Fallo de la Corte: una empresa deberá restaurar una joya del art nouveau construida hace más de 100 años que está en ruinas
Se trata del Pabellón del Centenario que forma parte de un predio de Palermo donde funcionan sucursales de supermercados; el Alto Tribunal rechazó un recurso de queja y avaló dos fallos judiciales previos
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El Pabellón del Centenario es el único edificio construido para los festejos del aniversario de la Revolución de Mayo de 1810 que sigue en pie, pero su estado de conservación y abandono lo alejó del brillo que supo tener en aquellos años y lo puso en serio riesgo. El deterioro fue constante a la espera de un plan de restauración y conservación que nunca fue concretado por la empresa que concesiona el predio donde está ubicado en Palermo, la misma que por estas horas recibió un revés judicial que la obliga a cumplir con lo pactado hace casi tres décadas.
Es que la Corte Suprema de la Nación desestimó un recurso de queja que había presentado la empresa Cencosud SA contra la sentencia que le ordenó restaurar el Gran Pabellón Central de la Exposición Internacional Ferroviaria y de Transporte Terrestre. El fallo judicial inicial obligaba a la empresa a lograr un grado de terminación similar al que el edificio poseía originalmente, incluyendo el mantenimiento de sus fachadas, ornamentos y dispositivos conexos, de acuerdo al contrato de concesión del predio comprendido por la avenida Bullrich, la calle Cerviño y las vías del Ferrocarril Mitre.
En ese espacio funcionan las sucursales de Easy y Jumbo y está concesionado por Cencosud SA hasta 2024. En un rincón del terreno se encuentra el Pabellón del Centenario, declarado Monumento Histórico Nacional en 2010, que fue uno de los 35 edificios construidos para los festejos de 1910 que se exhibieron en las distintas exposiciones internacionales organizadas, entre ellas, la que se realizó en La Rural en Palermo dedicada a la Agricultura y a la Ganadería.
LA NACION consultó a Cencosud SA sobre el fallo de la Corte Suprema y las obligaciones que derivan de este, pero hasta el momento no obtuvo respuesta.
La obra, una pieza histórica del estilo art nouveau, fue diseñada por el arquitecto italiano Virginio Colombo, que llegó a la Argentina en 1906 contratado por el Ministerio de Obras Públicas de la Nación para realizar las decoraciones del Palacio de Justicia. Por su calidad arquitectónica, el Pabellón del Centenario fue premiado con una medalla de oro.
En el predio donde se encuentra el Pabellón funciona el Regimiento de Patricios. En 1994 la Dirección de Construcciones del Ejército Argentino firmó un convenio con Cencosud SA para que la empresa pueda explotar las tierras del Estado Nacional por un plazo de 20 años más dos períodos consecutivos de 60 meses cada uno. A cambio la firma debía afrontar el “reciclado del Gran Pabellón Central de la Exposición Internacional Ferroviaria y de Transportes Terrestres hasta lograr un grado de terminación similar al que poseía originalmente, incluyendo el mantenimiento de sus fachadas exteriores, ornamentos y dispositivos conexos”. Pero esa conservación nunca se inició.
El incumplimiento motivó la demanda del Estado Nacional contra la empresa. La Sala V de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo Federal, al confirmar la sentencia de primera instancia del Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Contencioso Administrativo Federal N° 9, hizo lugar a la demanda y ordenó que Cencosud SA iniciara la restauración del Gran Pabellón hasta lograr un grado de terminación similar al que poseía cuando se construyó. Finalmente fue la Corte Suprema la que confirmó los fallos anteriores.
“La decisión de la Cámara se halla en línea con la doctrina de esta Corte respecto de la importancia que se reconoce a la preservación del patrimonio histórico, artístico y cultural de la Nación. En este sentido, es dable recordar que el Tribunal ha sostenido que el patrimonio cultural de una Nación preserva la memoria histórica de su pueblo y, en consecuencia, resulta un factor fundamental para conformar y consolidar su identidad”, dice el fallo de la Corte Suprema.
“Es por ello que su tutela por parte del Estado adquiere vital importancia puesto que permite preservar los testimonios de civilizaciones pasadas y presentes, los que resultan indispensables puntos de referencia de toda sociedad a la hora de programar sus proyectos sociales futuros”, agrega.
“La preocupación por la protección del patrimonio cultural aparece en la Convención para la Protección del Patrimonio Mundial Cultural y Natural acordada por la UNESCO en 1972 en la que se destacó que el patrimonio cultural y el patrimonio natural se encuentran cada vez más amenazados de destrucción no solo por las causas tradicionales de deterioro sino también por la evolución de la vida social y económica que las agrava con fenómenos de alteración o de destrucción aún más temibles”, avanza el documento de la Corte.
El máximo Tribunal deja en claro que la concesionaria, es decir Cencosud SA, “deberá sujetar la ejecución de los trabajos de mantenimiento y restauración a las recomendaciones efectuadas por la Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y de Bienes Históricos, de acuerdo a lo previsto en la ley 12.665 y su reglamentación, y por la autoridad de aplicación”. La Comisión deberá arbitrar los medios necesarios “para facilitar y fiscalizar el adecuado y completo cumplimiento de la obligación impuesta a la empresa en el contrato”.
Intentos de conservación
Durante las últimas décadas hubo varios intentos fallidos para la conservación del edificio. La firma concesionaria en 2008 realizó un proyecto de “Puesta en Valor, Restauración y Reciclaje” con un relevamiento que derivó en el pliego para convocar a licitación, pero el plan tampoco avanzó por lo que la empresa fue demandada por el Ejército en 2014 (expediente 29.528/2014) en una causa que se tramitó en el Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Contencioso Administrativo Federal N° 9.
En 2017, la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE) anunció que el predio cambiaría su funcionalidad mediante un decreto presidencial firmado por el expresidente Mauricio Macri que habilitaba la posibilidad que en esas tierras se generara un espacio público con emprendimientos privados, con una mixtura de usos, una vez finalizado el contrato de concesión con Cencosud. Ese acuerdo incluía la restauración del edificio histórico.
En esa línea, la Legislatura aprobó una ley en 2019 y la AABE firmó un convenio con la Sociedad Central de Arquitectos (SCA) para encontrar alternativas y aplicarlas en la puesta en valor del inmueble. El mismo año Cencosud SA recibió la segunda prórroga en el contrato de concesión hasta 2024 con un canon mensual que pasó de los $5.900.000 a los $9.000.000. Mientras tanto el Pabellón continuaba su proceso de decadencia y deterioro que hasta hoy, no se detuvo.