Conflicto con la UBA. Con una cautelar, CUBA busca suspender el desalojo de su sede de Núñez
Ayer se venció el plazo para que el Club Universitario de Buenos Aires (CUBA) desaloje los terrenos de su sede en Núñez, a la vera del Río de la Plata. La intimación le llegó al club el 7 de octubre por parte del Consejo Superior de la Universidad de Buenos Aires (UBA), que reclama ese predio como propio. "Estamos por ir al juzgado de la doctora María Alejandra Bietti para pedir que desocupen esas tierras", dice Mariano Genovesi, secretario general de la UBA. Por parte de CUBA, presentaron una medida cautelar el viernes pasado para pedir la inmediata suspensión de la medida por la que se los intima a dejar el predio. Legisladores porteños del Frente de Todos ya presentaron un proyecto para el uso de esos terrenos.
En la medida cautelar presentada por uno de los abogados de CUBA, señala que , si no se hiciera lugar al reclamo será "ilegítima, arbitraria e injustamente atropellado en sus derechos y finalmente despojado del predio en el que se desarrollan actividades de interés público desde hace más de 60 años con un permiso otorgado por la Armada". Y agrega: "El proceso traumático al que la UBA pretende llevar intempestivamente a CUBA, no se condice con el modo de proceder de una institución centenaria que siempre ha estado apegada al derecho y al respeto por las instituciones".
En una situación similar, se encuentran el Centro de Graduados del Liceo Naval Militar y el Centro Naval. Este último fue intimado a desalojar el viernes pasado, mientras que el Centro de Graduados presentó una medida cautelar y deben depositar un seguro de caución de 8.400.000 pesos para que no se ejecute el desalojo. Por el momento, los clubes prefirieron informar sobre sus posturas sobre el conflicto solo a través de comunicados oficiales.
Uno de los argumentos con el que los clubes buscan frenar el avance de la UBA, es aducir que gran parte de esas tierras pertenecen a la Ciudad, y no a la universidad. Señalan que, hace 60 años cuando les entregaron esas tierra, más del 50% de los terrenos no existían, sino que fueron tierras que los clubes le ganaron al río con el dinero de sus socios, y que pertenecerían, según estas instituciones, a la Ciudad.
"A poco que se analizan los antecedentes del caso, se verifica que la CABA ha reclamado, con sólidas razones, dicha titularidad en diversas actuaciones y que la propia UBA ha reconocido que su titularidad es cuestionable", describe la medida cautelar presentada por CUBA.
LA NACION intentó obtener una respuesta en repetidas oportunidades por parte de la Procuración General de la Ciudad para que se pronunciara sobre esta cuestión, pero no recibió respuesta.
Mientras que, por parte de la UBA, Genovesi argumenta tres cuestiones. "En primer lugar, si las tierras fueran de la Ciudad, sería un problema entre la Ciudad y la UBA, pero está claro que los clubes no tienen ahí ningún derecho. Segundo, en el año 61, cuando transfirieron los terrenos a la UBA, ya estaba previsto que esos terrenos se rellenen y formaban parte de las 129 hectáreas que están en el catastro. Tercero, en el caso de CUBA, el uno por ciento de las tierras que ocupan son tierras que han rellenado, el resto ya estaba. En el caso del Centro de Graduados, esa cifra asciende al siete por ciento".
A futuro, si la intención de la UBA fuera licitar ese espacio para que se sigan haciendo actividades sociales y deportivas, los clubes piden tener algún tipo de ventaja frente a los potenciales competidores por los años que llevan invirtiendo en ese lugar. Pero Genovesi dice que no sería posible porque violarían el principio de igualdad entre los participantes de la licitación.
A su vez, tanto legisladores porteños, como también miembros y autoridades de los clubes, especulan con que la UBA podría estar detrás de algún negocio inmobiliario Estas sospechas crecen porque justola semana pasada se presentó en la Legislatura porteña un proyecto urbanístico que contempla oficinas, viviendas y locales gastronómicos, donde están ubicados los predios de Costa Salguero y Punta Carrasco.
Si bien esto fue desmentido por la UBA, el legislador porteño por el Frente de Todos, Matías Barroetaveña, junto a María Rosa Muiños, Claudia Neyra y Santiago Roberto, que pertenecen al mismo bloque, firmaron un proyecto que plantea usar el lugar donde hoy están los clubes como un espacio público para acceder al río.
"Hay que ver todos los expedientes para ver de quién son las tierras, pero mi planteo de fondo es que en la Ciudad tenemos un código urbano ambiental que dice que el espacio al río tiene que ser público. Se van a tener que poner de acuerdo entre la Ciudad y la UBA para que los vecinos puedan acceder a ese espacio. La Ciudad tiene que definir que esos espacios son de uso público", señala Barroetaveña.
El conflicto
El problema por estos terrenos lleva más de seis décadas. El expresidente Arturo Frondizi, en 1958, transfirió esas tierras a la UBA por decreto. Una ley sancionada tres años después refrendó la transferencia, pero, además, señaló que la Armada podía disponer del predio hasta que se construyera una dársena que, más de 50 años después, aún no se hizo. La Armada, a su vez, le entregó permisos precarios a los clubes para que usaran los terrenos, es decir, les permitió desarrollar una actividad en esos terrenos.
En mayo del año pasado, la Armada Argentina le restituyó a la UBA un extenso terreno lindero con el Río de la Plata: unas 24 hectáreas sobre las cuales también se encuentran, además de CUBA, el Centro de Graduados del Liceo Naval Militar y el Centro Naval. En ese momento, desde la Armada Argentina, dijeron a LA NACION que la noticia se recibió con "beneplácito". Y agregaron: "Ahora, la Armada se encuentra en la búsqueda de un terreno apto para la construcción de una dársena".
También el año pasado, Genovesi dijo: "Los tres clubes ya están notificados, ahora vamos a convocarlos para definir cómo será la transición". Ahora, en la medida cautelar presentada por CUBA, señalan que la Armada por ley debe mantener la posesión de los terrenos hasta que se construya dicha dársena.
La UBA, según el funcionario, hizo tasar los terrenos a través del Banco Ciudad y enviaron el canon que deberían abonar mensualmente los clubes para permanecer en esas tierras: "Nosotros hicimos una tasación para saber cuánto tendrían que pagar por ocupar esos terrenos. CUBA debería abonar 6.000.000 millones de pesos por mes, el Centro de Graduados 1.200.000 y el Centro Naval 2.500.000. Hay un valor locativo que surge de los valores de mercado. Nosotros somos funcionarios, nosotros no tasamos, si no lo pueden pagar, se tendrán que ir", concluye Genovesi.