Expectativa por las imágenes de video del depósito de Barracas
La fiscalía busca en las filmaciones del interior del galpón indicios acerca de cómo se desató el fuego y sobre las causas del derrumbe que mató a bomberos y rescatistas
La fiscal de instrucción Marcela Sánchez, que investiga las causas del incendio y posterior derrumbe en Barracas, en el que murieron siete bomberos y dos rescatistas, aguardaba ayer que las grabaciones del interior del depósito siniestrado revelaran indicios de las causas y el origen del fuego.
Ningún elemento clave surgió ayer de la declaración testimonial que la funcionaria tomó al encargado de Seguridad e Higiene de la planta perteneciente a la empresa Iron Mountain, en la que -según trascendió- se almacenaban archivos valiosos, como causas judiciales y documentos del Banco Provincia, de Aerolíneas Argentinas y hasta de compañías atribuidas al empresario kirchnerista Lázaro Báez.
Sánchez, responsable de la Fiscalía Nacional en lo Criminal de Instrucción N° 37, tampoco había recibido al cierre de esta edición las constancias sobre la habilitación del galpón y las inspecciones en él efectuadas, que debía enviarle la Agencia Gubernamental de Control (AGC) porteña.
Días atrás se supo que el lugar fue por última vez fiscalizado en julio de 2012. Pese a que la legislación vigente obliga a inspeccionar anualmente, durante 2013 el procedimiento no se cumplió.
En la víspera, el encargado Seguridad e Higiene de la firma norteamericana -identificado como Héctor García en la página web oficial de las fiscalías nacionales- no pudo dar demasiadas precisiones sobre el desarrollo de los acontecimientos, ya que no estaba en el lugar el día del incendio, ocurrido el miércoles de la semana última en el galpón de Azara 1245.
Durante las tareas allí emprendidas para apagar las llamas, el derrumbe de una pared mató a siete bomberos (seis de la Policía Federal y uno voluntario) y a dos rescatistas del gobierno porteño.
Las víctimas fueron el comisario inspector Leonardo Day; la subinspectora Anahí Gárnica; los cabos primero Eduardo Adrián Canessa y Damián Véliz, y los agentes Maximiliano Martínez y Juan Matías Monticelli (todos integrantes del Cuerpo de Bomberos de la Policía Federal Argentina); Sebastián Campos, del cuartel de voluntarios Vuelta de Rocha, y los empleados de Defensa Civil José Méndez y Pedro Baricolo.
Hasta el momento, los testimonios recolectados en el expediente judicial permitieron acreditar que el sistema contra incendios mostró reiteradas fallas que impidieron a los empleados del depósito poner freno a las llamas. Cuando llegaron los bomberos, el fuego se había desmadrado.
Según los testigos, sonó una primera alarma, pero cuando fueron a constatar si había fuego no vieron nada. Minutos después se disparó una segunda alarma, y cuando los trabajadores llegaron al sector indicado, diferente del primero, las llamas ya se propagaban con voracidad.
Los aspersores automáticos no funcionaron y todo indica que las bombas de agua también fallaron. Varios bomberos entrevistados por la fiscal Sánchez señalaron que el agua que corría por las mangueras con las que intentaron apagar el incendio lo hacía con poca presión y, por lo tanto, no sofocaba el fuego.
"Los aspersores no funcionaban. Las mangueras tenían agua, pero no tiraba más de un metro. Sólo un chorrito de agua, por lo que era la bomba lo que no funcionaba", dijo a LA ANCION Antonio Sette, presidente de los Bomberos Metropolitanos Voluntarios de Vuelta de Rocha.
En mayo de 2007, durante el gobierno de Jorge Telerman, el Ministerio de Ambiente del gobierno porteño había clausurado otro inmueble, en Villa Lugano, donde Iron Mountain guardaba papel, cartón, envases, libros y muebles. La falta de un plan de contingencia para incendios fue uno de los motivos del cierre.
Ayer, la empresa emitió un comunicado en el que muestra su disposición a colaborar con la Justicia para esclarecer el trágico hecho, caratulado como NN sobre incendio u otro estrago con muerte de personas.
"Nos encontramos haciendo todo a nuestro alcance para entender cuál fue la causa y cómo funcionó nuestro sistema de protección de incendios. Apoyamos los esfuerzos de la Justicia para investigar exhaustivamente el incidente y nos encontramos colaborando completamente en el proceso. Adicionalmente, estamos llevando a cabo nuestra propia investigación, que incluye expertos en incendio e ingenieros", se leía en el comunicado.
Ahora, toda la expectativa está puesta en el análisis que la División de Apoyo Tecnológico de la Policía Federal efectúa sobre las imágenes de las cámaras internas del depósito de Barracas, que fueron recuperadas de un servidor informático situado fuera de esa instalación.
Desconocen si en 2008 hubo una clausura
Respecto de una versión según la cual un inspector de la Subsecretaría de Trabajo de la ciudad había inspeccionado el depósito de Iron Mountain en 2008 y había clausurado el lugar por no cumplir con las exigencias de seguridad contra incendios, el subsecretario de Trabajo porteño, Ezequiel Sabor, dijo ayer a la nacion que "desconocía" que su área hubiera llevado a cabo la correspondiente inspección.
"No tenemos ningún registro de una inspección en el depósito de Iron Mountain incendiado de Barracas. Lamentamos muchísimo lo que sucedió, fue una verdadera tragedia", dijo el funcionario porteño.