La Confitería del Molino reabre este fin de semana para celebrar el Día Nacional de los Monumentos
No acercarse, no tocar, no hablar, no jugar. Las estrictas normas con las cuales se debía apreciar una estatua o un edificio emblemático cambiaron con el correr del tiempo. Así lo entiende la Comisión Nacional de Monumentos que, con motivo de celebrarse este fin de semana el Día Nacional de los Monumentos, brinda la posibilidad de realizar desde safaris fotográficos para descubrir cúpulas, terrazas, y balcones de la Avenida de Mayo, hasta paseos en barco por la Vuelta de Rocha para ver el Transbordador Nicolás Avellaneda, las antiguas barracas, y otros edificios de nuestro patrimonio industrial.
Todo ello sin descuidar los recorridos tradicionales por los palacios emblemáticos como la actual Cancillería, o la Confitería Del Molino, lugares que forman parte de un extenso listado de mil sitios históricos de todo el país que abrirán sus puertas en forma gratuita para el disfrute del público este sábado y domingo.
Con el apoyo voluntario de instituciones y de particulares, la propuesta fue creciendo exponencialmente desde su primera edición, en marzo de 2017. Mientras que en ese entonces hubo 530 lugares visitados por más de 15.000 personas, el año pasado fueron 822 los puntos de interés con un público que llegó a las 250.000 personas, desde La Quiaca hasta Ushuaia. "El Día Nacional de los Monumentos está destinado a celebrar y promover el patrimonio de los argentinos, así como generar conciencia sobre su diversidad, ya que abarca desde grandes palacios hasta arquitectura muy sencilla que todos ellos reflejan nuestra historia e identidad. El patrimonio argentino está vivo, podemos conocerlo, disfrutarlo y cuidarlo", dijo a LA NACION Teresa de Anchorena, presidenta de la Comisión.
La oferta de actividades y de lugares a recorrer es variada, hay visitas con y sin inscripción a través de la página web del Ministerio de Cultura de la Nación. En Buenos Aires, este año se sumaron propuestas como la llamada "Retratando patrimonio en múltiples miradas", que consiste en participar safaris fotográficos, expediciones cuyo objetivo es descubrir edificios y ornamentos de la Avenida de Mayo para filmar y tomar imágenes de la mano de expertos que ayudaran a saber qué detalles fotografiar.
Además, quienes estén interesados en la historia del Sur de la Ciudad podrán subirse a una embarcación en el muelle frente a Fundación Proa, y navegar por el Riachuelo para ver las antiguas construcciones de la ribera y el Puente Transbordador Nicolás Avellaneda, o Puente del Riachuelo, inaugurado en 1914, y que estuvo 60 años sin funcionar hasta que en el 2017 se lo reparó y volvió a estar en actividad. Es uno de los últimos 8 puentes transbordadores que quedan en el mundo, siendo el único en América.
Una joya arquitectónica a visitar y que está siendo restaurada, es la Confitería Del Molino, frente al Congreso de la Nación, por cuyas mesas pasaron los personajes históricos más importantes del país. Allá habrá una vista guiada que promete tener gran convocatoria, tal como fue el año pasado cuando después de dos décadas de abandonada, la confitería abrió sus puertas para la Noche de los Museos.
Grupos de entre 25 y 30 personas ingresarán al Salón Principal del Primer piso donde verán la recuperación de la marquesina, los trabajos en madera, la puesta en valor de molduras del Salón Fumoir, y la araña con caireles del salón principal. En la Planta baja habrá una muestra de hallazgos de arqueología urbana, es decir exposición de parte de los objetos encontrados en subsuelos y parte de los niveles superiores del edificio, tales como moldes, cajas de pan dulce, libros, maquinaria para panadería, etc.
Los elegantes palacios de principio de siglo serán otro de los mayores atractivos. El Palacio San Martín, antiguo Palacio Anchorena de Retiro, Monumento Histórico Nacional, ofrecerá visitas guiadas donde se podrá apreciar uno de los iconos de estilo Bellas Artes diseñado por el arquitecto Alejandro Christophersen en 1905, para Mercedes Castellanos de Anchorena, miembro de una de las familias más representativas de la aristocracia porteña. En el barrio de Balvanera, otro edificio de este tipo que merece la pena conocer es el llamado Palacio de las Aguas Corrientes, que alberga un interesante Museo del Agua y de la Historia Sanitaria de Argentina.