Comisiones, garantías y precios, una odisea para los inquilinos en la ciudad
Las inmobiliarias siguen cobrando por encima de lo que la ley permite; los avales bancarios son poco aceptados y no hay una instancia estatal de control
Aunque ya lleva nueve años viviendo en Buenos Aires, para alquilar un departamento Jimena V. debió buscar durante 12 meses. "Se me complicaba porque la mayoría te pide garantía de la Capital, pero yo tengo garantía de Neuquén. La única inmobiliaria que la aceptaba me quería cobrar dos meses de más: uno de adelanto, dos de comisión, dos de depósito y dos por la garantía, por los gastos que implicaba que el documento fuera a Neuquén", explicó. El recorrido de esta joven de 30 años ejemplifica la situación de muchos inquilinos en la ciudad, donde los alquileres de departamentos usados aumentaron un 34,5% entre 2014 y 2015.
Para alquilar en Buenos Aires hay que superar varios obstáculos. La larga carrera hasta la casa (no) propia está llena de problemas: el principal es que para entrar a una vivienda hay que juntar cuatro o cinco veces el valor del alquiler mensual. La mayoría de las inmobiliarias cobra dos meses de comisión (aunque la ley indica que debe ser el equivalente a un mes), más un mes de depósito y un mes de adelanto, y un poco más para "gastos".
Además, muchos propietarios exigen que los inmuebles que se usan como garantía estén en la ciudad o sean de familiar directo; el sistema de garantías bancarias, que surgió en 2008 como una alternativa que aliviaría a los interesados y que ofrecen los bancos Supervielle, Ciudad y Provincia, encuentra poca aceptación entre inmobiliarias y propietarios.
Trabajadores sin recibo de sueldo o monotributistas padecen un mayor rechazo. Y para los que ya están alquilando las cosas tampoco son fáciles: la mayoría de los contratos se actualiza semestralmente en función de una expectativa de inflación futura (en general, 15% cada seis meses) y no hay un techo para los precios.
"Lo primero a lo que apuntás es a dueño directo, por las condiciones abusivas de las inmobiliarias", dijo Jimena. Hasta encontrar el departamento de Almagro donde vive hoy, habló con amigos, conocidos, compañeros de trabajo, se metió en grupos de Facebook donde se ofrecen inmuebles por dueño directo, pasó horas en los buscadores que reemplazaron a los clasificados de los diarios y visitó muchísimas propiedades. "Una vez -dice-, en una inmobiliaria preguntamos por qué cobraban dos meses de comisión si la ley decía otra cosa y se nos rieron en la cara."
La ley de la que habla Jimena es la 2340, que rige el funcionamiento de las inmobiliarias en la ciudad y designa al Colegio Único de Corredores Inmobiliarios (Cucicba) como ente de control. En su artículo 57 indica que "para los casos de locación de inmuebles destinados a vivienda única, el monto máximo de la comisión por cobrar al inquilino será el equivalente al 4,15% del valor total del respectivo contrato". Este 4,15 representa el mes promedio de alquiler. Más claro: para un alquiler de 5000 pesos, con un ajuste semestral del 15%, con un contrato por 24 meses, el valor de la comisión debería ser de 6156 pesos. Cobrar dos meses es ilegal.
Tomás Marolda, secretario de la Cámara Inmobiliaria Argentina, admitió: "En los últimos años, la única fuente de ingreso han sido los honorarios por contrato de alquileres. Muchísimas inmobiliarias han cerrado y otras han reducido sus costos de funcionamiento al mínimo. La normativa dice que hay que cobrar el 4,15% y eso hay que respetarlo. La práctica de los dos meses es anterior la norma. Hay una costumbre y una norma en pugna; al inmobiliario le cuesta bajarse un escalón, considerando que no es un tipo que la está pasando bien".
Gabriela Goldszer, vicepresidenta de Cucicba, coincidió e informó que, desde la entidad, recomendaron a las inmobiliarias atenerse a la ley 2340. "Hasta que empezaron a crecer las denuncias de inquilinos por el abuso de los honorarios, muchas alegaron que desconocían la norma."
La mayoría de los inmuebles en alquiler se concentran en Palermo, Recoleta, Belgrano, Caballito, Villa Urquiza, Núñez y Almagro. Los precios más caros están en la zona norte; en Palermo y Recoleta, un tres ambientes puede rozar los 8000 pesos, mientras que en Almagro o Villa Crespo sale un 20% menos y, en Flores, hasta un 45% menos.
Mayra F., que trabaja como consultora de recursos humanos, recordó que comenzó a buscar con cuatro meses de antelación. "Es muy difícil porque la oferta de dueños directos es muy baja y las inmobiliarias no respetan el tope de la comisión y te piden plata para gastos administrativos que no tenés forma de chequear para qué es", sostuvo.
Como tiene experiencia en litigios, ahora está juntando documentación para presentar una denuncia en Cucicba contra la inmobiliaria que le alquiló su departamento anterior porque "no se hacían cargo de nada" y le cobraron de más en el depósito.
Quejas similares reciben cada martes y jueves en Inquilinos Agrupados, asociación que ofrece asesoramiento legal gratuito (o una contribución opcional de $ 50). "Tratamos de orientarlos; como no hay una entidad estatal que se encargue de la problemática, la única opción que tiene el que alquila es asistir a la justicia civil", dijo el abogado Marcos Quintulen. Desde Inquilinos Agrupados reclaman la creación de una Defensoría del Inquilino.
En abril de 2015, la Ciudad lanzó el programa Alquilar Se Puede, que ofrece un préstamo personal para cubrir los gastos de entrada a un departamento y una garantía del Banco Ciudad. Desde entonces, 987 familias obtuvieron el beneficio sobre más de 15.000 solicitudes.
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