El gobierno porteño fue la Corte Suprema para ponerle fin a la concesión del Casino Flotante
El Gobierno de la Ciudad apeló a la Corte Suprema para poder ponerle fin a la concesión del Casino Flotante, luego de que la sociedad que explota el lugar consiguió una cautelar, ratificada en segunda instancia, para evitar que se termine el contrato. La decisión de presentar un recurso extraordinario ante el máximo tribunal se plasmó el 31 de octubre, una semana después de que la Cámara Federal en lo Contencioso Administrativo dejó firme la medida de no innovar.
El jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, tomó la decisión de apelar ya que su postura y la de sus socios políticos es que en la Ciudad no haya "ni una máquina más", pese a que la recaudación por la industria del juego representa el 2% de los ingresos de las arcas porteñas.
El contrato de concesión que tenían la española Nortia (50%), HAPSA (25%) e Invertclub (25%) con el Estado Nacional para la instalación y explotación de los dos barcos en Puerto Madero vencía en noviembre de este año. Sin embargo, antes de que se cumpliera el plazo recurrieron a la Justicia debido a que consideran que se cambiaron las reglas de juego en 2016.
Ese año, el presidente Mauricio Macri y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, avanzaron con el convenio de traspaso de las competencias del juego a la órbita de la Ciudad por lo que tanto el Casino como el Hipódromo de Palermo, más las agencias de apuestas y los juegos que allí se comercializan, pasaron a estar bajo el control del Ejecutivo porteño.
Antes de que se concrete el traspaso, Macri aumentó por decreto el monto del canon que debía pagar el Casino del 20% al 30% con lo que igualó al que paga el Hipodrómo. Ante el escenario de traspaso, las sociedades que explotan ambas salas de juego también comenzaron a pagar el impuesto a los Ingresos Brutos, algo que el propio Macri reclamaba cuando era alcalde porteño.
Todos esos cambios en las reglas fueron los motivos por los cuales desde la empresa sostuvieron que hubo un "quiebre en la ecuación económica" y aseguraron que el aumento del canon representó una suba del 50% en términos reales.
La recaudación en la mira
Tal y como contó en su momento LA NACION, las dos sociedades que explotan el Casino y el Hipódromo aportan entre canon, Ingresos Brutos y moratorias, cerca del 2% de los ingresos de que dispone la Ciudad. Si el presidente electo Alberto Fernández cumple con su intención de disminuir los ingresos de coparticipación federal, la torta se reduciría aún más.
Los barcos le aportan, de la masa de ingresos por el juego, entre el 20 y 30% entre todos esos gravámenes, según explicaron fuentes de Lotería de la Ciudad (LOTBA), a cargo de Martín García Santillán. En total, el Hipódromo y el Casino le generan a las arcas porteñas cerca de $5.000 millones, que es el equivalente a los desembolsos públicos para subsidiar la tarifa del subte. El año que viene la cifra ascendería, de acuerdo a fuentes del rubro, a los $8.000 millones.
Es por eso que hay quienes sostienen que, al margen de la apelación, el jefe de Gobierno porteño no ve con malos ojos que el Casino siga funcionando.
Desde LOTBA adelantaron que esperaran el resultado del recurso a la Corte, que comparte la Procuración General de la Ciudad en conjunto con Nación, para decidir qué plan seguir adelante. "LOTBA sigue cumpliendo todas las potestades de control, fiscalización y la Ciudad sigue teniendo poder de policía sobre el Casino", aclararon desde el organismo.
La Constitución de la Ciudad admite solamente dos opciones. La primera es el cierre y la segunda es la estatización. "Hay que tener en cuenta que hay cerca de 3.000 empleados, que en un contexto de recesión no es algo menor", sostuvo una calificada fuente de Uspallata.
Es que no son pocos los que recuerdan cómo se terminó de cerrar la negociación con los gremios en 2016 por el cierre de los cinco bingos que había la Ciudad, cuando se reubicó a gran parte del personal de esas salas dentro de la Ciudad y se ofrecieron retiros voluntarios para otros.