El Zoo tendrá áreas de acceso gratuito, actividad educativa y juegos de aventura
La primera etapa de cambios tardará seis años; hay críticas porque la transformación paisajística y recreativa se definió antes de los planes para mejorar el estado de los animales y su traslado
Mientras aún no se definió el futuro de los animales alojados en el zoo porteño, la Ciudad anunció ayer un plan de transformación paisajística y recreativa de seis años que prevé, por ejemplo, la habilitación de 12 hectáreas de acceso gratuito (65% del total), la oferta de actividades participativas para que los más chicos entren en contacto con la naturaleza y aprendan a cuidarla, y el cambio del paradigma de la exhibición de fauna exótica en medio de la gran urbe a otro tendiente a la conservación de especies autóctonas.
La presentación llega después de un año de incertidumbre y cuestionamientos de distintas ONG al plan oficial; si bien tras la estatización se habían prometido la reconversión del predio de Palermo en un ecoparque interactivo y el fin del cautiverio animal, pocos habían sido los avances registrados. También da por tierra con las insistentes versiones respecto de que las demoras escondían la intención de liberar los terrenos a desarrollos inmobiliarios.
Ayer, el jefe de gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, y el ministro de Modernización, Andy Freire, argumentaron que concluyó una primera etapa en la que se sembraron los cimientos para el verdadero cambio y que estuvo signada por procurar el bienestar animal de la colección del Zoo, el tendido de las bases institucionales y el diseño del plan de transformación, que finalmente comenzará a concretarse después de las vacaciones de invierno. Las críticas no tardaron en escucharse.
Para 2019, según el anuncio oficial, el predio habrá sumado tres espacios novedosos. En primer lugar, el de investigación y educación, sobre la calle Las Heras: contendrá un centro de rescate, un hospital veterinario, una biblioteca con aulas adyacentes para actividades con escuelas y un auditorio. Hacia la avenida Sarmiento, el sector de arte y cultura alojará iniciativas con contenido enfocado en la importancia del ambiente y la biodiversidad e incluirá un paseo de la prehistoria con foco en los dinosaurios.
Para la misma fecha se prevé la inauguración, en el frente hacia Avenida del Libertador, del espacio de recreación y consumo sustentable, donde funcionarán desde una huerta orgánica hasta juegos de aventura e interactivos al aire libre.
Un faro de la biodiversidad crecerá en el centro del predio de Palermo para 2023: será un núcleo físico con desarrollo vertical dividido en dos sectores, destinado al conocimiento de los orígenes de la vida y la concientización sobre la diversidad. "Será un nuevo ícono de Buenos Aires", se entusiasmaron ayer los funcionarios.
Todas las áreas mencionadas, excepto un sector del faro de la biodiversidad, tendrán acceso libre y gratuito, y los vecinos podrán disfrutarlas sin pagar, excepto en el caso de algunas actividades específicas probablemente concesionadas a privados, que estarán aranceladas.
Los cambios también prevén la demolición de todos los edificios que no cuenten con protección patrimonial, mientras que los declarados monumentos históricos serán refaccionados.
Por todas la intervenciones previstas, se ganará -según la Ciudad- un 24% de superficie verde, que pasará de 10,9 a 13,5 hectáreas.
Posteriormente a 2023 quedará conformado el quinto espacio, que por lo delicado de su función y sus requerimientos no tiene un plazo preestablecido: la zona de conservación de especies autóctonas, que replicará diferentes regiones naturales existentes en la Argentina. En el mismo sector habitarán los animales ya alojados en el Zoo que, por cuestiones de longevidad, estado sanitario, riesgo en el traslado o no hallar un lugar que los reciba, deberán permanecer en Palermo hasta su muerte.
Hoy, en el predio viven 1400 animales, luego de la derivación de otros 353 que habían llegado secuestrados por la Dirección Nacional de Fauna Silvestre. Los equipos gubernamentales todavía no definieron cuáles y cuántos de ellos terminarán siendo trasladados y cuáles permanecerán para integrar la futura área de conservación y ecorregiones, que cobijarán ejemplares de fauna local vulnerable y a los individuos de los programas de conservación.
Preocupación
Lo que sí saben los funcionarios es que la primera tanda de traslados deberá incluir los osos pardos, los flamencos, los caimanes, los chimpancés y otros primates -como la orangutana Sandra, declarada persona no humana por la Justicia-, cuyos recintos están en los sectores sobre Las Heras y Del Libertador, por donde comenzarán las obras. Así lo explicaron a LA NACION Freire y Manuel Pascual, jefe de gabinete de la Unidad de Proyectos Especiales Ecoparque Interactivo.
Precisamente, algunas de las ONG que brindaron asesoramiento durante la etapa de transición elevaron en las últimas horas una nota al jefe de gobierno en la que expresaron su preocupación porque "el plan de transformación incluya cambios desde el punto de vista paisajístico y arquitectónico que dan mayor prioridad a ampliar el espacio verde que a generar un espacio dedicado a la conservación de la fauna, a la educación relativa a la biodiversidad y al bienestar de los animales, que debieran ser los ejes rectores". En ese sentido, criticaron que no se haya definido un "plan de colección animal actual, transicional y futura" ni "las ecorregiones a ser representadas" ni "los programas de conservación prioritarios", a los cuales debería ceñirse el plan maestro. Firman la nota, entre otras, la Fundación Azara, la Fundación Vida Silvestre, la Fundación Temaikén y Aves Argentinas.
Curiosamente, desde Aves Argentinas llegó el flamante gerente de Conservación del ecoparque, Rodrigo Fariña, quien admitió: "Estamos ahora empezando a delinear el plan de colección y a definir los proyectos de conservación. Se trabaja en dos escalas: qué especies y qué individuos. No hay plazos, como tampoco los hay para el traslado de los animales".