Es vital revisar la legislación vigente
Las fiscalías porteñas, a partir de la nueva forma de organización y trabajo, han comenzado a abordar estratégicamente el problema de las organizaciones ilegales que lucran mediante la explotación de personas en condiciones de vulnerabilidad para la comisión de contravenciones.
Esas organizaciones pretenden obtener cuantiosas ganancias violando la ley a través de redes de distribución y recaudación en mercados tales como las ventas no autorizadas de "productos" y "servicios", como cuidacoches, limpiavidrios y juegos de azar clandestinos, entre otros, ocupando la vía pública.
Parte de este entramado de actividades ilícitas incluye a los conocidos barrabravas del fútbol. Estos llevan a cabo otras acciones ilegales para financiarse no sólo a través de graves delitos, sino también organizando estructuras de venta de productos, reventa de entradas y cobros de tarifas de estacionamiento no autorizadas en las inmediaciones de los estadios.
Frente a estos graves problemas que se generan desde la ilicitud organizada se han logrado importantes progresos desde el plano de la investigación, con una acción adecuadamente planificada y eficaz entre fiscales y fuerzas de seguridad. Así se ha logrado desbaratar varias bandas dedicadas a estas actividades ilícitas.
Sin embargo, subsisten dificultades dentro del proceso judicial, es decir, en el juzgamiento y la determinación de la responsabilidad de los organizadores responsables. Ello obedece, sobre todo, a la falta de mecanismos que no sólo faculten, sino que obliguen a agilizar el procedimiento judicial contravencional frente a ciertas categorías de hechos, de modo tal que el juicio se lleve a cabo rápidamente después de individualizar a los responsables.
Junto a ello es necesario revisar profundamente la legislación contravencional de fondo, a efectos de contemplar nuevas figuras en las que queden claramente comprendidas y severamente sancionadas estas organizaciones ilícitas.
La actual regulación resulta muy poco eficaz en términos de disuasión y eficiencia de los procesos judiciales a la hora de apoyar el trabajo de investigación para desbaratar a estas bandas. Eso se advierte al notar que la mayor parte de las penas contempladas por el Código Contravencional son multas de montos bajos y desvalorizados. Por lo tanto, otro de los aspectos por revisar es el del marco sancionatorio.
Es la única manera de que, mediante una acción coordinada, pueda hacerse frente a este flagelo que afecta la convivencia y sienta las bases para otros delitos más graves que sufrimos diariamente.
El autor es fiscal general de la Ciudad.