Cuatro muertos en un incendio de un geriátrico de Belgrano
Las llamas comenzaron en el tercer piso del inmueble; una persona murió calcinada dentro del edificio y otros tres ancianos murieron poco después; además, 20 personas fueron asistidas
Cuatro personas mayores fallecieron ayer al incendiarse uno de los pisos del geriátrico en el que vivían, en el barrio de Belgrano. Una de las víctimas murió calcinada dentro del inmueble, mientras que otras tres perdieron la vida mientras eran trasladadas en ambulancia a distintos centros de salud.
El establecimiento, según el gobierno porteño, contaba con la habilitación correspondiente y había superado las cuatro las inspecciones recibidas durante 2014, por lo que no registraría problemas edilicios ni de medidas de seguridad. No obstante, vecinos habían denunciado el lugar en 1998, por una presunta construcción clandestina.
Ayer, sólo había una empleada presente en el geriátrico, lo que habría dificultado las tareas de evacuación. Y una veintena de residentes tuvieron que ser atendidos por el SAME; uno de ellos permanece internado en grave estado, con asistencia respiratoria, en el hospital Fernández.
El incendio comenzó a las 0.15 de ayer en el tercer piso de la residencia San Marcos, situada en Echeverría 3434, casi esquina Superí. Una vecina, que se identificó como Mabel, salió de su casa asustada al oír gritos desesperados. "De las ventanas del último piso del geriátrico salían las llamas. El resto del edificio estaba cubierto de humo", relató.
Según dijo a LA NACIÓN la fiscal a cargo de la causa, Paula Assaro, se analiza si el fuego se originó al caer ropa sobre una estufa que estaba encendida en el tercer piso. Los vecinos se acercaron como pudieron a ayudar a los 30 ancianos que eran evacuados -agregó Mabel- por los bomberos y los médicos de las 25 ambulancias del SAME que respondieron al pedido de auxilio. "La asistencia fue muy rápida", detalló.
A apenas tres cuadras de allí, en Superí 2261, murieron en 2001 cinco mujeres en el sótano de otro geriátrico, que fue afectado por una gran inundación. Al cierre de esta edición, todavía se desconocían la identidad y el sexo de los cuatro muertos, que en principio serían tres mujeres y un hombre. El director del SAME, Alberto Crescenti, y la fiscal Assaro confirmaron que una persona murió dentro del geriátrico, en el tercer piso, donde se generó el fuego. Fuentes de la investigación señalaron que se trataría de una mujer de 89 años. Su cuerpo, calcinado, sólo pudo ser retirado cuando concluyeron las tareas de rescate y las primeras pesquisas.
Voceros del Ministerio de Salud porteño informaron que otros tres residentes fueron declarados fallecidos en los hospitales Zubizarreta (un hombre), Pirovano (una mujer) y Tornú (una mujer), por paros cardiorrespiratorios.
Esos mismos centros recibieron a otros 20 ancianos. Uno de ellos, que según el Ministerio de Salud es una mujer, permanecía con estado reservado al cierre de esta edición.
A media mañana, pese a que habían transcurrido unas cinco horas de la finalización del siniestro, aún llegaban a la puerta del geriátrico familiares de los ancianos para conocer el estado de sus allegados.
Un hombre, identificado como Cristian, buscaba a su madre, Isabel Bonavena, de 87 años, que vivía en el lugar desde hacía ocho meses. "Me enteré de lo que pasó por la televisión; nunca se comunicaron conmigo las autoridades del geriátrico. Pasó lo mismo con otros familiares con los que hablé al llegar aquí", declaró el hombre al canal C5N.
En cambio, minutos después de que se registrara el incendio, algunos vecinos denunciaron que al momento del siniestro sólo detectaron a una empleada del establecimiento que, "como podía", intentaba ayudar a los residentes.
Pedro García, que se presentó ante LA NACIÓN como representante de los dueños del geriátrico, la familia Guaraglia, dijo: "No puedo confirmar quién estaba de turno, porque no pudimos entrar aún y ver la planilla de asistencia. Según lo requiere el gobierno de la ciudad, tiene que haber cuatro puestos cubiertos, aunque no necesariamente tienen que ser enfermeros".
El geriátrico San Marcos hace 35 años que funciona en la zona y está a nombre de Américo Guaraglia, quien falleció tiempo atrás, por lo que su hijo Víctor es quien quedó a cargo, indicó García. El representante dijo que el jueves pasado la residencia fue controlada por inspectores de la Ciudad y que "estaba todo en regla".
No obstante, fuentes de la Agencia Gubernamental de Control (AGC) dijeron que la última inspección fue realizada en diciembre pasado.
El caso quedó en manos de la fiscal Assaro y el juez de instrucción Diego Slupsky, que ordenó diversas medidas preliminares para dilucidar el origen del incendio y si el inmueble contaba con las medidas de seguridad correspondientes.
Assaro sostuvo que habían sido secuestrada documentación que permitirá verificar si el establecimiento estaba habilitado y funcionaba según la normativa vigente.
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