La Ciudad prepara su propio plan antipiquete
Las recurrentes marchas en la ciudad de Buenos Aires comenzaron a crispar el ánimo de algunos funcionarios porteños. Las protestas sociales al Gobierno Nacional han minado el tránsito porteño convirtiéndolo en más problemático de lo que ya es. Ayer, con varios frentes abiertos por los piqueteros en la ciudad, el jefe de gobierno local, Horacio Rodríguez Larreta, apuró la definición de soluciones que esperan que llegue desde la Casa Rosada. Como por ejemplo, el protocolo antipiquete.
Pero esta medida aprobada en febrero de 2016 sólo rige para las fuerzas federales. Buenos Aires tiene su propia fuerza: la Policía de la Ciudad. Pero ésta aún no tiene el visto bueno para actuar en este tipo de situaciones. Mientras la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley , negocia con los distintos grupos sociales por acuerdos de programas y mejoras, la orden del Gobierno es una sola: no entrar en conflictos con los piqueteros que agudicen las protestas.
A Larreta lo tensa que la Ciudad deba pagar el costo político de estas marchas. Los porteños están fastidiados con el tránsito caótico y poco se hace para mitigarlo. Funcionarios locales se reunirán hoy en la Casa Rosada para evaluar medidas antipiqutes y poner en marcha, desde el 1° de abril una nuevo plan de contingencia.
¿De qué se trata? La Ciudad, con su propia policía, impulsará operativos preventivos para evitar cortes de tránsito antes de que se produzcan. Mientras, exigirán a fiscales y jueces que actúen con mayor celeridad para ordenar los desalojos. El problema es que nadie quiere los desalojos. Y nadie quiere, tampoco, aplicar el protocolo antipiquete que podría terminar con violencia. Menos en la vidriera de la Argentina, como lo son la avenida 9 de julio, el Obelisco, el centro porteño