El trasfondo político de la batalla
Pro y el FPV luchan por el control de la zona sur de la ciudad; el enojo de Rodríguez Larreta
El trasfondo político de la batalla campal que dejó un saldo de dos personas heridas en la sede de la comuna 4, en Nueva Pompeya, pone de manifiesto en una escala local lo que sucede a nivel nacional: Pro y el kirchnerismo duro pelean por porciones de poder.
La reunión del Consejo Consultivo fue para que los vecinos dieran su parecer sobre la intención del club Boca Juniors de construir un nuevo estadio -con capacidad para 80.000 personas- y hacer un shopping en La Bombonera sobre los terrenos situados al lado de Casa Amarilla, que quedaron en manos de la institución que preside Daniel Angelici tras una licitación pública.
Pero detrás de esa discusión, lo que emergió violentamente fue la puja por el control de la zona sur. Las acusaciones se cruzan. Desde el macrismo aseguran que se trata de un ajuste de cuentas, mientras que desde el kirchnerismo apuntan a una "patota de Angelici".
Uno de los integrantes de la agrupación Boca es Pueblo, compañeros de los agredidos -Matías Scinica recibió un cuchillazo en el cuello y Fernando Abal Medina, hermano del senador del Frente para la Victoria Juan Manuel Abal Medina, fue salvajemente golpeado-, dijo a LA NACION que fueron agredidos por intentar evitar "un negocio inmobiliario de 450 millones de dólares".
En Pro, a su vez, describieron a Boca es Pueblo como una agrupación "radicalizada" y aseguraron que varios de sus integrantes son de La Cámpora, algo que desmienten desde la organización que conforman unos 40 hinchas de Boca.
La pelea es "por un botín", contó una experimentada legisladora que no integra ninguno de los bloques en pugna. Según explicó, ese "botín" se lo disputarían las patas peronistas de Pro y del Frente para la Victoria.
Apenas se enteró de los hechos, Horacio Rodríguez Larreta "explotó" de bronca. Según pudo saber LA NACION, el jefe de gobierno porteño se encuentra "muy enojado" con el ministro de Justicia y Seguridad, Martín Ocampo, cercano a Angelici. Y dispuso a todo su equipo para asistir a la Justicia y así aclarar lo antes posible la situación.
"Es una vergüenza, una barbaridad", aseguró Rodríguez Larreta, que negó la existencia de "patotas" en el macrismo porteño.
Con su hermano aún internado por los golpes que recibió ayer, el senador Juan Manuel Abal Medina aseguró: "Le pido a la Justicia que actúe con rapidez para encontrar a los responsables. Esto no se puede volver a repetir".