La villa Rodrigo Bueno sumará 3 hectáreas y una feria gastronómica
En marzo próximo empezaría la urbanización del asentamiento de la Costanera Sur; harán 300 viviendas nuevas y mejorarán las existentes; se extenderá hacia el Norte y los vecinos ofrecerán platos elaborados por ellos
La villa Rodrigo Bueno, situada en la Costanera Sur, será un barrio con viviendas nuevas, conexión con el río, un vivero social y una feria gastronómica en la que sus habitantes ofrecerán a los vecinos platos elaborados por ellos. La transformación del asentamiento, en el que hoy sobran las falencias, se hará visible para mayo de 2019, si el proyecto de urbanización presentado por la Ciudad la semana pasada obtiene aprobación en la Legislatura.
Ya en marzo próximo, los 2665 habitantes del asentamiento empezarían a ver los primeros trabajos de infraestructura y la integración social se completaría dos años después, como se dijo, si se cumplen los plazos estimados.
Después de varias reuniones entre funcionarios porteños, delegados de los vecinos y defensores oficiales, finalmente se acordó una propuesta para la villa Rodrigo Bueno. Además de ser elevada a los diputados porteños, será expuesta ante el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad (TSJ) el miércoles de la semana próxima. Fue ante esta instancia judicial, en una audiencia previa realizada en agosto último, que se resolvió que el asentamiento sería urbanizado y no reubicado.
Actualmente, viven en las 4 hectáreas de Rodrigo Bueno -una franja que se extiende al sur de la Reserva Ecológica, desde la avenida España al 1800 hasta el Río de la Plata- casi 1000 vecinos más que en 2010.
El proyecto oficial prevé mejorar 500 viviendas ya existentes y la construcción de 300 nuevas. La mayoría de ellas estarán destinadas a los habitantes que serán "desalojados" de la ribera del angosto canal de agua que corre a un costado del barrio y a quienes deban ser reubicados por la necesidad de abrir calles, explicaron fuentes del Poder Ejecutivo porteño en diálogo con LA NACION.
Dentro del barrio habrá un par de arterias vehiculares principales, a las que se añadirán caminos con prioridad peatonal por los que, no obstante, podrán transitar ambulancias, un viejo reclamo de los vecinos del lugar. También se mejorará la llegada de transporte público hasta la entrada del asentamiento. Hoy, apenas pasa una línea de colectivo.
A la villa Rodrigo Bueno se sumará un terreno lindero de 30.000 m2. Solía ser un espacio ocupado por el obrador de la empresa que construyó la autopista Buenos Aires-La Plata, situado entre lo que es hoy el asentamiento y la Reserva Ecológica. En ese predio anexado se erigirán algunas de las nuevas viviendas, en tanto que la mayor parte estará destinada a la apertura de un vivero social (donde se plantarán especies autóctonas de la Reserva) y al establecimiento de una especie de polo gastronómico, para incentivar la integración de la villa al resto de la ciudad: los vecinos podrán ir a degustar los platos allí preparados.
Semanas atrás, cuando Marino Sosa, delegado de la segunda de las cuatro manzanas en las que hoy está dividida la villa, se enteró de que se sumarían más tierras al barrio, se sorprendió porque no lo esperaba, contó a LA NACION. "Pero lo más importante es que ahora tendremos una ley que será como nuestra partida de nacimiento", agregó, y destacó el trabajo realizado junto con funcionarios y representantes de la Defensoría General de la Ciudad.
La nueva disposición del asentamiento dejará lugar a 3,5 nuevas hectáreas de espacio verde y público. Una pasarela peatonal tendida sobre la margen del arroyo recorrerá el barrio a lo largo, unos 500 metros desde la entrada hasta el Río de la Plata, para terminar en un mirador hacia el canal de agua. La idea es que cualquier persona pueda acceder al río.
El gobierno porteño está a la espera del resultado de los estudios que hizo la Agencia de Protección Ambiental (APRA) para conocer el nivel de contaminación del pequeño arroyo y del terreno donde todavía funciona una playa judicial de la Policía Federal, que aloja autos abandonados, situada junto a la villa.
Entorno de la Costanera Sur
La integración sociourbana de la villa Rodrigo Bueno forma parte de un plan general que abarca mejoras en distintos puntos de la Costanera Sur, con el objetivo de vincularla mejor con el resto de la ciudad. Se hace hincapié, sobre todo, en la expansión del espacio público y verde.
A las obras ya anunciadas del Paseo del Bajo, que en la superficie sumará seis hectáreas de espacio público y busca eliminar una barrera física virtual entre el centro y Puerto Madero, y del Metrobus en el tramo Leandro N. Alem-Paseo Colón, se suma el anuncio de la puesta en valor de la rambla de la Costanera.
También se mejorará el entorno de la Reserva Ecológica, adonde cada fin de semana asisten 15.000 visitantes. Se retirará la tosca de la costa para transformar el espacio en una playa, a la que la gente podrá llegar por distintos accesos peatonales. Se instalarán bancos, mesas, cestos de basura, luminarias y un mirador al final del recorrido, ya en los fondos de la villa Rodrigo Bueno.