En lugar de picar boletos, ahora los guardas revisan la SUBE con lectores inalámbricos
El sistema de control electrónico de pasajes comenzó a funcionar en la línea Mitre
Paso a paso, la modernización deja atrás viejas costumbres. Ya son pocos los trenes donde se escucha la voz cantante del guarda que anuncia el arribo a la próxima estación: un letrero luminoso y un sonido que sale por altoparlantes ocupan ese lugar en las nuevas formaciones.
Ahora llegó el turno del reemplazo de la vieja pinza picaboletos. Con el fin de incrementar los controles sobre los usuarios que deben abonar su pasaje, la línea Mitre puso a prueba un sistema que permite al guarda recorrer la formación con un aparato inalámbrico de lectura de tarjetas SUBE y verificar cuál fue la última transacción registrada.
Aunque aún se encuentra en una etapa de preimplementación, los 150.000 pasajeros que a diario utilizan esa línea, en cualquiera de sus tres ramales, ya pueden toparse con algún empleado ferroviario que, con amabilidad, les solicitará la tarjeta SUBE para corroborar que el último movimiento guardado en el saldo corresponda al abono del viaje en curso. "Está bien que controlen. No es cuestión de colarse", dijo Valeria Grosso, al arribar a la terminal de Retiro.
Para la verificación, el guarda cuenta con una terminal inalámbrica en la cual apoya la SUBE del usuario. El mismo procedimiento se está experimentando en las estaciones donde aún no hay molinetes.
Desde la Operadora Ferroviaria Trenes Argentinos, a cargo de la administración del servicio del Mitre, señalaron a LA NACION que el sistema todavía está a prueba en distintas estaciones y que no está definida la fecha en la que comenzará a aplicarse de manera efectiva. Empezó a instrumentarse tras la renovación de la flota y se calcula que, en dos meses aproximadamente, habrá 150 terminales inalámbricas disponibles.
Según se prevé, la modalidad de control de pasajes electrónico se extenderá a las restantes líneas que integran la red ferroviaria una vez superada la etapa de prueba piloto.
Ya a principios de este año la empresa estatal había lanzado una nueva modalidad de pago, denominada check in / check out, para mejorar el flujo de abono de boletos, que presentaba muchas falencias.
Apenas el usuario pasa la SUBE por el lector del molinete, antes de comenzar su recorrido, la pantalla muestra cuál es la tarifa máxima posible: $ 3. Si su viaje es inferior a 12 kilómetros, al descender de la formación y salir de la estación, el pasajero debe volver a pasar la tarjeta por el lector y, de manera automática, el sistema le cobrará 2 pesos.
Si el trayecto es superior a 12 kilómetros, el costo del viaje será aquel mayor monto que el sistema le exhibió al comienzo de la travesía.
"Se ha producido un aumento exponencial en la cantidad de pasajeros pagos transportados; hoy llega al 78%", afirmaron voceros de Trenes Argentinos. Se pasó de 1.900.000 pasajeros mensuales pagos a principios de 2015 a más de 3.400.000 el mes pasado. No obstante, todavía se advierten algunas estaciones, como Rivadavia, del ramal Retiro-Tigre, donde algunas puertas permanecen abiertas y sin control de ingresos y salidas.