La costa suspende servicios para desalentar el turismo
Se decidió cerrar hoteles, bares y restaurantes; se devolvieron reservas y se controla el ingreso a los balnearios bonaerenses como medida para evitar contagios del virus
MAR DEL PLATA.- La frase prohibida e impensada para cualquier destino turístico brotó al unísono desde la costa atlántica. "Les pedimos a los turistas que no vengan", advirtió temprano el intendente local, Guillermo Montenegro, y le siguieron sus pares de Pinamar, Villa Gesell y General Alvarado. Porque en días de coronavirus y medidas de prevención de contagios cada distrito dispuso el cierre de los servicios turísticos y un estricto control de ingreso en los accesos por rutas y terminales, decididos a identificar a quiénes llegan, a qué vienen y -lo más importante- desde dónde.
Una reacción que aceleró el fenómeno vivido poco antes en Monte Hermoso, balneario que en pocas horas recibió una inesperada y multitudinaria caravana de visitantes. Un éxodo con mayoría de oriundos de Bahía Blanca decididos a refugiarse junto al mar. "No son días de vacaciones", también reclamó el jefe comunal de ese distrito, Alejandro Dicchiara, que como sus colegas dispuso cerrar hoteles, restaurantes, bares y rubros de recreación.
Al hueso con las medidas fue Gustavo Barrera, al frente del gobierno gesellino, que por decreto resolvió que a partir de hoy se prohibirá "el acceso y permanencia al sector de playas", con severas multas para quien infrinja esta norma. "Queremos desalentar a los que nos habían elegido como destino para este fin de semana largo", advirtió.
Una reacción individual pero en sintonía de las autoridades municipales de la zona en vísperas de un fin de semana largo que presentaba reservas de más del 80% de las plazas hoteleras y una motivación adicional para los turistas: pronóstico con días soleados y altas temperaturas, ideales para disfrutar del mar.
"Todo nos agarró aquí de vacaciones que habíamos programado hace más de dos meses", explicaron a LA NACION Eric Fabre y Lis Monteleone, que trabajan en el Casino Flotante de Puerto Madero. Pasaron por el control policial de Acceso Sur a Villa Gesell, único habilitado. Otros cuatro quedaron clausurados para centralizar el operativo. "Salimos a comprar comida y llenar el tanque con nafta porque nos quedamos hasta el 28", explicó la pareja.
La consigna para los oficiales en los ingresos a las distintas localidades de la costa es identificar a los viajeros y advertirles que estarán cerrados los servicios turísticos. No funcionarán por dos semanas los restaurantes, bares, balnearios y otros centros de entretenimiento que impliquen reunión de gente. La gastronomía solo se permitirá con envíos a domicilio.
Los controles dieron resultados. En el Destacamento Caminero de Ruta 2, en el ingreso a Mar del Plata, detectaron a tres pasajeros de ómnibus que procedían de países considerados de riesgo por casos de coronavirus. Uno venía de Roma, otra de Colombia y la tercera de Estados Unidos. Se los obligó a bajar y, sin síntomas, una ambulancia del SAME los derivó a sus domicilios para que cumplan la cuarentena.
En Cariló detectaron a turistas recién llegados de Brasil, a quienes se los obligó a retirarse de un hotel de la ruta 11 porque no habían cumplido con las medidas preventivas. Y se dispusieron controles de seguridad específicos para grupos que, procedentes del exterior, se alojaron en un barrio privado del distrito.
En los hoteles hay cierres y otros que funcionan solo con los huéspedes que estaban alojados. "Nos quedan cuatro habitaciones ocupadas, pero ya no se toman reservas", explicaron en el Playas Hotel de Pinamar. Como en el resto de los establecimientos del ramo, se brindan servicios esenciales y se suspendieron los de uso común, que incluyen piscina, gimnasio, spa y guardería infantil.
"Entendemos la gravedad y sabemos que la salud está por encima de todo interés", dijeron en un comunicado desde la Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica de Pinamar. Aclararon que las reservas se reprogramarán y que pasajeros que no se puedan retirar "seguirán alojados hasta que finalicen su estadía".
Varios turistas que ingresaron en las últimas horas son propietarios y buscaron un espacio más abierto, alejado de las grandes ciudades. "Las reservas que teníamos para alquiler durante el fin de semana se bajaron todas", confirmó Silvia Melgarejo, responsable de Constructora del Bosque, la principal inmobiliaria de Cariló.
Joaquín Bustillo, que administra aparts en esa localidad, confirmó a LA NACION que se anularon todos los pedidos, con devolución de dinero o entrega de un voucher para uso a futuro. Quedarán alojados en los edificios aquellos que son propietarios de unidades, pero sin servicios de limpieza ni prestaciones comunes. "Venimos de una buena temporada, pero nos queda una estructura con mucho personal, sin ingresos y que nos lleva a prescindir de gente que trabaja para nosotros", dijo sobre las primeras consecuencias directas de estas medidas. Porque esto, tienen claro por aquí, recién empieza.
Restricciones en otros destinos
Bariloche
Se decidió el cierre de los senderos y de las actividades en el parque nacional Nahuel Huapi, en los cerros Catedral y Campanario. Cancelación del teleférico del Cerro Otto
Córdoba
Suspendieron la actividad en casinos, cines, teatros, museos y boliches. La disposición no alcanza a bares y restaurantes, pero deben atender hasta la mitad de su capacidad. Está en análisis el cierre de los centros comerciales
Mendoza
Dispusieron el aislamiento obligatorio de 14 días para quienes lleguen por vía aérea o terrestre a la provincia. Además, cerraron el paso fronterizo hacia Chile
Tucumán
Suspendieron la realización de eventos masivos durante 30 días. Hay un operativo policial para evitar que se produzcan aglomeraciones en bares y otros locales nocturnos
Glaciar Perito Moreno
Tras confirmarse el primer caso del nuevo coronavirus, El Calafate también cerró el parque nacional a los viajeros
Las Grutas
Al igual que en los balnearios de la costa bonaerense, esta playa patagónica junto con San Antonio Oeste decidieron restringir el ingreso de turistas