Cuáles son los riesgos de bañarse en las fuentes de la ciudad por el calor
Las personas puede sufrir descargas eléctricas y contagiarse algunas infecciones
El calor sofocante de los últimos días llevó a los porteños a bañarse en las fuentes de agua que sobresalen en la ciudad. Pero, por más tentador que se convierta zambullirse en ella para paliar las altas temperaturas, es necesario saber no sólo que está prohibido, sino que hacerlo acarrea riesgos para la salud.
Para empezar, las fuentes disponen de un cableado eléctrico, por lo que fuentes del Ministerio de Ambiente y Espacio Público advirtieron acerca de las posibilidades de electrocutarse. Por tal motivo, está prohibido bañarse y en los carteles se aclara que hay alta tensión. "Son fuentes, no lugares para bañarse, son cuestiones decorativas", señalan desde esa cartera a LA NACION.
Sebastián Briuoli, Category Manager de IguanaFix, una plataforma que brinda servicios de electricidad, entre otros, explica que "de bajo de las fuentes corren caños sumergibles que contienen cables de electricidad". Estos caños sirven para aislar la electricidad. Al meterse una persona en el agua, su cuerpo se convierte en un conductor y genera más corriente eléctrica. Además el peso que ejercen las personas paradas sobre las fuentes disminuye la capacidad de resistencia que tiene el circuito de caños. "Si una persona se acuesta sobre el agua, la superficie de contacto es aún mayor", por lo que mayor es el riesgo de que su cuerpo reciba corriente eléctrica.
Por otro lado, aparece el riesgo de las infecciones. El agua puede tener un alto grado de contaminación bacteriana, que puede causar problemas gastrointestinales y en la piel, entre las más comunes.
También existe la posibilidad de que las personas se contagien de leptospirosis en el caso de que un animal haya orinado o defecado en el agua. Esta enfermedad, también conocida como la enfermedad de Weil, es una zoonosis que padecen varios animales domésticos y silvestres.
Las infecciones humanas aparecen por contacto directo con orina o tejidos de animales infectados, o bien de forma indirecta, por contacto con agua o tierra contaminadas.Los principales síntomas en la mayoría de los casos son fiebre, cefalea, dolores musculares, articulares y óseos, ictericia, insuficiencia renal, hemorragias y afectación de las meninges.
El infectólogo, Enrique Casanueva, explicó a LA NACION que “el agua de las fuentes no está controlada, no está preparada para que la gente se bañe”, y por ende las personas corren el riesgo de contraer estas infecciones.
Otra infección que las personas en contacto con agua contaminada pueden contagiarse es la dermatitis por cercarias. Se trata de un parásito presente en aves y mamíferos que las personas pueden contraer si estos animales defecan en el agua. La infección se manifiesta en forma de un brote rojizo en la piel que ocasiona intensa picazón.
Chapuseo en las fuentes
El Monumento a los Españoles fue el domingo pasado uno de los lugares elegidos por los ciudadanos para combatir los 32°C y refrescarse un poco. El ministerio de Ambiente y Espacio Público inmediatamente realizó una denuncia al 911 y ordenó a la policía sacar a la gente de las fuentes.
Desde el Ministerio aclararon que en los próximos días las fuentes se vaciarán, como todos los años, para ser restauradas, con el propósito de ahorrar energía y hacer circular el agua para prevenir la reproducción del mosquito del dengue. Luego se vuelven a llenar a fines de marzo.
La ciudad dispone de juegos de agua en diferentes parques como Parque Las Heras, Plaza Egipto, Parque Indoamericano, Isla de la Paternal y Parque De los Niños, donde si está permitido bañarse.