El financiamiento colectivo aterriza en la política porteña
Un proyecto de reciclaje se someterá al crowdfunding, que en Estados Unidos financió la campaña electoral de Obama
En los tiempos que corren, Internet puede servir para financiar campañas políticas, apoyar económicamente iniciativas sociales o reunir a empresarios dispuestos a sostener todo tipo de causas. En esa tendencia mundial, Buenos Aires no es una excepción. Y por eso el financiamiento colectivo o crowdfunding acaba de hacer su aparición en la política porteña.
La novedosa forma de recolectar fondos para una campaña, que tuvo su auge después del uso que hizo el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, suma en la ciudad de Buenos Aires un nuevo capítulo con el reciclado como tema central.
El concepto de crowdfunding o micromecenazgo se refiere al esfuerzo colectivo de individuos que se encuentran convocados por un sitio de Internet. A través del crowdfunding se apoya una gran variedad de actividades, que van de las causas filantrópicas a las manifestaciones artísticas, campañas políticas y negocios emergentes.
En este sentido, el proyecto de la diputada Gabriela Seijo (Pro), quien está al frente de la Comisión de Ecología de la Legislatura porteña, consiste en la producción de 1000 juegos de bolsas de un material híper resistente, durable, lavable y 100% reciclables, diseñadas especialmente para que 1000 familias puedan separar los residuos en sus hogares de manera que puedan ser reciclados.
Cada juego de contenedores está compuesto por dos contenedores: uno verde para reciclables mixtos (plástico, vidrio, metal) y uno azul para papel y cartón. Sus manijas hacen que sea fácil y práctico llevarlas a los puntos de recolección de los recuperadores urbanos.
"La idea del proyecto es lograr producir estas bolsas para que luego puedan ser regaladas a través de las cooperativas de recicladores urbanos con el fin de incentivar la separación de residuos en origen", contó Seijo a LA NACION.
Además, la iniciativa persigue otro objetivo: conectar a las cooperativas de cartoneros con los vecinos, ya que las 1000 familias que reciban las bolsas serán detectadas y capacitadas por los mismos recuperadores urbanos que les enseñarán qué basura se puede separar, cómo guardarla y cómo contactarse con ellos para obtener el material.
"Cada cooperativa tiene rutas y allí se elegirán las familias. La idea del proyecto es seguir ese proceso para poder comprender en qué momento los vecinos deciden cambiar sus hábitos", agregó Seijo.
La iniciativa se canaliza a través del sitio Idea.me (www.idea.me), en el que se carga el proyecto y se aceptan donaciones hasta alcanzar el presupuesto de la idea original.
Las donaciones se pueden realizar a través de transferencias con tarjetas de crédito, Rapi Pago, Pagofácil o Banelco. Cada proyecto cuenta con un plazo y, a la vez, cada donación recibe una recompensa. La mínima es el par de bolsas reciclables.
Para colaborar hay que entrar en el sitio http://idea.me/proyecto/323/reciclario y seguir los pasos. La donación mínima es de 23 pesos.
"La idea es la relación directa y transparente con los vecinos. El proyecto contempla 20.000 pesos de inversión, que se podrían conseguir de otro modo, pero se me ocurrió esta iniciativa por el compromiso que genera", sostuvo la diputada.
Separar los residuos para ser reciclados no siempre es tan sencillo. Para saber cuáles sirven para ser reutilizados se habilitó el sitio web www.reciclario.org.
En la Argentina hay varios ejemplos de proyectos realizados con esta modalidad. Uno de ellos es la película Cha3DMubi, que el actor Alfredo Casero realizará gracias a este sistema. La explosión del crowdfunding llegó en 2009 con el nacimiento de Kickstarter, el sitio más famoso del mundo de financiamiento colectivo; allí, cualquiera puede presentar su proyecto, cotizarlo y esperar la reacción (y el dinero) de los usuarios.
¿Qué pasa si en el plazo establecido no se junta todo el dinero? Se devuelve a cada donante. Es que el monto total sólo está disponible para el autor de la idea cuando se ha completado el total de lo proyectado.
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