La orangutana Sandra está lista para viajar a un santuario de Estados Unidos
Los resultados de los estudios médicos determinaron que tiene un buen estado de salud; ya se avanzó en los permisos y julio sería el mes previsto para iniciar su traslado a Florida
Desde que nació en el Ruhr Zoo Gelsenkirchen, de Alemania, la orangutana Sandra pasó por varios lugares de encierro hasta llegar al ahora Ecoparque porteño , donde espera hace más de cuatro años iniciar su último viaje hacia la libertad. El lugar ya está elegido, se realizaron los estudios veterinarios necesarios para conocer su estado de salud y la Justicia autorizó su traslado. Solo falta que se agilizen los últimos trámites para que la primera gran simio del mundo en ser considerada "persona no humana y sujeta a derechos" pueda salir del país y conocer su destino final, en Estados Unidos.
La partida se anuncia para julio próximo, si la Justicia avala varios procesos que están en marcha; por ejemplo, la contratación de la empresa que realizará el traslado y la ciudad donde Sandra, de 33 años, pasará un período de aislamiento previo a arribar al santuario Center of Great Apes (Centro para Grandes Simios) de Florida. La legislación sanitaria de dicho país para animales que ingresan a su territorio exige que los ejemplares cumplan con una cuarentena en algún sitio de Estados Unidos antes de llegar a un santuario o una reserva.
El caso de Sandra está judicializado desde 2014 cuando la Sala II de la Cámara de Casación Penal dispuso que la orangutana podía gozar de derechos y ser reconocida como persona jurídica, por lo que debía ser trasladada para vivir en un régimen de semilibertad. Casi un año después, la jueza en lo contencioso administrativo y tributario de la ciudad de Buenos Aires, Elena Liberatori, dio lugar a la acción de amparo interpuesta por la Asociación de Funcionarios y Abogados por los Derechos de los Animales (Afada) y el abogado Andrés Gil Domínguez y confirmó el fallo.
Además de la autorización judicial para trasladar a la primate, son necesarias varias autorizaciones. Fuentes del Ecoparque informaron que ya se logró el permiso Cites (Convenio sobre el comercio internacional de especies amenazadas de fauna y flora silvestre) que regula toda importación, exportación, reexportación o introducción de especies a los países. Y se espera el permiso ESA, de Importación de Estados Unidos, para principios de mayo.
La magistrada aceptó la propuesta de Florida, pero se habían presentado otros dos santuarios: Rainer, en España, y el Santuario de Curitiba, en Brasil. Liberatori siguió de cerca todo el procedimiento desde que recibió el amparo solicitado por la ONG y el abogado de la orangutana. En ese recorrido, debió autorizar la realización de varios estudios exigidos por Estados Unidos, el huésped de la gran simia.
Operativo
Esa batería de chequeos veterinarios se realizaron en junio del año pasado. Los resultados estuvieron listos hace poco meses y confirmaron que el homínido se encuentra en buen estado de salud y podría soportar un traslado en avión. Cuando llegue a Estados Unidos, el Centers for Disease Control & Prevention concretará otros controles sanitarios de rutina.
Entre los estudios se efectuaron un examen físico completo; inspección visual, palpación y fotografías dentales; control de peso, hemograma, pruebas serológicas para descartar hepatitis A, B y C; hisopados nasal y faríngeo (para influenza y parainfluenza), hisopado rectal para cultivo fecal, prueba de intradermorreacción para diagnóstico de tuberculosis, radiografías de tórax, electrocardiograma y ecocardiograma, ecografía abdominal y lavaje de tubo endotraqueal para cultivo y diagnóstico complementario de tuberculosis.
La jueza Liberatori presenció el operativo, que se realizó en el Ecoparque porteño durante unas tres horas, tiempo en el que la orangutana estuvo sedada. Guillermo Wiemeyer, jefe de veterinaria del exzoo, lideró el equipo que se encargó de los estudios. También estuvieron presentes Guillermo Belerenian, cardiólogo del Instituto de Zoonosis Luis Pasteur, y la ecografista Laura Kocun, además de peritos y otros invitados.
"Sandra ya se va. Se tardó mucho en este proceso, no termino de entender las razones, porque cuando se trasladó a la chimpancé Cecilia [NdeR: su caso se convirtió en un símbolo de la lucha por la liberación de los animales; fue trasladada en abril de 2017 desde Mendoza al santuario Grandes Primates de Sorocoba, Brasil] fue todo mucho más rápido", se lamentó Andrés Gil Domínguez, el abogado de la orangutana. "Lo más importante es que Sandra está bien de salud para soportar el viaje", agregó.
Aunque los estudios recientes confirmaron que la gran simia está saludable, sus 25 años de encierro en el predio de Palermo dejaron su marca. En 2017, el biólogo y profesor de Bienestar Animal de la Facultad de Ciencias Veterinarias, Héctor Ferrari, había alertado sobre el exceso de horas que la orangutana pasaba inactiva y sobre su tendencia a esconderse entre las rocas de su recinto, lo que podría haber significado que sufría una depresión leve. Además, el doctor en Ciencias Biológicas y primatólogo Aldo Giúdice recordó el gran sufrimiento que el cautiverio produce a los orangutanes.
Con sesiones de entrenamiento para adaptarse a un nuevo entorno y soportar el traslado, Sandra se prepara para su último viaje.
Se prolonga la espera para la elefanta Mara
Mara, la elefanta asiática del Ecoparque, pasea sola por el recinto del predio. No puede compartir las horas de esparcimiento con Kuki y Pupi, las sudafricanas, porque la especie es muy territorial. Entonces se dividen en turnos de seis horas mientras Mara espera que se agilice su traslado al Santuario de Elefantes de Brasil (SEB) en el Mato Grosso.
El viaje iba a empezar antes de fines de 2018, pero nuevos exámenes médicos requeridos por las autoridades brasileñas retrasaron su partida. La caja en la que será trasladada, por vía terrestre, ya está terminada y la elefanta está siendo entrenada para soportar el trayecto. La espera de Mara, de 55 años, comenzó en 2015. Pelusa, del zoo de La Plata, iba a ser derivada al mismo santuario. Pero murió antes.