Cómo se lo extraña al Obelisco
Para los más de 250.000 fans la de ayer fue una verdadera fiesta. Ver gratis, en vivo y en directo a la estrella con la que cantan, bailan y sueñan, no es poca cosa. Dicen, los que saben de estas cuestiones, que el precio de una entrada promedio para cualquier show de la exitosa "Tini" Stoessel ronda o supera largamente los quinientos pesos. Una suma que, vaya novedad, lejos está del presupuesto de una familia tipo.
Buenos Aires tiene una larga tradición de espectáculos masivos, gratuitos y callejeros. El Obelisco fue, durante años, el escenario natural para ellos. En líneas generales, al hacerse en feriados o domingos por la tarde, no afectaban mayormente la vida del resto de los porteños.
La llegada del Metrobus a la 9 de Julio dejó a la ciudad sin su escenario natural, y allí comenzaron los problemas. El año pasado, fue el Súper TC 2000 el que partió a la Recoleta del resto de la ciudad durante una semana. Y este año, fue el turno de Violetta.
No suena muy lógico que se haya decidido hacer un show para más de 200.000 personas, cortando durante tres días la Avenida del Libertador, el mismo fin de semana en el que, a quinientos metros de allí, en el predio de La Rural, otras 40.000 personas por día visitan la Feria del Libro.
Con sólo consultar una agenda de actividades, se arreglarían varias cuestiones. Entre ellas, la del ánimo de los porteños que ya no pueden escapar de los embotellamientos, ni siquiera durante los feriados.