La ciudad de Buenos Aires cuenta con 14301 jacarandás, que son el símbolo de la primavera porteña. Estos árboles fueron incorporados al paisaje urbano por Carlos Thays, creador de varios de los parques más emblemáticos de la Ciudad.
"De gran adaptabilidad al medio y las condiciones urbanas, el jacarandá se ha convertido en una de las especies más emblemáticas de la Ciudad, pretendiéndose incrementar su presencia hasta los límites que la espacialidad urbana y los criterios de biodiversidad lo permitan”, explica el Plan Maestro para el Arbolado, publicado por el Ministerio de Ambiente y Espacio Público, según el cual ocupa el séptimo lugar entre las especies más comunes.
Según el gobierno de la Ciudad, "los barrios en los que hay más ejemplares son Palermo, Recoleta y Belgrano, y pueden verse en cantidad a lo largo de las avenidas Del Libertador, Cabildo y Figueroa Alcorta".
Alma celeste
Sabía del jacarandá y de su promoción nacional por mi abuelo; sin eco en una votación de 1941. Crecí con la canción y con el espectáculo evidente de sus flores cada primavera.
Supe de él cuando la sudestada porteña amainó su rabia y la plaza permaneció vacía, poblada ahora de charquitos en el piso, mientras arriba persistía una marejada, últimas ráfagas entre las ramas. En el desamparo feliz de ser el único, caí en la cuenta de las innumerables flores azules sobre toboganes, bancos mojados y hamacas quietas.
Aquel desparramo de flores secas sobre la granza se me hizo como los muchos caracoles y piezas marinas en la playa luego de una crecida fuerte. Las primeras voces de gente traída por el mejor tiempo me devolvieron a la ciudad. Ya paseaban algunas, sin quererlo, pisando impiadosamente sus florcitas. Sentí, fue un momento, conocer a algo más del jacarandá, el secreto de su alma celeste todavía palpitante.
Carlos Thays (H)
- Rasgos distintivos: Follaje tardíamente caduco, con hojas compuestas (bippinadas), terminadas en un folículo, de color verde oscuro, muy claro al brotar. Las flores son de color celeste violáceo y se agrupan en inflorescencias muy abundantes. El fruto es una cápsula aplanada, color castaño claro, con semillas planas y con alas.
- Observaciones: Es de crecimiento rápido. Requiere pleno sol. Debe repararse de las heladas intensas, al menos los primeros años de vida. Florece antes de brotar, en primavera (proterante) y también en otoño, con follaje en la copa. Cultivado tradicionalmente. Puede usarse para arbolado en avenidas.
Ficha técnica:
Origen: Sudamérica subtropical y NE de la Argentina
Altura: 15 m
Diámetro: 17m
Floración: Noviembre y una segunda, muy poco evidente, en abril
Propagación: Por semillas.
LA NACION