Estaciones fantasma: retoman las obras para completar el viaducto San Martín
Dos mil diecinueve fue el año de las grandes obras finalizadas en la ciudad. El Paseo del Bajo y los viaductos ferroviarios se llevaron todas las luces de las inauguraciones en pleno proceso electoral, aunque la fastuosidad de los proyectos dejó en segundo plano algunas irregularidades que salieron del anonimato meses después. Por ejemplo, en la traza elevada del tren San Martín donde dos estaciones que debían ser construidas a nuevas quedaron a mitad de camino por el incumplimiento de la empresa constructora.
En septiembre pasado, el gobierno porteño informó que había rescindidoel contrato con la UTE formada por Green-Rottio, que según la denuncia de al menos 50 proveedores dejaron de cobrar $400 millones. Cinco meses después un nuevo proceso de selección está en marcha para terminar las estructuras de las estaciones La Paternal y Villa Crespo-Chacarita donde las formaciones no se detienen desde que el viaducto fue inaugurado. Se busca que a fin de marzo la nueva empresa adjudicataria comience con los trabajos para terminarlos en seis meses, es decir, en noviembre.
El viaducto San Martín fue el segundo que se inauguró el año pasado después del Mitre. Tiene una extensión de cinco kilómetros entre las calles Paraguay, en Palermo, y Punta Arenas, en La Paternal. La elevación de las vías permitió abrir once calles que permanecían cerradas al tránsito y eliminar once barreras.
El avance de las vías en altura demandó, además, la demolición del Puente de la Reconquista, más conocido como el puente de Juan B. Justo en su cruce con la avenida Córdoba. En Juan B. Justo, a esa altura, se amplió la extensión del metrobus.
Aunque la obra tenía un avance del 96%, según los responsables, el 4% restante incluye la terminación de las dos estaciones y otras obras de infraestructura. En La Paternal y Villa Crespo-Chacarita se deben completar la construcción de locales, escaleras y losas de andén, instalaciones (sanitarias, eléctricas de iluminación, de incendio, de calefacción), montaje de señalética y mobiliario urbano, provisión de cubiertas, y puesta en servicio y habilitación de ascensores y escaleras mecánicas.
También quedaron pendientes obras hidráulicas, reparaciones de muros, ejecución de descargas pluviales, colocación de paneles acústicos, reparaciones de vigas, columnas y dinteles, y demolición de estructuras provisorias relacionadas con la posterior desmovilización de obra que comenzó en junio de 2017.
Cuando se rompió el contrato con la UTE se especuló que AUSA podía hacerse cargo de la finalización del viaducto con el apoyo de los gobiernos de la Nación y la ciudad a través del Ministerio de Desarrollo Urbano y Transporte, disuelto en diciembre pasado. Pero finalmente se realizó un nuevo llamado a licitación en el que se presentaron doce oferentes.
Las empresas que ahora podrían ser seleccionadas son Eleprint - Ilubaires, Chediack, Solana Obras Industriales, Bosquimano - Desobstructora Argentina, Fontana Nicastro, Marcalba - Construmex, Arqkul, Criba, Ferromel - HersoGYC Construcciones, Vial Agro, Niro Construcciones - Plantel y Ses - Construere - Copimex.
Los nuevos pliegos especifican que el contratista que se presente en la licitación está obligado a otorgar lo que se denomina first refusal a aquellos proveedores que habían sido contratados por Green-Rottio en el contrato original del viaducto San Martín. ¿Qué significa? La contratista seleccionada, al elegir proveedores, deberá primero contactar a aquellos subcontratistas que ya trabajaron en el proyecto original y se vieron afectados por la falta de pagos. Tendrán prioridad para ser elegidas siempre que ofrezcan un presupuesto similar o mejor.
Noventa mil son los pasajeros que utilizan a diario el San Martín que tiene una extensión de 70 kilómetros entre Cabred, en la provincia de Buenos Aires, hasta Retiro, conectando a la ciudad con los municipios de Tres de Febrero, Hurlingham, San Miguel, Pilar y Luján. En mayo de 2018, cuando los trabajos ingresaron en su pico de actividad, se implementó un servicio reducido entre las estaciones Cabred y Villa del Parque, con colectivos alternativos para suplir la ausencia del tren.
La Paternal y Villa Crespo-Chacarita son parte de las 22 estaciones que se encuentran en su recorrido. La segunda, principalmente, es de gran importancia para conectar varios medios de transporte porque se encuentra cerca de la estación Lacroze de la línea B de subte y a pocos metros de Corrientes.
En esa avenida, y su cruce con Dorrego, se producían uno de los mayores obstrucciones de tránsito cuando las barreras estaban bajas ante el paso de las formaciones. Con el viaducto se eliminó ese cruce a nivel y los de Córdoba, Newbery, Trelles-Warnes, Honduras, Gorriti, Cabrera, Niceto Vega, Loyola, Ramírez de Velasco y Girardot. Además se abrieron las de Castillo, Aguirre, Vera, Villarroel, Iturri, Leiva, Caldas, Concepción Arenal, Montenegro, Santos Dumont y Costa Rica.