Con luces LED en el alumbrado público, la Ciudad ahorró en un año el consumo energético equivalente al de 144.000 heladeras
Hace un año, la Ciudad alcanzó el proyecto de que el 100% del alumbrado público fuera LED. Desde entonces, se registró un ahorro energético de 110 millones de kw, lo cual equivale al consumo de 144.000 heladeras en todo el período.
El plan de recambio para suplir las tradicionales lámparas amarillas comenzó en 2013 y finalizó en junio de 2019. Consistió en el recambio de luces de sodio por tecnología LED con el objetivo de disminuir el consumo de energía y contrarrestar el impacto ambiental. Actualmente, el distrito porteño cuenta con más de 160 mil nuevas luminarias distribuidas en calles, avenidas, veredas, edificios públicos, plazas y parques - unas 35 mil luces más que en 2013 -. Al emitir una luz más clara, se optimiza la visibilidad para el tránsito y los peatones y hace del espacio público un lugar más seguro.
A diferencia de las luces de sodio, las lámparas LED permitieron ahorrar más un 50% el consumo de energía, informaron desde el gobierno porteño. Asimismo, tienen un menor impacto ambiental ya que emiten 44 mil toneladas menos de dióxido de carbono al año con respecto a la tecnología anterior. "Todo el alumbrado público se cambió a LED para disminuir el consumo energético y hacer un lugar más sustentable para vivir. Hoy, gracias a eso, pudimos reducir el equivalente al consumo promedio de 33.700 hogares tipo", explicó Clara Muzzio, ministra de Espacio Público e Higiene Urbana.
Otra de las virtudes de la nueva tecnología es que cuenta con un sistema de telegestión que permite monitorear las luces en tiempo real y de manera remota, controlando su intensidad según las necesidades y facilitando la detección de fallas. Si se detectan problemas, se genera de forma automática una orden de reparación. Desde este centro también se puede programar el encendido y el apagado de las luces de acuerdo al calendario astronómico -regido por el horario de salida y puesta del sol-.
Desde la Ciudad indican que el nuevo sistema permitió reducir significativamente los tiempos de reparación de fallas en la calle. "Los reclamos de los vecinos disminuyeron en un 40%", aseguraron desde la cartera de Espacio Público e Higiene Urbana.