Dañan una valiosa escultura en Barrancas de Belgrano
La destruyó un grupo de vándalos; restaurarla había costado 50.000 pesos
Un grupo de vecinos de Belgrano, entre otros peatones ocasionales, miraban atónitos la escena: el viernes por la noche, varias personas tiraron y destruyeron la tradicional escultura La dama del cántaro , una de las obras de arte que más se destacan en las Barrancas de Belgrano, sobre la avenida Juramento. Allí, junto con la glorieta que embellece este pulmón verde del barrio, la remozada estatua se convirtió en uno de los símbolos porteños, ya que su puesta en valor, concretada el año pasado, le había costado a la Ciudad unos 50.000 pesos.
"Es una locura que esto suceda; la verdad es que varios hinchas que venían de la cancha después del partido de River y Quilmes (en el estadio Monumental, por la B Nacional) destruyeron todo. Pero nadie hizo nada. No hay respeto por nada", decía Miguel Pomes, vecino del barrio, dolido por la situación.
La dama del cántaro cayó sobre la fuente y se partió en varios pedazos. Incluso rompió el cemento que la sostenía. Este no fue un hecho aislado en Buenos Aires: a causa del vandalismo, la Ciudad desembolsó el año pasado $ 14 millones por esculturas rotas, paredes pintadas y bienes públicos robados o dañados. Como ocurrió semanas atrás con otro emblema cultural que debió ser reparado por tercera vez producto del vandalismo: la escultura de Alberto Olmedo y Javier Portales realizada por Fernando Pugliese emplazada en la esquina de Corrientes y Uruguay, la que sufrió sendos ataques, pintadas y rotura de las esculturas de esos populares cómicos.
La cuestión es que varias obras de arte de Barrancas de Belgrano fueron restauradas el año pasado gracias a la iniciativa de los vecinos, que reclamaron insistentemente por las mejoras tras años de que la plaza sumara deterioro y olvido. "Ahora había quedado todo mucho más bonito, estos vándalos deberían estar presos. Tiene que haber más control policial en las barrancas, sobre todo los días de los partidos: destruyen todo o bien los hinchas se juntan a emborracharse", dijo Analía Di Fiori, que vive sobre Juramento.
Para el gobierno porteño, el hecho fue considerado "grave". Diego Santilli, ministro de Ambiente y Espacio Público de la Ciudad, dijo a LA NACION que la Dirección General de Espacios Verdes radicó la denuncia correspondiente en la comisaría 33a.
"El año pasado hicimos una recuperación de Barrancas de Belgrano y restauramos esta fuente, que arrastraba años de abandono. Fue un trabajo artesanal y minucioso, que ahora se vio empañado por este hecho que, lamentablemente, ya no sorprende, porque los sufrimos todas las semanas en diferentes puntos de la ciudad."
Los daños ocasionados a la escultura le costarían al estado porteño unos 25.000 pesos, según estimaciones de funcionarios. Paradójicamente, a mediados del año pasado se habían hecho sobre esta escultura trabajos de hidrolavado, restaurado del bronce, pintura, albañilería, instalación del sistema eléctrico y el tablero de mando, por lo cual la Ciudad desembolsó unos 50.000 pesos.
"Tenemos que entender que el espacio público es el lugar donde más tiempo pasamos después de nuestras casas. Por ende, debemos cuidarlo como nuestra casa porque es nuestro. Por causa del vandalismo gastamos mucho dinero, fueron 14 millones de pesos el año pasado y los pagamos entre todos", comentó Santilli.
Sin castigos
Generalmente, los daños sobre los bienes urbanos no tienen castigo. Según datos suministrados por el Ministerio Público Fiscal de la Ciudad, el año pasado terminó archivado el 78% de los expedientes por infracción del artículo 80 del Código Contravencional de la Capital, que establece que se castigue a quienes ensucien bienes con 1 a 15 días de trabajo de utilidad pública o multa de 200 a 3000 pesos; las sanciones se elevan al doble cuando los objetivos son estatuas, monumentos, templos religiosos, escuelas u hospitales. Pero en la práctica nadie paga nada.