El centro porteño, convertido en basural
Los camiones de Cliba no recogen los residuos desde hace varios días; desde el gobierno aseguran que le impusieron millonarias multas; mientras tanto, los vecinos soportan los residuos y el mal olor en casi todas las esquinas
Desde el lunes pasado, todo el centro porteño está inundado de basura. Desde el gobierno dicen que la empresa Cliba –responsable de la recolección en la zona– es la culpable de la situación y amenaza con rescindirle el contrato si se prolonga la situación.
"Desde hace un tiempo hay una inusual deficiencia en recolección y barrido de Cliba, en el microcentro, el macrocentro y Recoleta", reconoció el subsecretario de Higiene Urbana del gobierno de la ciudad, Fernando Elias.
El funcionario aseguró además que el problema comenzó en octubre y fue incrementándose. Desde entonces, el gobierno, según explicó Elias, aplicó sanciones. "En octubre las multas fueron por más de 130.000 pesos; en noviembre, por 310.000; en los quince días que llevamos de diciembre, ya les aplicamos penalidades por 1.470.000 pesos. Se quintuplicó la deficiencia", dijo.
El funcionario dijo también que, si la situación continúa, el gobierno está dispuesto a rescindir el contrato con Cliba.
Según sus palabras, la empresa se justifica en que los vecinos tiran las bolsas fuera de horario y las dejan a los costados de los contenedores y no dentro, como corresponde.
LA NACION intentó comunicarse con la empresa recolectora, pero la respuesta fue que hasta mañana no hay nadie que pueda responder.
Además, este medio se contactó con voceros del gremio de camioneros que agrupa a los trabajadores de Cliba, para saber si la situación se debe a problemas gremiales. Desde allí dijeron no tener conocimiento de dificultades de ese tipo.
Por otro lado, LA NACION consultó también a la Coordinación Ecológica Área Metropolitana Sociedad del Estado (Ceamse). Desde esa área informaron que los problemas causados por las lluvias del lunes, que habían provocado roturas en los caminos de acceso a las bases de maniobras y descargas del relleno sanitario de José León Suárez y que habían provocado una reducción a la mitad de la capacidad de descarga, están solucionados. "No tenemos ningún problema; el miércoles ya los caminos estaban arreglados y ese día, a la noche, los camiones ya operaban normalmente", aseguraron los voceros de Ceamse.
Al cierre de esta edición, voceros de Medio Ambiente dijeron que la situación estaba normalizada y que en la zona del microcentro ya se había recolectado toda la basura.
Sin embargo, una recorrida realizada por la zona a última hora de la tarde de ayer alcanzó para comprobar lo contrario.
Los contenedores todavía desbordaban y a su alrededor se acumulaban más bolsas. Las moscas sobrevolaban por encima de los grandes tachos y, si uno se atrevía a levantar sus tapas, los insectos se multiplicaban por cientos.
El olor que emanaba de los contenedores, después de cinco días de no ser vaciados, era nauseabundo.
La postal se repetía en Paraguay, entre Maipú y Esmeralda, y entre Suipacha y 9 de Julio; Alem, entre Corrientes y Viamonte; Bouchard y Lavalle, 25 de Mayo y Lavalle, entre otras.
Las complicaciones con la basura continúan a quince días de que entre en vigencia el acuerdo que, la semana pasada, firmaron el jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, con el gobernador Daniel Scioli.
Según lo acordado, a partir del 1° de enero, la ciudad, que envía unas 6000 toneladas (t) diarias de residuos a los rellenos, deberá reducir un 10% de esa cantidad –no podrá enviar más de 5400 t–.
El acuerdo establece un cronograma que se propone disminuir, en un año, en un 78% la cantidad de basura que envía la ciudad a la provincia.
Según el acta que firmaron los funcionarios, desde el 1° de marzo la ciudad no podrá superar las 4280 t. A partir del 1° de julio, no podrá exceder las 4150 t; desde el 1° de noviembre, las 3350 t, y desde el 1° de junio de 2014, las 1350 t.
El documento establece textualmente: "La asamblea instruye al Directorio para que implemente los procedimientos operativos que sean necesarios para que, en caso de que el Gobierno de la Ciudad incumpla cualesquiera de las metas de reducción antes comprometidas, se proceda a rechazar válidamente el ingreso de camiones conteniendo Residuos Sólidos Urbanos generados en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires que excedan el tonelaje allí comprometido, sea en estación de Transferencia o en Relleno Sanitario".
El ministro de Ambiente y Espacio Público porteño, Diego Santilli, aseguró que las metas pautadas se podrán cumplir mediante la separación de residuos y la construcción de nuevas plantas, entre ellas, una para la reducción de escombros que permitirá reducir 2000 toneladas de basura diarias. Una comisión formada por miembros de la Organización Provincial Para el Desarrollo Sostenible (OPDS) y por la Agencia de Protección Ambiental porteña (APrA) se encargará de auditar el compromiso.
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