Continúa en estado crítico el bombero herido en Barracas
Facundo Ambrosi sigue en coma inducido; aún quedan focos de fuego
En coma farmacológico, con asistencia respiratoria y recuperándose de una intervención quirúrgica en la cabeza continuaba hasta ayer Facundo Ambrosi, el único bombero que sigue internado ocho días después de la tragedia de Barracas en la que murieron siete bomberos y dos rescatistas.
Mientras tres unidades aún combaten algunos focos de incendio que se encuentran entre los escombros y los hierros del depósito de Iron Mountain, sigue el desfile de los testigos indagados por la Justicia, que aguarda que se inicie el peritaje para poder completar la investigación.
"Sigue en estado crítico. Los médicos nos dicen que todavía está grave; nada cambió desde la semana pasada", le dijo a LA NACION Rodrigo Ambrosi, el hermano del bombero voluntario que está siendo tratado en el hospital Argerich. Ayer, Facundo fue sometido a una endoscopia que duró seis horas.
El oficial, perteneciente al cuartel de Vuelta de Rocha, sufrió múltiples fracturas al quedar debajo de los escombros del derrumbe que provocó el fatal desenlace. Como consecuencia del aplastamiento que padeció, continúa con serios problemas respiratorios. "Lo primero que hicieron los médicos fue resolver la parte pulmonar para que pueda respirar. Pero sigue desprendiendo líquido porque tiene dos costillas rotas", contó su hermano.
Por otra parte, en la Fiscalía Nacional en lo Criminal de Instrucción N° 37, la fiscal Marcela Sánchez continúa citando a los testigos del incendio del depósito donde se hallaba documentación de empresas de diversos rubros. Ayer fue el turno del ayudante de la Policía Federal Maximiliano Merele, del jefe principal Daniel Díaz y del presidente del cuartel Vuelta de Rocha, Antonio Sette.
Merele, que cumple funciones en la comisaría N° 30, fue uno de los primeros efectivos que llegaron al lugar, minutos después de que comenzó el incendio. Díaz estuvo cerca del muro que cayó sobre los bomberos que finalmente fallecieron y fue internado como consecuencia de las heridas que sufrió. Por su parte, Sette participó en las operaciones de combate del fuego, llegó al lugar luego del segundo derrumbe y pudo observar el interior del depósito.
Como le dijo a LA NACION días atrás, Sette declaró que se encontró con dos líneas de mangueras extendidas, con circulación de agua, pero sin presión. Esto es un indicio más de que las bombas no funcionaron, ya que los aspersores tampoco se activaron.
La fiscalía informó que el martes declaró un técnico especializado en alarmas de seguridad y sistemas antiincendios que continúa estudiando las imágenes de las cámaras de seguridad del depósito incendiado. Además comenzará a analizar la central de alarmas del depósito, el registro de trunking (intercomunicaciones) entre el Servicio de Emergencias 911, Bomberos y Policía Federal Argentina.
Las sospechas de Berni
El secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, estuvo ayer en el depósito de Barracas y deslizó la posibilidad de que el incendio haya sido provocado. "La empresa [Iron Mountain] tuvo siniestros similares en otros depósitos del mundo con la sospecha de que fueron intencionales. Uno tiene que ser prudente, no puede confirmar ni descartar nada, pero hay antecedentes", deslizó Berni. "Se trata de la misma empresa que está sospechada de haber provocado de manera intencional un incendio de estas características en Nueva Jersey, Estados Unidos", agregó el funcionario. La compañía mantiene un perfil bajo y sigue sin brindar información.
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