Ciudad vacía
Ausencia de automóviles, colectivos, motos y peatones dibujaron ese escenario atípico en la Capital, pero recurrente en cada jornada inaugural del año: ayer, el murmullo de algunos pocos transeúntes podía advertirse en la calle, a unos cuantos metros de distancia. Así fue el primer día de 2013 en la ciudad, literalmente vacía. Al éxodo poblacional que hubo para las fiestas de fin de año, se sumó ayer el cierre total de los comercios, supermercados, restaurantes, cadenas de comidas y hasta los maxiquioscos que siempre permanecen abiertos. Así, desde la mañana y hasta la noche, Buenos Aires se rotuló como una "ciudad fantasmal".
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