Elecciones 2023: Leandro Santoro y un capítulo más de un enfrentamiento histórico que deberá apelar a la hazaña
El candidato de Unión por la Patria se metería en segunda vuelta, pero la cosecha de votos de Jorge Macri (49,6%) le puso la vara muy alta
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Mesurado, como es habitual, Leandro Santoro definió el próximo paso poco después de conocer los primeros resultados de las elecciones. “Hemos decidido esperar hasta el recuento definitivo porque la diferencia es muy finita”, anunció el candidato a jefe de gobierno de Unión por la Patria, que entraría a la segunda vuelta frente a Jorge Macri, que arañó el 50% con más del 96% de las mesas escrutadas.
Si el recuento definitivo confirma la diferencia y los porcentajes, Santoro y Macri definirán el 19 de noviembre en un mano a mano que ya lleva varios rounds históricos, con la moneda siempre inclinándose del lado de Juntos.
Santoro, el radical devenido candidato del kirchnerismo, está en el lugar que deseaba instalarse consciente de que no le daba el combustible para pelear la primera vuelta en un distrito tan amarillo. Así, ya mejoró lo que hizo en 2015 cuando acompañó en la fórmula a Mariano Recalde y apenas pudieron conseguir el 22% de los votos, quedándose afuera del ballottage. Ahora tendrá por delante el karma de las segundas vueltas para el peronismo, que suma varios capítulos de derrotas.
El antecedente más inmediato no es nada favorable. En 2019, Horacio Rodríguez Larreta no le dio margen al kirchnerismo y lo apabulló en primera vuelta, con un contundente 53,49% de votos frente a los 33,56% de Matías Lammens, que desde diciembre será legislador porteño por Unión por la Patria.
Dos enfrentamientos anteriores tuvieron a los mismos protagonistas con idéntico resultado. En 2007, Mauricio Macri le sacó más de 20 puntos a Daniel Filmus para llegar al Ejecutivo porteño y en 2011 lo superó por poco menos de 30 puntos.
¿Está Santoro en condiciones de dar el batacazo y romper una tradición Pro? El escenario es complejo, quizá más que los anteriores para el peronismo porteño, porque el umbral de votos que logró Jorge Macri (49,6%) lo pone a un paso de ser el sucesor de Rodríguez Larreta. En un escenario en el que Santoro lograse retener todos sus votos y captar todos los votos de La Libertad Avanza y de la izquierda, el kirchnerista de genética radical apenas superaría el 50% de los sufragios. Pero la pelea la dará.
Gobierno de apertura
El hoy diputado, con mandato hasta 2025, conoce la ciudad. Además de ser candidato a jefe porteño y compañero de fórmula de Recalde, tuvo un paso como legislador entre 2017 y 2021. Su hombre fuerte en el recinto es hoy Juan Manuel Valdés, uno de los armadores de la campaña, y tiene un amplio apoyo del peronismo porteño. Sin embargo, sus orígenes radicales y las viejas amistades podrían apuntalar el sueño de la hazaña en la segunda vuelta.
“Si me tocara gobernar, sería muy generoso en la incorporación de todos los progresistas de la ciudad. Incluye a (Martín) Lousteau como ministro. Abriría un gobierno para que participen todos”, afirmó Santoro en el cierre de campaña. Lousteau integra el espacio de Juntos por el Cambio y fue a la interna con Macri, pero también mantiene una buena relación con el radical.
Además, Maximiliano Pullaro, gobernador electo de Santa Fe por el radicalismo de Juntos por el Cambio, lo defendió de los ataques de Javier Milei. “Tengo diferencias claras con Leandro, pero respeto mucho su trayectoria y sus ideas. La matriz autoritaria de Milei también le impide ser más respetuoso con la Unión Cívica Radical, el partido de la democracia y las instituciones”, escribió Pullaro en redes sociales. ¿Otra señal de que el radicalismo puede aportarle votos frescos?
La estrategia aperturista de Santoro también incluye a la izquierda. “Estoy pensando en ofrecer a la izquierda ‘fierros’ para que participen del Estado. Hay gente muy honesta. Hay que construir políticamente consensos para gobernar”, avisó.
La vara tan alta que puso Macri en primera vuelta le dará rasgos de hazaña épica a una eventual victoria de Santoro en segunda vuelta, para lo que no solo alcanzaría con sus buenas relaciones fuera de Unión por la Patria. Por eso, deberá negociar con Ramiro Marra y compañía, quizás con el acompañamiento de proyectos en la Legislatura porteña como moneda de cambio. Tarea difícil: en el cierre de campaña, Milei calificó a Santoro como “un impresentable de origen radical”.
Además de pescar votos de Lousteau y convencer a los libertarios, Santoro podría apuntar a captar el interés de quienes no votaron. Las elecciones de ayer tuvieron una participación del 67,36% del electorado porteño, es decir, 1.952.959 votantes de los 2.898.969 habilitados. Cerca de un millón de porteños decidieron no votar, y la diferencia entre Macri y Santoro fue de poco más de 300.000 votos. En esos números podría estar también el futuro de la elección.