Lenta recuperación de la superficie verde que la ciudad perdió en los últimos años
En 2015 se reportó la desaparición de 27 hectáreas, pero en 2016 se ganaron casi 19; pese a los esfuerzos, no hubo progresos respecto de una década atrás
El cemento avanza en las grandes ciudades y Buenos Aires no escapó a esa tendencia. No obstante empezó una lenta recuperación de la superficie verde perdida. Según el anuario 2016 de la Dirección General de Estadística y Censos porteña, la Capital ganó 18,9 hectáreas de espacios verdes durante el año pasado. Pero el dato no es del todo alentador, ya que en 2015 el mismo organismo había notificado la desaparición de 27 hectáreas, por lo que aún no se recuperaron los valores de 2014.
La ciudad se mantiene lejos de cumplir con el mínimo de superficie verde recomendado por la ONU, que es de 10 m2 por habitante. En Buenos Aires la cifra se sitúa en 6 m2/habitante, apenas una décima más que en 2015.
Mientras que ese año se midieron 1807,2 hectáreas de verde, durante 2016 el número ascendió a 1826,1, menos de las 1834,3 registradas en 2014 y lejos del pico de 1924,5 de 2011, cuando se alcanzó un índice de 6,3 m2/habitante.
Los beneficios de sumar espacios verdes son diversos. "Los espacios verdes son muy importantes porque las plantas aportan oxígeno a la atmósfera y sirven como purificadores del aire de las ciudades", dijo Adonis Giorgi, director del Instituto de Ecología y Desarrollo Sustentable, de la Universidad Nacional de Luján-Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet). También fomentan la biodiversidad, la reducción del efecto "isla de calor", el bienestar psicosocial y la posibilidad de que las personas tengan contacto con el medio ambiente natural.
La última medición distingue la superficie verde según sea parque, plaza, plazoleta, cantero, jardín u otro tipo de espacio. La categoría que más hectáreas verdes aportó sobre el total ganado de 18,9 fueron las plazas, seguidas del rubro "otros" que incluye patios, patios recreativos y polideportivos. También se distingue un aumento de 3,3 hectáreas en canteros, pero no es incremento real, ya que se trata de espacios preexistentes que no habían sido incluidos en el recuento anterior.
"En general hay un fuerte uso de los espacios públicos en la ciudad, aunque algunas veces puede transformarse en exceso cuando algunos privados abusan del espacio de todos", dijo Ana Di Pangracio, directora adjunta de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN). Recordó que la distribución del verde es despareja y algunas comunas resultan más favorecidas que otras. "La Costanera Sur, la Costanera Norte y el Parque Tres de Febrero concentran la mayor parte de los espacios verdes porteños", explicó. Por eso, las comunas que los contienen tienen tanta mejor relación en el índice que mide la cantidad de verde por habitante.
Efectivamente, la comuna 1 (San Nicolás, Retiro, Monserrat, San Telmo, Constitución y Puerto Madero) lidera la proporción, con 18,5 m2/habitante; allí se encuentra la Reserva Ecológica. En el otro extremo, quienes viven en los barrios de Almagro y Boedo (comuna 5) sufren la mayor escasez, con 0,2 m2/ habitante.
Según el relevamiento, la comuna 15 fue la más beneficiada con el nuevo verde, aunque sigue siendo una de las más castigadas en términos absolutos. Su índice es de 1,7 m2/habitante, pese a la creación del Parque Elcano, lindero al cementerio de Chacarita; de una plaza interna en esa necrópolis, y de la plazoleta Empedrado, además de algunas obras menores.
La urbanización de asentamientos porteños también derivó en la suma de casi ocho hectáreas de nuevo verde, fundamentalmente por la incorporación de 21 plazas y 30 espacios recreativos. Delfina Cabrera tiene 29 años y vive en Villa Soldati, uno de los barrios alcanzados por los cambios. "La Plaza Carrillo está muy bonita, fui con mi nena que usó los juegos y quedó encantada. También suelo ir a tomar mate a la Plaza Fátima, donde siempre hay gente que cuida", dijo.
Por estas obras, la ciudad volvió a situarse en los valores de una década atrás: tanto en 2006 como en 2016 registró 1826 hectáreas de espacios verdes, aunque se modificó la composición por tipo de espacio. El universo de 2016 se divide en 1002 hectáreas de parques, 376,9 de plazas, 77,8 de plazoletas, 119,2 de canteros, 222,8 de jardines y 27,4 de otro tipo de espacios.
Para revertir el déficit, el gobierno porteño asumió el año pasado el compromiso de crear 110 hectáreas de nuevos espacios verdes entre 2016 y 2019. "Entre las obras encaradas en ese sentido este año, figuran el velódromo, el Corredor Verde del Oeste, las áreas peatonales (como la de Tribunales), la puesta en valor del Parque Chacabuco y el Parque Natural Lago Lugano, entre otros", sostuvieron fuentes del Ministerio de Ambiente y Espacio Público.
Desde la FARN agregaron que no hacen falta grandes espacios para conseguir más espacio verde, sino que los ciudadanos también pueden colaborar. "Es necesario promover que la gente tenga en sus balcones plantas nativas para lograr recuperar esos espacios y que los vuelvan a poblar aves e insectos -sobre todo, los polinizadores-. El problema se da a nivel mundial", dijo la directora ejecutiva.