La villa 31 ya forma parte de la red de ciclovías que alcanzó las 400 estaciones
Hace nueve años la urbanización de las villas porteñas no aparecía en ninguna agenda política y en la ciudad hasta se hablaba de usurpación ilegal de terrenos, como en caso de la villa Rodrigo Bueno. Por ese entonces había otros proyectos incipientes como el sistema de alquiler de bicibletas públicas, Ecobici, que se lanzaba con 35 kilómetros de ciclovías. El tiempo pasó y algo cambió porque hoy las villas y asentamientos están integrándose lentamente al resto de la ciudad con nuevas viviendas, servicios públicos y, entre otras cosas, bicisendas que amplían toda la red urbana.
Es el caso de la villa 31 donde ya se instalaron 1500 metros de carriles exclusivos para bicicletas sobre las calles Carlos Perette y Rodolfo Walsh. La primera es el límite al Este de la 31, hacia el Río de la Plata; la otra, por donde ingresan los colectivos a la Terminal de Omnibus de Retiro. Pero no serán las únicas. El próximo tramo que se habilitará será entre la Feria de Güemes (principal centro comercial del barrio) y la nueva calle San Martín, de unos 800 metros, y otra bicisenda de 300 metros sobre Perette entre Walsh y Antártida Argentina. En una próxima etapa se sumarán otros 500 metros que conectarán el Centro de Trasbordo con la Feria de Güemes y con la ciclovía de Perette, que se extiende hasta el nuevo Polo Educativo. Además de las ciclovías se instaló una estación del sistema Ecobici que ya alcanzó los 400 puestos.
La llegada de las bicisendas puede no ser primordial para los vecinos de la villa 31 con otras demandas más urgentes como viviendas más dignas y servicios básicos necesarios, pero es una muestra más de la integración que se está produciendo en el barrio. Otros ejemplos fueron el anuncio, hace algunas semanas, de un local de comidas rápidas y de la inauguración de una sucursal de un banco. En el horizonte aparecen la construcción de los nuevos edificios del BID y del Ministerio de Educación.
La red actual de ciclovías comenzó a construirse en 2009 cuando sólo el 0,4% de los viajes totales diarios en la ciudad se realizaban en bicicleta, según información de la Secretaría de Transporte y Tránsito porteño. La longitud de la traza fue creciendo año tras año a un ritmo consolidado hasta alcanzar los actuales 235 kilómetros y con el compromiso de llegar a los 250 al finalizar el año.
Se estima que en toda la ciudad se realizan unos ocho millones de viajes diarios. Debido a la ampliación de la red y a las políticas de difusión hoy los traslados en bicicletas suman el 4% del total. El resto se distribuye así: 60% en colectivo, 17% en subte, 13% en auto, 4% en taxi, 1% en tren y 1% a pie.
El sistema actual que ofrece bicicletas gratuitas debutó en febrero pasado y ya está presente en 41 de los 48 barrios y ya cuenta con 4000 rodados distribuidos en 400 estaciones. Hasta el momento hay 419.600 usuarios registrados en la aplicación que permite desbloquear las bicicletas de los anclajes naranjas y se realizaron 2.443.987 viajes. En promedio se realizan 30.000 viajes por día y el récord de movimientos de este año fue el 28 de mayo cuando se alcanzaron los 35.433 viajes.
El impacto de la bicicleta es cada vez mayor en la movilidad urbana y los números del crecimiento lo demuestran, más allá de estar lejos de los porcentajes que corresponden al transporte público. Aunque la red comenzó a instalarse en 2009 fue en 2017 cuando se lanzó la Red de Ciclovías y Bicisendas Protegidas que inició con 169 kilómetros. Se trata de un diseño pensado para agilizar y privilegiar la conectividad hacia el área central, los Centros de Trasbordo y aquellos puntos que concentran mayor cantidad de puestos laborales y estudiantes.
El rango etario que más usa las bicicletas es el que va de los 25 a los 33 años (35,7%), seguido por los usuarios de 34 a 42 años (21,3%). Los que menos las usan son las personas mayores de 69 (1,7%). En cuanto al género, la división es pareja: 52% son mujeres y 48%, varones.