Desmantelarán el Tranvía del Este, en desuso desde 2012
El cambio es necesario para que avance la obra del Paseo del Bajo
Dentro de un mes, el gobierno porteño comenzará a desmantelar el Tranvía del Este, inaugurado en 2007 en Puerto Madero y que nunca llegó a cumplir una función trascendental. Su costo de mantenimiento y la poca cantidad de usuarios que lo utilizaban -apenas 25 por hora- provocaron que cayera en desuso en 2012.
Ahora, con miras a la construcción del Paseo del Bajo, la megaobra que unirá las autopistas Illia y Buenos Aires-La Plata por enfrente a los docks, resulta necesario despejar la zona de la parrilla ferroviaria. Para evitar una nueva pérdida de la inversión oportunamente realizada en el tranvía, los elementos serán reutilizados.
"En un mes comenzaremos a quitar las vías, los andenes y la formación sobreviviente", dijeron desde el Ministerio de Desarrollo Urbano y Transporte de la Ciudad. "Luego, reutilizaremos todo en el Premetro que atraviesa el sur porteño. Subterráneos de Buenos Aires ya está estudiando cómo hacer para que funcione correctamente. Aunque en la puesta en marcha del tranvía se tiraron recursos públicos, nosotros los vamos a reutilizar", agregaron.
En las próximas semanas, el único coche que quedó en funcionamiento -originalmente eran dos- será llevado al taller Mariano Acosta, que pertenece al Premetro, donde será reacondicionado. Cada una de las dos formaciones que prestaron el servicio costaron al Estado cerca de dos millones de euros. Además, su puesta en marcha requirió unos $ 46 millones más.
"El tranvía había dejado de correr en 2012 por los altos costos de mantenimiento y porque no representaba una alternativa real de conectividad", dijeron fuentes del Ministerio de Transporte de la Nación. "Se desmontarán sus estructuras para permitir el avance del Paseo del Bajo, la obra que permitirá conectar en tiempo récord el sur y el norte de la Capital, reduciendo los tiempos de viaje de 50 a 10 minutos y que transformará la movilidad de 25.000 vehículos por día", añadieron.
Aunque en un principio eran cerca de 1000 los pasajeros que utilizaban el tranvía, en su ocaso eran apenas 25 por hora. Por lo general, extranjeros o estudiantes de una universidad privada de la zona. El recorrido del tranvía comenzaba en la calle Córdoba y culminaba en Independencia, abarcando 16 cuadras que tardaba 15 minutos en recorrer; media hora en total ida y vuelta. Por aquel entonces funcionaba gracias a un subsidio de casi $ 1.000.000 que el Estado nacional le otorgaba mensualmente. El boleto valía un peso.
El proyecto para extender la traza hasta Retiro, por el Sur, y La Boca y Barracas, por el Norte, nunca se concretó, pese a que en 2008 la ex presidenta Cristina Kirchner anunció la licitación de la obra correspondiente.
A cuatro años de la salida de funcionamiento, otra necesidad impulsó el desmantelamiento de la infraestructura. El tendido del nuevo Paseo del Bajo costará unos 650 millones de dólares y tendrá una trinchera de 6,7 kilómetros para camiones y ómnibus. Según los cálculos oficiales, sobre la superficie se sumarán 60.000 m2 de plazas y parques.
Detrás de la Casa Rosada, la trinchera se transformará en túnel, ya que los carriles quedarán cubiertos en su totalidad y el trazado se desviará unos metros hacia la avenida Alicia Moreau de Justo. En julio próximo se abrirá el expediente para la licitación del paseo y la adjudicación está prevista para noviembre. El comienzo de la obra sería entre fines de 2016 y principios de 2017, momento para el cual ya debe haber sido despejada la zona.
"También desaparecerá de la superficie el tren de carga que circula en paralelo al tranvía y que pasa tres veces por día. Lo sacaremos una vez que concluya la obra de la Red de Expresos Regionales (RER), que conectará a todos los trenes por abajo", señalaron desde el Ministerio de Desarrollo Urbano porteño.