La reapertura del ex Buenos Aires Design está pautada para septiembre del año próximo; fue el polo comercial de muebles y decoración, cerró antes de la pandemia y ahora tiene un nuevo concesionario
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El próximo recital de L-Gante se promociona en los carteles que rodean la fachada de ex Buenos Aires Design. #Libertadparasoñar parece ser el lema del show en el Luna Park. Los paneles de obra también publicitan plataformas de streaming y se meten en el balotaje del domingo: “No al voucher en educación”, dice un mensaje sin mencionar a ningún candidato. Las publicidades provocan un impacto visual que aturde en ese espacio verde y parisino que siempre fue un símbolo de Recoleta, pero que un día entró en decadencia y finalmente llegó a su fin.
Los carteles son parte del entorno del viejo polo de muebles y decoración que por dentro está viviendo una transformación tan grande que promete cambiar la esencia del lugar. “OH!, el cielo abierto para vos”, se lee en la terraza. “Una nueva dimensión de shopping está llegando a Buenos Aires”, se anuncia. El proceso parece no verse, pero está en marcha y apunta a terminar en septiembre del año próximo.
Así lo adelantaron a LA NACION los responsables de OH! Buenos Aires, que apuntan a ofrecer una propuesta similar a la de OH! La Barra, en Punta del Este. La empresa ganó la licitación en 2020 y, en abril de este año, comenzaron los trabajos que se encuentran terminados en un 60%, según informaron. El proyecto es del estudio Bodas Miani, con la ejecución de los trabajos por parte de Cortes y Sistemas y la dirección del arquitecto Guillermo Sambresqui y asociados (Estudio GSA).
En este punto, surgen algunas diferencias con la Secretaría de Transporte y Obras Públicas de la ciudad que tiene el seguimiento del proyecto. De acuerdo a la información oficial, el nuevo shopping debería estar finalizado en junio próximo y, hasta el momento, hay un 30% de la obra finalizada. Como sea, todo apunta a que en 2024 el espacio abrirá las puertas.
“Nuestro contrato contempla la apertura del shopping total y no parcial y está fijado en septiembre de 2024. Es un compromiso que nosotros tenemos de terminarlo en ese tiempo. Por supuesto que a todos nos gustaría poder abrirlo antes, pero lo que queremos es hacer las cosas bien”, explicó Marcelo Porcel, inversor mayoritario del proyecto en el predio de 15.000 m² y 34.000 m² de construcción.
El ex BA Design comenzó a desangrarse al finalizar 2018, cuando estaba llegando a su fin el contrato de concesión firmado entre IRSA y el Gobierno de la Ciudad, propietario del predio. Desde ese momento creció la incertidumbre sobre el futuro del centro comercial que siguió funcionando hasta fines de 2019 con una administración provisoria entre la Cámara de Empresarios Madereros y Afines (CEMA) y la Asociación de Hoteles, Restaurantes, Confiterías y Cafés (Ahrcc) para garantizar la continuidad de los puestos de trabajo gastronómicos.
El centro comercial de Diseño y Decoración fue cerrando locales a medida que se vencían los contratos con los locatarios o porque las caídas en las ventas los impulsaban a bajar las persianas. Atrás quedaron 25 años de concesión de IRSA –que no pudo extender el vínculo por entre 18 y 30 meses como lo había propuesto–, 70 locales cerrados y más de 700 trabajadores que reclamaron por sus empleos.
Al menos cuatro sociedades presentaron sus propuestas y la adjudicación quedó en manos de la empresa Hatzlaja, una compañía de capitales uruguayos y panameños. La pandemia y las restricciones obstaculizaron el proceso y la entrega del predio, que se produjo en el segundo semestre de 2020.
La concesión será por 20 años y la empresa deberá pagar un canon mensual a partir de la apertura del lugar. La inversión comprometida por el sector privado va entre los 10 y 15 millones de dólares para acondicionar el espacio que tendrá al menos 100 locales de gastronomía y entretenimiento, aunque con comercios de indumentaria, accesorios, joyerías o perfumería, entre otros. La idea de los desarrolladores es generar un “mix responsable” y diferente a las propuestas tradicionales, “algo planeado, pensado como si fuera una obra de arte”.
Cambio de estilo
La puesta en valor integral de Oh! Buenos Aires demanda una intervención integral. Hasta el momento se realizó la apertura de cuatro patios con sus refuerzos estructurales con el objetivo de incluir ventilación y luz natural a todos los niveles. Además, se renovó la terraza recova con trabajos de impermeabilización y cambio de baldosas. La obra civil, la colocación de tabiques divisorios en los futuros locales, y la restauración de la antigua chimenea también son parte de esta etapa de la obra.
El traslado de escombros que se realiza en un camión y la aparición de algunos obreros en el exterior verifican que la transformación del espacio ocurre puertas adentro. La modificación de la estructura es lo que hoy concentra los trabajos porque la fachada aún demanda una restauración urgente. Hay sitios que parecen abandonados, con vidrios rotos y restos de obra acumulados.
Sin embargo, el proyecto avanza con algunos cambios respecto al original debido a un golpe de efecto después de la pandemia. “Teníamos un proyecto de shopping tradicional, cerrado, algo muy parecido a lo que había antes. Pero después de la pandemia nos dimos cuenta que la gente ya no quiere encerrarse, quiere estar al aire libre, disfrutar el paisaje. Entonces nos planteamos ser algo distinto”, explicó Porcel.
“Nos preguntamos: ¿por qué vamos a hacer lo mismo que ya fracasó en otros lugares? Entonces cambió el concepto de shopping por un centro de experiencias, con propuestas de gastronomía y entretenimiento para toda la familia. Lógicamente tendrá una parte de retail, que es lo tradicional de todos los shoppings. Pero el enfoque será un 70% en lo que es experiencias de todo tipo y con propuestas diferentes”, amplió.
El volantazo significó repensar el proyecto, perforar las losas para generar los cuatro pulmones y lograr una obra sustentable. En esos patios se prometen actividades con juegos, entretenimientos, arte, cultura, gastronomía y comercios. Se preveía que la terraza podía inaugurarse el mes pasado, pero, a pesar de estar finalizada, por razones de seguridad y por tener el resto de la obra en marcha, la empresa decidió abrir todo el complejo al mismo tiempo.
Ahora el nuevo shopping intentará ser un punto de conexión entre Barrio Norte y Recoleta, con un corredor sustentable y experiencias que nuevamente pondrán en valor el lugar.