En Tigre, una demanda se convirtió en ocupación
Desde 2004, una comunidad multiétnica conformada por guaraníes, kollas, qoms y criollos ocupan una hectárea en Dique Luján, Tigre, conocida como Punta Querandí, que había sido adquirida por la desarrolladora San Atanasio. Sus ocupantes afirman que hay restos arqueológicos que exhiben en un museo de madera y dicen haber encontrado dos fragmentos de cráneos humanos en lo que habría sido un enterratorio ancestral.
Los especialistas que hicieron un estudio de impacto arqueológico para San Atanasio hallaron una punta de lanza, punzones y piezas de cerámica, todo atribuido a "grupos cazadores-recolectores que habitaban la zona unos pocos siglos antes de que los europeos arribaran al área".
Valentín Palmacallamullo, miembro de esa comunidad de 30 personas, acampa para resistir un eventual desalojo.
San Atanasio pidió el desalojo a la Justicia, ya que esas tierras le pertenecen. Lo acreditaron con una escritura y un boleto de compraventa. El Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano rescató el material arqueológico. "La existencia de restos arqueológicos no invalida la titularidad de dominio o la propiedad privada", afirman voceros de la empresa.