Ciudad: Viajar de pie, la habilitación que se proyecta en el transporte público
Durante los meses estrictos de aislamiento social, a causa de la pandemia de Covid-19, el transporte público operó con los niveles más bajos de su historia. Tuvo lógica: con las actividades paralizadas y solo algunas autorizadas, el movimiento se detuvo casi por completo. Pero con la reactivación paulatina que viene ocurriendo desde hace semanas aún los volúmenes de traslado están por debajo de las cifras prepandemia por otra razón: el transporte público aún sigue reservado para los trabajadores esenciales, y todos deben viajar sentados.
Pero, ¿qué pasará en las próximas semanas cuando se habiliten las actividades pendientes y hasta cuándo seguirán las restricciones? En el Gobierno porteño están comenzando a evaluar alternativas para flexibilizar y ampliar, en forma gradual, la recepción de pasajeros. Hasta el momento todos los pasajeros deben ir sentados y, en el caso de los colectivos, ingresar por la puerta ubicada en el medio de las unidades. En los colectivos comenzará, en las próximas semanas, una prueba piloto que luego podría llegar al subte y al tren.
Según pudo saber LA NACION de fuentes de Gobierno, se autorizaría que viajen hasta 10 personas paradas en cada colectivo, sumándose a los pasajeros que lo hacen en los asientos. El chofer de las unidades tendrá que controlar la cantidad de personas que traslada en su unidad y, además, procurar que las ventanillas estén abiertas. La buena ventilación de los coches y la circulación de aire será la condición más importante para garantizar las medidas de prevención. También, claro está, que todos los pasajeros y el chofer utilicen tapabocas.
La propuesta es parte de la agenda que llevan adelante, en forma conjunta, el Gobierno porteño, a través de la Secretaría de Transporte y Obras Públicas y el Ministerio de Transporte de la Nación, con el seguimiento de las carteras de Salud. Si recibe el aval de Nación la medida podría implementarse en la próxima etapa.
"Es razonable que en el subte puedan empezar a viajar personas paradas porque cuando tengamos más actividades autorizadas, como la Justicia, tendremos un mayor flujo de pasajeros", sostienen en el Gobierno porteño. Por tal razón si la experiencia tiene buenos resultados, en los colectivos comenzará a aplicarse en la red de subtes y en los trenes del área metropolitana. A partir de hoy los profesionales fueron autorizados a trabajar todos los días, pero al no ser considerados trabajadores esenciales, no pueden utilizar el transporte.
En la primera semana de aislamiento, que comenzó el 20 de marzo, se observaron las reducciones más drásticas en el transporte. El subte registró una reducción del 99% de pasajeros respecto de lo que ocurría antes de la pandemia, con entre 6000 y 7000 usuarios por di, a cuando lo habitual es que viajen más de un millón de personas a diario. Se trató de una variación sin precedente en este medio de transporte, una baja histórica de la cual no se tiene registros ni siquiera en feriados.
En esos días los trenes del AMBA también reportaron una caída similar. Entre las líneas Urquiza, Belgrano Sur y Norte, Mitre, Roca, San Martín y Sarmiento viajaron 27.200 personas cada 24 horas, una caída del 97%. Lo mismo ocurrió en los 10.000 colectivos que transportaron a 498.000 personas, una merma del 90%. Mientras que por los anillos digitales se registraba una caída del 85%, con 340.000 vehículos contra los 2.220.000 habituales.
De acuerdo a los últimos estudios, la circulación de personas se encuentra en un 50% comparado con los niveles de movimiento anteriores a marzo, a pesar de la reapertura de la ciudad. La merma, consideran en la Ciudad, tiene que ver con las limitaciones aún vigentes del ingreso desde la provincia de Buenos Aires, la actividad judicial y estatal que se encuentra reducida y que todavía el impacto de la vuelta a clases no se sintió en la calle.
Por estos días en el subte se movilizan 116.000 personas por día, lo que representa el 10% del volumen habitual que viajaba antes de la cuarentena, mientras que en los trenes se realizan 376.000 viajes, un 74% menos que antes de la pandemia, y los colectivos trasladan a 3.650.000 pasajeros, el 39% de lo habitual.
Declaración
Debido a la crisis que atraviesa parte del sector por las caídas en el transporte de personas la Unión Internacional de Transportes Públicos (UITP), la asociación global que reúne a los principales operadores en todo el mundo, emitió un documento con el fin de demostrar que el riesgo de contraer Covid-19 en trenes, subtes o colectivos es muy bajo. "A pesar de la falta de pruebas científicas, algunos gobiernos han hecho un llamamiento para que los ciudadanos eviten utilizar el transporte público y viajen en coche, en bicicleta o se desplacen andando, lo que ha repercutido en el comportamiento de los usuarios y en la percepción pública de sentirse en situación de riesgo en espacios públicos, incluido el transporte público", dice el texto, publicado en octubre.
"Actualmente, existen pruebas suficientes para demostrar que, cuando se aplican las medidas recomendadas por las autoridades sanitarias, el riesgo de contraer Covid-19 en el transporte público es muy bajo. Si bien reconocemos que el riesgo cero no existe, el transporte público sigue siendo una de las formas más seguras de moverse y mantener la actividad en las ciudades. Con las medidas adecuadas, el transporte público es seguro frente a la Covid", sostiene la UITP.