Para el letrado Horacio Savoia, la maniobra de desmonte, desmembramiento y traslado de la estatua tuvo el mismo esquema que aplicó el kirchnerismo con la obra pública
El abogado del círculo italiano, Horacio Savoia, que manifestó llevar cuatro años detrás del caso del traslado de la estatua de Cristóbal Colón en la ciudad de Buenos Aires, dijo que detrás del traslado de la estatua "hay un negocio turbio".
"Aparte de lo ideológico este tema trae una real situación de negocio turbio, ya que el comienzo de esta intención de trasladar al monumento nace en el año 2012 y se hace un dibujo jurídico: un convenio entre Oscar Parrilli y Gustavo Pulti, ex intendente de Mar del Plata", indicó el letrado.
Para Savoia, la restauración del monumento, "que se pretendió hacer como necesaria", no lo era. "El mármol de Carrara está preparado para la intemperie pero no para estar desmembrado y para estar en contacto con la tierra", añadió, a la vez que citó los ejemplos de varios monumentos europeos realizados con el mismo material.
Savoia continuó: "Cuando se hace el convenio entre Pulti y Parrilli se menciona como único argumento que la comunidad italiana de Mar del Plata lo requería, y ya había otro monumento de Colón allí, no tiene sentido".
Y concluyó que la maniobra del "negocio turbio" fue la misma empleada por el kirchnerismo con la obra pública. "En el convenio, todo lo que fuese desmonte, desmembramiento y traslado iba a a estar a cargo del Ministerio de Planificación Federal y la ejecución de la tarea bajo la Dirección Nacional de Arquitectura. Así se concretó. Y se autorizó la tercer figura: la Universidad de La Plata. Es decir, se repite todo lo de la obra pública: [Julio] De vido, [José] López, la Dirección Nacional de Arquitectura y la intervención de una universidad", cerró.
LA NACION