La peor catástrofe de La Plata: 48 muertos y decenas de desaparecidos
Durante la madrugada cayeron 181 milímetros de agua, una cifra récord, que inundaron zonas densamente pobladas de la ciudad; los barrios más afectados fueron Tolosa y La Loma; las víctimas mortales serían más; saquearon casas y comercios
LA PLATA.- Nadie recuerda una tormenta más atroz. La cantidad de muertos aumentaba a medida que pasaban las horas: anoche eran 48, y 3000 los evacuados, según el gobierno bonaerense. Fuentes extraoficiales decían, en cambio, que en realidad habría unos 70 muertos y 120 desaparecidos. Hasta la medianoche, sólo 24 cuerpos habían sido reconocidos por sus familiares.
"Es una tragedia sin precedente. Nunca se ha visto algo igual. Por eso, a la gente la ha sorprendido de la peor manera y algunos no han tenido tiempo de escapar de esta trampa fatal, por el volumen de agua que cayó en tan poco tiempo", dijo el gobernador Daniel Scioli.
Prácticamente todas las calles de la ciudad quedaron tapadas por el agua. Los barrios más castigados fueron Tolosa, La Loma, Los Hornos, Villa Elvira y San Carlos, pero también padecieron los habitantes de Barrio Norte, Ringuelet, Barrio Aeropuerto, Altos de San Lorenzo, La Cumbre y Las Quintas. En Berisso, el más perjudicado fue el barrio El Carmen, y en Ensenada, El Dique.
Cuando amaneció, después de una noche de horror para miles y miles de platenses, la imagen que entregó el día fue de devastación y muerte. Los cuerpos que flotaban por las calles de Tolosa, o atrapados entre los árboles y los autos, convivían con la desesperación de los vecinos que aún se mantenían en los techos en busca de refugio.
Anteanoche cayeron, según el gobierno provincial, 400 milímetros de agua en dos horas. El Servicio Meteorológico Nacional informó, en cambio, que hasta las 9 de ayer habían caído 181 milímetros: un récord. Los anteriores fueron: 155,1 milímetros, el 14 de abril de 1980, y 148,6, el 5 de febrero de 1964.
Para afrontar la peor catástrofe de la capital provincial, el gobierno bonaerense puso en marcha un comité de crisis, y alistó a 400 policías bonaerenses, efectivos de Prefectura, Gendarmería y el Ejército. La amenaza de la inseguridad, debido al caos que envolvía a la ciudad, comenzó a gravitar desde muy temprano.
Ya se empezaba a hablar de saqueos en casas y comercios a partir del mediodía. El más afectado fue un supermercado de la cadena Vea, en la calle 19, entre 530 y 531, donde un grupo de personas entró en las primeras horas de la tarde y se llevó todo tipo de mercadería. "Nos destrozaron el local y la policía casi ni actuó", se quejaron directivos de Cencosud, la empresa dueña del comercio.
Hubo, además, intentos de saqueos en los supermercados mayoristas Vital y Nini, en 520 y 25, en los que tres policías resultaron heridos.
También hubo grupos de vecinos que protestaron frente a los locales de las principales cadenas que operan en la ciudad, incluyendo los hipermercados Carrefour y Walmart, reclamando la entrega de alimentos y productos de primera necesidad.
Las avenidas más afectadas fueron la 13, desde la calle 45 hasta el distribuidor; la avenida 7, entre calle 45 y 502, y la avenida de Circunvalación, sobre todo en el tramo de la calle 32 entre las avenidas 1 y 25.
También estaban cortados los accesos a la ciudad: los caminos General Belgrano y Centenario y la avenida 44. Los semáforos estaban apagados y muchos comercios no pudieron abrir porque estaban inundados o porque sus dueños y empleados no podían llegar.
El transporte público funcionaba a medias y la Municipalidad estaba vacía y húmeda. Los cortes de energía eléctrica habían afectado a unas 50.000 familias.
Por la mañana, el nivel del agua en algunos barrios había bajado y empezaron a aparecer los primeros cadáveres en las veredas y los arroyos, dentro de las casas o trabados en las ruedas de los autos, como ocurrió con el que fue hallado en 13 entre 38 y 39, debajo de un Peugeot 206.
Muchos vecinos pasaron la noche despiertos; a la mañana aún había gente sacando agua de las casas e intentando salvar cosas de valor. Seguirían así por la tarde, y por la noche… Algunos, vencidos, lloraban sentados en los umbrales mojados.
Las imágenes se repetían como secuencias de una película apocalíptica. Vecinos que alojaban a otros en sus casas y les ofrecían comida y abrigo; personas que parecían caminar sin rumbo, como espectros; una mujer que daba a luz en un micro, en diagonal 73 y 31. El Hospital Español, en Barrio Norte, se inundó y quedó a oscuras, por lo que no pudieron recibir más pacientes; también se cortó la luz en el Hospital de Niños, donde incluso la sala de terapia intensiva se quedó sin energía eléctrica.
Anoche, ocho vehículos patrulleros permanecían desaparecidos, precisamente bajo las aguas. Las autoridades provinciales recomendaron a la población el uso de agua potabilizada y el refuerzo de las medidas de limpieza, además de controlar el calendario de vacunación.
Anoche, en los centros de evacuados y en algunos puntos de la ciudad, se entregaban botellas de agua mineral, colchones, pañales y alimentos no perecederos. En las redes sociales se alentaban espontáneamente campañas solidarias. A la medianoche había largas filas de personas que recibían donaciones en el Club Infantil y Juvenil General San Martín, de Tolosa.
Una angustiosa incertidumbre envolvía a toda la ciudad: los vecinos buscaban desesperadamente a sus familiares desaparecidos. Muchos habían tenido que pasar la noche en sus autos, en casas de amigos, en las oficinas de sus trabajos o en alguno de los 33 centros de evacuados. Otros estaban muertos.
Los teléfonos celulares casi no funcionaron, no había luz ni Internet, lo que dificultaba más las búsquedas.
Lila Alonso, maestra de la escuela Nº 60 en Ringuelet, recordó que se acercó al barrio para ver cómo se encontraba su padre. Apenas había comenzado a llover y las calles ya comenzaban a inundarse. "Una vez que me quedé tranquila por la situación de mi viejo me vine a la escuela a ayudar. El agua superaba el metro. Durante toda la noche los pibes del barrio salieron en bote a buscar a niños y viejos que habían quedado atrapados en sus casas", explicó.
"En una especie de canoa llegó un hombre en muy mal estado. Lo llevamos a un salón y tratamos de reanimarlo. Hicimos todo lo posible para que continuara con vida, pero luego nos dimos cuenta de que había llegado a la escuela muerto. Los médicos nos confirmaron que murió electrocutado", reconstruyó la mujer.
Mientras la angustia crecía, el gobernador Daniel Scioli aseguraba que, con botes y helicópteros, continuaban rescatando personas que se habían refugiado en las copas de los árboles y los techos de las casas.
Scioli pidió a la población que liberaran las vías de comunicación entre La Plata y sus alrededores para no entorpecer el traslado de víctimas. "La mayor preocupación es salvar las vidas que se puedan salvar", dijo.
Anoche habían sido identificados 24 de los 48 muertos confirmados: Leonor Lancón, Amílcar Vicente Scarlan, Anahí Posee, Orlando Logiuratto, Filomena Mannarino, Oscar Crippo, José Luis Barenetche, Rodolfo Juan Jurado, Juan Alberto Varela, Felicita Morel, Delia Susana Cologna, Elba Ana Cisneros, José Gerardo Zanzana, Lucía Ahumada, Carlos Alberto Golatilech, Feliciano Godoy, José Mario Balzerano, Luis Mario Rivero, Enrique Monzón, Guillermo Raúl Piotti, Nélida Salinas Bartolone, Enrique Salinas, Fernando Mendoza y Nicolás Guerrero.
Poco después de las 15, la presidenta Cristina Kirchner recorrió Tolosa, el barrio donde pasó su infancia y su juventud y donde aún vive su madre, Ofelia Wilhelm (de lo que se informa por separado). Fue entonces cuando los vecinos le hablaron de su temor por los saqueos y los robos. Después, la Presidenta se encontró en la gobernación con Scioli y su gabinete. Tras esa reunión, el ministro Casal anunció el refuerzo de la seguridad en las zonas más afectadas. Anoche había mucha presencia policial en las calles donde había cortes de luz.
"Luego de una reunión del gobernador con la Presidenta se dispuso el plan de seguridad para los barrios más afectados: Los Hornos, Villa Elvira, San Carlos y Tolosa, donde se puso en marcha un operativo de seguridad que tendrá más de 400 hombres, vehículos, balizas y personal de a pie. Van a testear en cada casa la existencia o no de ocupantes para determinar si están vacías porque sus dueños fueron evacuados o si es que hay alguna persona inmovilizada", explicó Casal.
También se anunció que el gobierno iba a habilitar subsidios y una línea de créditos blandos para los damnificados, y Scioli dispuso tres días de asueto escolar. En tanto, los gremios docentes, que habían previsto un paro de tres días para la semana que viene, lo levantaron.
Junto con el drama de los muertos, los evacuados y las pérdidas materiales provocadas por los anegamientos, surgieron trastornos producidos por el corte del servicio eléctrico a causa del temporal.
Vecinos y comerciantes indignados protestaron en diferentes puntos de la ciudad por las demoras en la restitución del suministro. Voceros de Edelap, la empresa prestadora, explicaron que hay cámaras subterráneas de la red inundadas y las posibilidades de reparación eran ayer limitadas.