Las avenidas porteñas, pistas de velocidad para motociclistas
Es habitual verlos circular más rápido de lo permitido, violar semáforos e invadir sendas peatonales; la Ciudad dice que reforzó los controles, pero la imprudencia continúa; fuertes críticas
Circular a alta velocidad, zigzaguear entre los autos, invadir sendas peatonales o los carriles del Metrobus, cruzar semáforos en rojo o transitar por la vereda son algunas de las peligrosas maniobras que los motociclistas realizan a diario en las calles porteñas. Lo que es peor, muchos conductores o sus acompañantes no utilizan casco. En otros casos, las motos carecen de escapes, plásticos y hasta de patente, indispensable para identificarla si cometen alguna infracción.
Un dato preocupante son los accidentes en los que participan estos rodados. Un tercio de los muertos por accidentes de tránsito durante el año pasado en la Capital fueron motociclistas, según un informe de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad. De 92 víctimas mortales, 33 viajaban en moto.
Según datos del Centro de Experimentación y Seguridad Vial (Cesvi), en un informe que incluye al 47% del mercado de las aseguradoras, durante 2015 el 34,89% de los lesionados en siniestros viales en Buenos Aires fueron motociclistas y otro 9,90%, acompañantes. Es decir que suman casi el 45% de los heridos. Lógicamente no significa que los responsables de estos choques hayan sido los motociclistas.
En un recorrido realizado por algunas avenidas, LA NACION pudo constatar la velocidad que toman al aprovechar, por ejemplo, la onda verde del semáforo y cómo superan la máxima permitida de 60 km/h, convirtiendo la calzada en una pista de carrera. Las avenidas Córdoba, Corrientes o Santa Fe figuran entre las empleadas por los motociclistas como vías rápidas para ir o venir del centro. En esas mismas arterias no se observó presencia de agentes de control de tránsito.
Además de no respetar las normas suele suceder que cuando un accidente involucra a un auto y una moto, algunos motoqueros bajan a defender a su compañero e increpar al automovilista.
Para el ingeniero Fabián Pons, presidente del Observatorio Vial Latinoamericano (Ovilam), "hay muchísima impericia en gran parte de los motociclistas, que no saben manejar, conducen mal y no asumen el riesgo de lo que hacen. La moto es muy vulnerable por su menor capacidad de frenado, hay que manejar buscando alternativas de escape ante cualquier eventualidad".
El número de motos que brindan servicios de mensajería u otros trámites aumentó considerablemente. Muchos conductores baten récords de velocidad de un punto a otro. La Asociación Sindical de Motociclistas, Mensajeros y Servicios (Asimm), que tiene 4500 afiliados, viene promoviendo la formación profesional de sus asociados para la conducción segura y responsable. Realizaron el curso correspondiente, que también está abierto a otros motociclistas, más de 1000 socios. El vocero de la asociación, Gabriel Acevedo, no quiso responder sobre las reiteradas maniobras imprudentes detectadas.
El problema no termina con ellos, ya que los motociclistas particulares también protagonizan infracciones. Diseñar políticas para revertir la situación encuentra un escollo de base: las autoridades ignoran qué cantidad de motos circulan por la Capital.
Divergencias
La Administración Gubernamental de Ingresos Públicos (AGIP) detalló que son 190.000 las motos que pagan patente en la ciudad. No se cuantificó cuántas más ingresan desde otros distritos; estimaciones extraoficiales señalan que circulan un total de 500.000.
Voceros de la Secretaría de Transporte porteña confirmaron que no existe una cifra oficial y tampoco pudieron detallar cuántas multas y por cuáles infracciones se labraron contra motociclistas. Recordaron que hay controles todos los días con agentes de tránsito para verificar el uso de casco del conductor y el acompañante, que la moto tenga la patente y los papeles en regla.
Agregaron que, desde 2012, es más complejo el examen práctico que deben rendir para obtener la licencia de conducir, con el objetivo de promover que circulen de forma segura en la vía pública.
Las entidades civiles que trabajan sobre la seguridad vial descreen de los resultados. "Hay falta de controles de todo tipo. En general, el 90% de las multas son por medios electrónicos. Falta más control dinámico, es decir vehículos policiales o de tránsito en circulación, que pueden observar la infracción y parar al motociclista que hace algo indebido".
Para Mauro, un motociclista que hace más de diez años que transita por la Capital, hay cosas positivas y negativas: "En los últimos años se incrementó el uso del casco, eso es bueno; pero en avenidas como Córdoba, que tiene onda verde, van como corriendo carreras, sobre todo los que trabajan de fleteros. No les importa mucho, por lo general no manejamos bien, quizá por querer llegar rápido a destino", dijo.
Una investigación reciente de la asociación civil Luchemos por la Vida marca que el 28% de los motociclistas no respeta el semáforo en rojo y que el 27% no aminora la velocidad en las esquinas. El 76% no señaliza sus maniobras de giro.
Alberto Gasparini, capacitador de Luchemos por la Vida, dijo: "Dan un carnet habilitante, pero no las herramientas adecuadas para conducir. En el examen de manejo, las motos hacen un slalom y nada más, y la calle no es así. No hay carriles para motos, no se sabe por dónde hay que ir, por eso van por donde pueden filtrarse. Algunos andan sin espejo, no miran para atrás, recortan el volante para pasar entre los autos. Falta educación", sentenció.