las paguen. Deberían explicar por qué no prestaron atención a las llamadas de urgencias. ¿Por qué no explican por qué la torre de control les dice 20 veces que paren y no responden?", se preguntó ayer en la Casa Rosada.
Ante las amenazas de La Fraternidad de posibles medidas de fuerza, Randazzo contestó: "Que me hagan todos los paros que quieran. Este gobierno no se dejará extorsionar por una dirigencia sindical que se opone a los procesos de transformación y de cambio en los ferrocarriles".
Por otra parte, el funcionario recibió ayer 72 vagones cero kilómetro de los 300 que adquirió el Estado para renovar la línea Roca, algunos de los cuales ya comenzaron a funcionar el lunes pasado, el día siguiente del accidente en Temperley.