El misterioso terreno desocupado desde hace décadas en Villa Devoto que albergó un palacio del siglo XIX
En ese inmueble, ubicado en Mercedes al 4100, frente a la plaza Arenales, vivieron familias ilustres del barrio; hoy está vacío pero prolijamente mantenido
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Un terreno vacío entre medio de edificios, rodeado por un polo gastronómico que no para de crecer y de una plaza repleta de gente es un detalle que no pasa inadvertido para nadie en el centro de Villa Devoto. Rejas negras y un paredón a media altura separan de los ojos de los curiosos a ese lugar que se encuentra mantenido en perfectas condiciones desde hace más de 50 años, cuando quedaron atrás los últimos vestigios de un viejo palacete construido a fines del siglo XIX.
En ese inmueble, ubicado en Mercedes al 4100, frente a la plaza Arenales, vivieron familias ilustres del barrio y se realizaron diferentes actividades culturales, artísticas y comerciales hasta que la urbanización avanzó hasta ganar gran parte de la superficie del terreno. Las torres con reminiscencias de castillos franceses del siglo XVI, los vitraux, los amplios salones donde se organizaban reuniones sociales con la participación de los apellidos más ilustres de la época y los vastos jardines formaron parte de la historia de esa residencia.
¿Qué hace hoy un terreno vacío en una de las zonas con mayor potencial de construcción? Después de pasar por varios dueños, en la actualidad pertenece a la familia Jakim, que se dedica a la compra y venta de propiedades, que se encarga del mantenimiento y cuidado del predio. El espacio fue utilizado para realizar eventos solidarios y barriales, algunos de ellos relacionados a la gastronomía y vitivinicultura, pero no existe ningún proyecto inmobiliario para desarrollar allí. Los propietarios mantienen un perfil bajo y prefieren no hacer comentarios al respecto, pero según pudo saber LA NACION están abiertos a escuchar propuestas por el inmueble.
Un inmigrante de origen italiano, hombre fuerte dentro del mundo de las finanzas de Buenos Aires y gerente del Banco Italia y Río de la Plata que quebró en los años 80, fue quien mandó a construir el palacete. Se llamaba Honorio Stoppani y también formaba parte del comité fundador del Banco Inmobiliario. Hoy Stoppani le da nombre a una de las plazoletas de Villa Devoto.
“Los socios del banco construyeron palacetes cerca de la plaza, entre ellos Stoppani. No hay fecha precisa de la construcción, porque no aparece en los archivos municipales el permiso, pero se puede decir que es del año 1890, aproximadamente”, cuenta Edgardo Tosi, presidente de la Junta de Estudios Históricos de Villa Devoto.
El palacio, proyectado como un emprendimiento inmobiliario, era moderno para la época, con varias estructuras diferentes, torres y espacios para la familia y las actividades sociales, seis dormitorios y un ingreso por la calle Pareja, cuyos jardines se vendieron a comienzos de los años 40 aunque todavía se conserva la entrada original.
Al finalizar la obra, Stoppani puso la propiedad a nombre de su esposa, Nina. Por esos tiempos, las casonas y palacetes se utilizaban como residencias de descanso, salvo algunos casos que lo usaban como residencia familiar. “En esa época Villa Devoto era un pueblo, lejos de la Capital, había todo un campo abierto y era una zona de quintas”, cuenta Tosi.
El hombre del mundo de las finanzas murió en 1917 y su entierro se recuerda porque el cortejo fúnebre se trasladó en tren, desde Villa Devoto hasta Retiro y, luego al cementerio de la Recoleta. Teófilo Barañao, perteneciente al Partido Socialista, adquirió entonces la propiedad, que comenzó a tener una mayor actividad de índole política.
Según los registros de la época albergó a militantes socialistas perseguidos, fue escondite de Juan B. Justo, el fundador del partido, y el refugio de los archivos de la Casa del Pueblo Socialista, de la avenida Rivadavia 2150, cuando sufrió el atentado que terminó con el incendio de esa propiedad en 1953.
Según se puede leer en la revista de colección Devoto Historia, uno de los nietos de Barañao recordaba sobre la casa: “Se entraba por un costado, tenía una sala de cuadros, un salón, hall, unos vitraux preciosos, un jardín de invierno que daba al parque, sala comedor y billar. Al fondo, bajando las escaleras, estaban los espacios de servicio: cocina, antecocina, baños toilettes. En el hall había una gran escalera que iba a la primera planta donde estaban los dormitorios, con baños, salas, azoteas y en un entrepiso las habitaciones de servicio”.
La familia Barañao tuvo la propiedad desde 1928 y los herederos de Teófilo la utilizaron para realizar diferentes actividades. El inmueble se alquilaba para remates de antigüedades y mobiliario. “Rematarán el soberbio moblaje, reliquias y obras de arte que adornan el suntuoso palacio Barañao de la calle Mercedes 4142 (Plaza Devoto). Hoy, exposición; remate, lunes 19 y martes 20 a las 21 horas. Moblaje inglés, español y francés de época”, se publicitaba en un aviso de remates del 18 de abril de 1971.
La sede del Movimiento Musical Argentino es la última actividad que aparece en los registros históricos antes de que el antiguo palacete se convirtiera en un terreno vacío. La superficie inicial fue cediendo terreno ante proyectos inmobiliarios, pero las huellas del soberbio palacete del italiano Stoppani se muestran intactas frente a la plaza Arenales como un espacio desaprovechado. Ante la mirada de los curiosos, que no dejan de sorprenderse.
Edición fotográfica: Enrique Villegas