Indemnizarán a un alumno por una lesión en una clase de voley
Un menor recibió una patada de un compañero y perdió un ojo en una escuela pública; la Ciudad debe pagar más de $ 500.000
En mayo de 2009, un alumno de la escuela estatal de educación primaria N° 15, situada en el barrio de Saavedra, recibió una patada en la cara de un compañero de clase de voley. El nene estaba agachado atándose las zapatillas cuando el agresor, que era rival del partido, se acercó y de un puntapié le rompió el tabique y los anteojos. Luego de varias intervenciones médicas, la víctima perdió la visión de su ojo izquierdo, por lo que sus padres iniciaron una lucha que finalmente tuvo resultado positivo.
La Justicia porteña condenó al gobierno de la ciudad y a la compañía Sancor Cooperativa de Seguros a pagar más de medio millón de pesos al adolescente y a su familia. En la sentencia, se señala la responsabilidad de la autoridad escolar ante la falta de prevención, organización y control para evitar lesiones durante la clase de Educación Física.
El juez Víctor Trionfetti, del juzgado N° 15 en lo contencioso administrativo de la ciudad, resolvió la semana pasada que tanto el gobierno porteño como la compañía aseguradora deberán afrontar el pago de 523.546 pesos. La indemnización al menor, según surge de la resolución, resulta de $ 140.000 por la incapacidad sobreviviente, $ 100.000 por daño psicológico, $ 200.000 por daño moral y $ 83.200 por gastos futuros y tratamiento psicológico. Además, contempla el abono a los padres del chico de 346 pesos por gastos médicos y farmacológicos.
El fallo recuerda que, debido al golpe recibido, el menor sufrió fisura del tabique nasal, cortes en el párpado superior del ojo izquierdo y en el lagrimal, y desprendimiento de retina. También que, luego de varias operaciones, sobrevino la pérdida de visión en el ojo lesionado.
Durante el litigio, el gobierno porteño sostuvo que "se trató de un caso fortuito", por lo que el Estado se encuentra eximido de responsabilidad. Argumentó que "el menor ya había sido operado de la vista por una enfermedad congénita y los demandantes intentaron aprovechar el incidente sucedido en la escuela para el pedido de resarcimiento".
No obstante, el peritaje médico sostuvo que la incapacidad visual de la víctima alcanza al 60% y estimó que un 42% puede ser considerada consecuencia del accidente escolar, mientras el restante puede imputarse a la patología de base preexistente, el síndrome de Marfan.
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