Disturbios en Once por el desalojo de los manteros de la avenida Pueyrredón
Un operativo policial impidió que ocuparan las veredas; por eso, cortaron la calle e incendiaron contenedores; al ser desplazados, hubo enfrentamientos y detenidos; negocian una reubicación
Las veredas del entorno de la terminal ferroviaria de Once amanecieron ayer distintas. Los casi 2000 manteros que solían trabajar en la zona no pudieron instalarse sobre la avenida Pueyrredón y las arterias linderas luego de que se montó un sorpresivo operativo policial para evitar la ocupación. En rechazo de la medida, los vendedores callejeros protagonizaron disturbios, que terminaron con tres detenidos y cinco heridos. El conflicto se prolongó durante todo el día a la par del piquete que realizaron sobre la avenida, mientras delegados de los puesteros negociaban alguna solución con el gobierno porteño.
Finalmente, anoche la mayoría de los vendedores levantaron el corte que por más de 12 horas habían mantenido sobre Pueyrredón, entre Mitre y Rivadavia, en respuesta al compromiso asumido ante la Ciudad durante una reunión que pasó a un cuarto intermedio hasta hoy, a las 10. Unos pocos insistieron en su protesta, pero dejaron algunos carriles libres al tránsito.
El vicejefe de Gabinete porteño, Juan Pablo Graña, y el subsecretario de Trabajo, Ezequiel Jarvis, plantearon a los representantes de los manteros la propuesta de mudar los puestos a dos predios cercanos a la terminal ferroviaria para que la actividad comercial continúe en forma legal. Los delegados aceptaron analizar la oferta, pero sumaron otra idea: armar una feria en la plaza Miserere. La discusión continuará hoy.
Fue el cierre de un día cargado de tensión, que había comenzado a las 2 de la madrugada. A esa hora, la tranquilidad de la noche se rompió en Once: 250 efectivos de la Policía de la Ciudad, acompañados por empleados del Ministerio de Ambiente y Espacio Público, llegaron con la orden del fiscal general de la ciudad, Luis Cevasco, de "evitar la instalación de puestos de venta ilegal". Primero, desmontaron más de 40 estructuras que permanecían armadas las 24 horas; la mayoría de ellas, en la vereda que rodea la estación ferroviaria del Sarmiento. También se secuestró la mercadería allí guardada. Una vez liberado el espacio, se limpiaron exhaustivamente las baldosas, mientras decenas de policías se apostaban a lo largo de Pueyrredón, entre Corrientes y Rivadavia.
Marta Castañeda se despertó en la habitación que alquila y encendió la televisión. "¡Nos llevaron todo!", fue lo primero que dijo. El calzado que tenía en su puesto de Pueyrredón y Perón, donde vendía desde hacía 11 años, ya no estaba. Dijo a LA NACION que acopiaba mercadería por $ 20.000 y, frente al cordón policial, reclamaba con enojo que le devolvieran los zapatos y su fuente de trabajo. A medida que la mañana avanzaba, los manteros se agrupaban frente a la estación ferroviaria y obligaron a cortar Pueyrredón, entre Corrientes y Rivadavia. "¡Queremos trabajar! ¡Tenemos que comer!", gritaban.
Denuncia
Una mujer, que prefirió mantener en reserva su identidad, denunció: "La brigada me cobra $ 200 diarios por tener mi puestito junto a la estación. Te dicen que si no pagás hay otras personas que quieren trabajar. Acepto porque tengo que pagarle los estudios a mi hija". En efecto, parte de la investigación que impulsa la fiscalía está relacionada con mafias que "coordinan" la entrega de mercadería, que avalan el trabajo en negro y con denuncias por coimas.
Una oficina móvil instalada ad hoc por la Agencia Gubernamental de Control (AGC) inició un censo de manteros. Hasta anoche, 280 personas -poco más del 10% de los 1882 puesteros que la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) contabilizó en Once en diciembre último- se inscribieron y aceptaron avanzar con los trámites para "formalizar" su actividad, indicaron fuentes oficiales.
Pero la disconformidad era palpable. "Hicieron un juego de ajedrez. Nos sacaron de Caballito, luego de Flores y ahora de acá. ¡Jaque mate! No hubo propuesta, fue algo vacío. Nos dijeron que nos debían censar, luego pagar monotributo social y que algún día, en algún momento, nos ofrecerían algún lugar para trabajar", arengó Sofía Atoche, una vendedora con más de 20 años de antigüedad en Once, al centenar de compañeros presentes. De inmediato los manteros cortaron también el tránsito sobre Rivadavia e incendiaron contenedores de basura.
Mientras tanto, los peatones caminaban por las veredas, asombrados. "Qué extraño es esto tan libre", coincidían. Una mujer agradecía que la parada del colectivo estuviera despejada y no tuviera que aguardar en el cordón. Ya no había obstáculos que sortear para los vecinos que asiduamente transitan por la zona. Y los comerciantes, apoyados por la CAME, celebraron el fin de la competencia desleal.
Al mediodía, un nutrido cordón policial se congregó en el cruce con Perón, para comenzar a despejar Pueyrredón. Las manifestantes desoyeron las advertencias de que debían liberar la arteria. Algunos respondieron con pedradas al avance de la columna policial y otros se movieron hasta Mitre y Castelli, donde se produjeron los mayores enfrentamientos y hubo disparos de bala de goma. Tres hombres fueron detenidos por tirar baldosas rotas; dos civiles, dos policías y un fotógrafo de Crónica resultaron heridos.
El desalojo llegó hasta Pueyrredón y Mitre. Entonces, se abrió una instancia de negociación entre los manteros y la Ciudad. Como parte del diálogo, los vendedores callejeros liberaron el tránsito sobre Rivadavia a primera hora de la tarde. Anoche, la mayoría abandonó el lugar y unos pocos permanecieron.
Los operativos previos
Enero de 2012
En enero de 2012 la Ciudad desalojó a unos 700 manteros de la calle Florida.
Marzo de 2013
El Ministerio Público Fiscal desmanteló más de 200 puestos de venta ilegal en Retiro.
Enero de 2016
Efectivos policiales coparon la avenida Rivadavia, en Caballito, para impedir la instalación de los manteros.
Marzo de 2016
Unos 1300 vendedores ambulantes que ocupaban las veredas de la avenida Avellaneda fueron desalojados.
Yasmín Villa
Mantera
"Queremos que nos den al menos 90 días para buscar otra opción. Mientras, que nos dejen trabajar. Tenemos que darles de comer a nuestros hijos"
José Santoro
Vecino de once
"Estoy de acuerdo con el desalojo. Esto era un juntadero de ratas. Yo no podía salir con comodidad de mi edificio porque tenía un puesto en la puerta"
Luis Cevasco
Fiscal general de la Ciudad
"Los manteros trabajan para organizaciones que los emplean en la mayor degradación laboral. Buscamos arremeter contra esas mafias"