Con la llegada del 2013, el subte pasa a manos de la Ciudad
El macrismo promete mejorar sustancialmente el servicio sin paros, limpieza en las estaciones, seguridad y nuevas obras; la tarifa del boleto se discutirá en las próximas paritarias
Año Nuevo, administración de subte nueva. Luego de doce meses de constantes peleas, idas y venidas entre Cristina Kirchner y Mauricio Macri y de paros históricos de los metrodelegados, el servicio del subterráneo pasa finalmente de manos de la Nación a la Ciudad desde el primer minuto del 2013.
La administración macrista se hace cargo del transporte que utilizan cerca de un millón de personas con la promesa de mejorar el servicio, mantener limpia las estaciones, garantizar seguridad, que los paros sean pesadillas del pasado y hacer las obras que no hizo el gobierno nacional.
Más allá de las propuestas, lo único concreto en el futuro próximo será el cambio de la totalidad de los viejos vagones de madera de la línea A, que serán reemplazados con 45 cero kilómetros chinos y otros 25 usados, marca Fiat, que operaban en la línea B. Durante esos días, el servicio de la línea A estará interrumpido.
"Las nuevas medidas se verán en el mediano plazo. Es necesario hacer inversiones, mejoras y poner en práctica un cambio cultural", expresó en los últimos días el presidente de Subterráneos de Buenos Aires (Sbase), Juan Pablo Piccardo, quien estará a cargo del control de las cinco líneas de subte y el Premetro.
Los posibles futuros cambios
Las primeras medidas que estudia implementar el gobierno porteño serán la incorporación de cámaras y la puesta en servicio de aproximadamente 1000 flamantes efectivos de la Policía Metropolitana en las distintas estaciones.
Desde el primer minuto de 2013 también empezará a correr un plazo de entre 60 y 90 días para negociar con la concesionaria Metrovías el contrato de concesión y analizar si se llega a un acuerdo para que continúe.
Sobre la tarifa -que Macri ya la aumentó de 1,10 pesos a 2,50- cuando firmó el acta de traspaso el 3 de enero pasado, la reciente ley aprobada por la Legislatura porteña establece en su artículo 32 que será revisada anualmente al momento de la discusión de paritarias.
Para operar el servicio, en Bolivar 1 contarán con los $ 600 millones que se recaudarán por la venta de boletos (siempre que la tarifa actual no se incremente) y unos $1100 millones que ingresarían con el flamante aumento de las alícuotas en los impuestos de sellos, a las transacciones financieras y patentes.
Además, la Legislatura autorizó al Ejecutivo a tomar deuda por 300 millones de dólares, pero de a 100 millones por año, que se podrán usar para las obras de emergencia que tenga que realizar al tomar a su cargo el servicio.
Para evitar futuros dolores de cabeza en los usuarios por la falta de servicio y los paros de los metrodelegados -que en agosto pasado cortaron el subte durante 10 días-, se incluyó en la ley la obligación de avisar con dos días de anticipación cualquier medida de fuerza. Asimismo, se quitó de la propuesta inicial del macrismo la posibilidad de multas por el levantamiento de molinetes.
Con las miras puestas en un año electoral, el macrismo también prometió inaugurar en los próximos meses las nuevas estaciones Flores y San Pedrito (antes Nazca) de la línea A, demoradas desde 2007. Para más adelante quedarán la finalización de nuevas estaciones y la extensión de las líneas E (que depende de la Nación), la B y la H, y la concreción de la I, F y G, que terminarán de completar el mapa del -ahora sí- subterráneo porteño.