Ciudades inteligentes: cómo pequeñas y grandes urbes tienen a la tecnología de aliada
Medidas que aplicaron Buenos Aires, Montevideo y Santiago, en Chile, entre otras, para mejorar la calidad de vida de sus habitantes
Los datos no son información en sí misma y la tecnología por sí sola tampoco es suficiente para convertir a una ciudad, de cualquier escala, en inteligente. De nada sirve contar con toda la información sobre la polución del aire si miles de personas mueren por año a causa de enfermedades pulmonares. Ni tener ciclovías que no estén conectadas o contar con cámaras para la policía, el subte y las plazas sin estar centralizadas: todo se transforma en un sin sentido.
Éstas son algunas de las conclusiones de la primera jornada sobre smart cities que se desarrolla en Facultad de Ciencias Económicas de la UBA, donde expertos y encargados de políticas públicas locales, nacionales e internacionales se reúnen para compartir sus experiencias. El encuentro fe organizado por el primer Centro de Ciudades Inteligentes que funciona en este claustro.
En Santiago, Chile, por ejemplo, las "desinteligencias" provocan pérdidas de tiempo, dinero y eficiencia para solucionar los problemas de los vecinos. "Tenemos 7,3 millones de habitantes en el área metropolitana de Santiago y una buena cobertura de telefonía celular. Pero eso no es suficiente. Por ejemplo tenemos el monitoreo en tiempo real del smog, pero 4000 personas al año mueren a causa de enfermedades pulmonares. Hay 52 comunas, cada una con su alcalde, y funcionan como una isla", dijo en su presentación Claudio OrregoLarrain, intendente de la región metropolitana de Santiago. Y agregó: "Contamos con 16 sistemas de vigilancia, lo que resulta en unas 5000 cámaras, pero no están interconectadas. En estas cosas estamos trabajando y lo acompaña un debate parlamentario para darles mayor jurisdicción a las políticas metropolitanas".
En Montevideo también analizan la desconexión de los servicios públicos y la tecnología como una pérdida de recursos. Cristina Zubillaga, directora del Montevideo Ciudad Inteligente, aseguró: "Queremos convertir a la ciudad para marzo de 2020. Al final de la gestión que los vecinos puedan hacer trámites, poder vivir el espacio público. Hay un cúmulo de datos e información que hoy no se usan. Porque lo importante no sólo son los datos sino cómo se procesan y la idea previa de qué se hace con esos datos".
La funcionaria contó el proyecto que acaban de lanzar que desarrolla la sociedad civil: se trata de una aplicación que se llama "Por mi barrio". Los habitantes de la ciudad pueden tomar una fotografía de cualquier irregularidad y la envían. Se procesa y el municipio tiene un plazo para solucionarlo (entre dos y siete días), según del incidente del que se trate. Aunque todavía no se lanzó oficialmente, ya cuentan con 20.000 denuncias.
"Lo que tiene que conseguir una ciudad que pretende ser inteligente es solucionar los problemas diarios de los ciudadanos. La tecnología ya existe, está disponible, pero es fundamental la manera en la que se gestiona. La idea del surgimiento del centro de control dentro de la facultad es precisamente servir como tablero de comando para establecer la calidad de esas políticas públicas", explicó Omar Quiroga, titular del nuevo espacio académico.
Este centro, por caso, trabaja en conjunto con una universidad privada, la UTN; un municipio, Chascomús; varias pymes de la zona y con fondos del Ministerio de Ciencia y Tecnología de la Nación. En 2016 comenzará la puesta en marcha de un smart grid (una red inteligente) que incluirá la instalación de luminaria LED con su centro de control; la sensorización de los espacios de estacionamiento con parquímetros y una tarjeta ciudadana, similar a la que instrumenta la ciudad de Buenos Aires, en donde los habitantes tendrán hasta su historia clínica.
Es que no hay que ser una megalópolis para poder aplicar soluciones tecnológicas que mejoren la calidad de vida, según sostienen los especialistas. En Mercedes, por ejemplo, han comenzado con el diseño de una alerta temprana ante la crecida del río (fue afectada por las últimas inundaciones): "Nos da tres horas. No es mucho, pero a veces es bastante", indicó Carlos Selva, intendente de la localidad bonaerense.
La ciudad de Bahía Blanca también mostró las herramientas. Este municipio del sur bonaerense fue uno de los primeros en desarrollar el gobierno abierto. La última novedad: Qué pasa Bahía Blanca (www.quepasabahiablanca.gov.ar) en donde se monitorea lo que sucede en el polo petroquímico. Los efluentes que se vuelcan al río pueden ser controlados en tiempo real, un avance que no siempre es usado por las autoridades.
La Ciudad estuvo presente en el evento. Los datos abiertos y las aplicaciones en movilidad son dos de sus fuertes. También lo es la línea 147, el sistema integrado para reclamos, turnos y toda la agilidad que los porteños necesitan. Hoy continuarán las presentaciones con la presencia destacada del ex alcalde de Barcelona Jordi Hereu. También en el hotel NH Bolívar, tendrá lugar Ciudades Inteligentes III, en donde se hablará de las estrategias tecnológicas para la lucha contra el cambio climático.
lanacionar