La mayor protesta de taxistas contra Uber se apoderó de la 9 de Julio
Caos / Ocuparon ocho cuadras de la avenida, por lo que hubo trastornos en el centro; la aplicación sigue en servicio
Más de 1000 taxistas ocuparon ayer la avenida 9 de Julio en lo que fue, hasta ahora, la mayor movilización en contra de Uber. Parecía un cardumen negro y amarillo que se extendía a lo largo de ocho cuadras de la tradicional arteria porteña, desde el Obelisco hasta Belgrano, lo que provocó serias demoras en la circulación del tránsito en el centro.
Propietarios y peones exigieron que la aplicación que permite contratar viajes en autos particulares dejara de prestar servicio. Además de considerarla una competencia ilegal por falta de habilitación, adujeron que el sector perdió 40% de ingresos por el funcionamiento de Uber, sumado a la recesión y al aumento de los insumos.
La cita en 9 de Julio y Sarmiento estaba prevista para las 10 de la mañana y, llegado el mediodía, la avenida se transformó en un multitudinario estacionamiento. Según los organizadores, había unos 150 vehículos por cuadra. Los taxis coparon primero la mano en sentido a Libertador y luego se adueñaron de los carriles en dirección al Sur.
Aunque el Metrobus y las calles laterales estaban abiertos a la circulación regular, hubo problemas en el tránsito hasta después de las 13, cuando los taxistas finalizaron la protesta. Demoras de hasta media hora se registraron sobre Callao y sobre los ejes Alem-Paseo Colón y Huergo-Madero.
"Lo único que van a lograr con esta actitud es que yo empiece a contratar autos de Uber", dijo María Elena, que a la hora de la marcha intentaba dejar el centro porteño rumbo a la periferia. El mismo malestar expresaron varios de los afectados por el corte de la 9 de Julio.
"Uber es igual a ilegal", era la pancarta amarilla que circulaba entre los presentes. Eduardo Nesci, miembro de la cámara de peones de taxis, explicó a LA NACION: "Antes de la llegada de esta empresa multinacional los choferes hacíamos viajes por unos 700 pesos diarios; ahora, estamos en $ 400. Si le sumamos a eso la suba del precio del gas, que se fue al doble o más en provincia, hay desventaja. A eso hay que sumarle la recesión y el aumento del GNC".
Desde un escenario montado para la ocasión, el secretario general del Sindicato de Peones, Omar Viviani, volvió a denunciar que "la empresa está operando de manera ilegal". Pese a que la Justicia le ordenó que cese la actividad, "Uber se le ríe en la cara", agregó el dirigente. "No podemos permitir que esta empresa multinacional ponga en riesgo nuestra fuente de trabajo, vamos a permanecer en la calle hasta las últimas consecuencias", apuntó el gremialista, y afirmó que 80.000 familias porteñas ya no pueden sostener esta situación. "Estamos al borde del knock out", dijo.
Efectivamente, pese a las resoluciones judiciales que ordenaron el bloqueo de la aplicación, los 150 acarreos de autos al servicio de Uber realizados por el gobierno porteño y las dificultades para pagar con tarjeta de crédito, el sistema continúa tan activo como siempre.
La aplicación fue descargada por 550.000 usuarios en la Argentina y hay 37.000 choferes asociados. Ajenas al conflicto con los taxistas registrados y las acusaciones oficiales de funcionamiento ilegal, fuentes de la empresa dijeron a LA NACION: "Uber sigue funcionando en Buenos Aires y estamos trabajando con las tarjetas de crédito para revertir la situación vinculada a los pagos".
Marcos Ricardi es taxista desde hace 22 años y suele parar en la puerta del hotel Sheraton. "Es horrible ver que llegan hasta allí autos particulares de Uber porque se están metiendo con nuestro trabajo", explicó, aunque aclaró: "Pero estoy en contra de pelearme con esos choferes porque ellos también necesitan el dinero". Aun así, decidió incentivar a varios compañeros para protestar ayer por considerar que esta aplicación "se trata de una competencia desleal".
"Yo tuve que abonar una licencia de más de 200.000 pesos. Una vez por año tengo que hacer un curso de capacitación y debo llevar al auto a hacer la revisión técnica. Pago un seguro mensual por la responsabilidad de transportar terceros? ¿y Uber qué?", preguntó Ricardi parado junto a su rodado detenido en medio de un mar de taxis sobre la avenida 9 de Julio.
El secretario de Transporte de la ciudad, Juan José Méndez, dijo: "La Justicia ya declaró que Uber es ilegal y no puede funcionar, vamos a hacer cumplir las reglas". El funcionario aseguró que el gobierno local está trabajando "para hacer cumplir las normas" y adelantó que se están desarrollando "nuevas herramientas tecnológicas" para acompañar el servicio de taxis porteño.
Más exactamente, el gobierno de la ciudad planea crear su propia aplicación móvil para que los taxistas registrados puedan recibir las solicitudes de viajes de los pasajeros mediante un smartphone. La propuesta, conocida como BA Taxi, se filtró en un comunicado que envió la secretaría a los choferes de taxis.