Ciudad: El plan para que el 80% de los vecinos separe sus residuos para 2023
El gobierno porteño planea ubicar contenedores verdes a menos de 150 metros de cada hogar y capacitar a encargados y administradores de edificios
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Casi el 80% de la basura que los porteños generan en sus hogares es potencialmente reciclable. Pero menos de la mitad de ellos afirma separar sus residuos en casa, según datos del Gobierno de la Ciudad. Desde allí creen que, inclusive, son menos si se observa la cantidad de reciclables que se recuperan por día. El objetivo del plan BA Recicla, anunciado este lunes de manera virtual, es lograr que para 2023 que ocho de cada 10 porteños lo hagan.
Para ello se colocarán contenedores verdes o campanas a menos de 150 metros de cada hogar y se capacitará a encargados de edificios y administradores, entre otras iniciativas. Ellos son parte fundamental del sistema de reciclaje: se estima que los macrogeneradores (entre los que el gobierno porteño incluye a los edificios con encargado, los grandes comercios y las grandes instituciones) configuran el 10% de la ciudad, pero podrían generar la mitad de todos sus residuos reciclables. Son 40 mil frentes que podrían producir 1001 potenciales toneladas.
Los pequeños generadores -vecinos de casas bajas, edificios sin encargado, comercios de cercanía y pequeñas instituciones- configuran el 90% de la ciudad y podrían estar generando un volumen similar: otras 1038 toneladas por día que sean generadas entre 278.000 frentes.
Uno de los principales objetivos del programa BA Recicla es que se duplique la cantidad de material que hoy se dispone para su tratamiento en los Centros Verdes de la Ciudad, los 16 sitios en los que se procesan los plásticos, papel, cartón, metal y vidrio que separan los vecinos.
“Todavía se siguen enterrando en rellenos sanitarios un montón de recursos”, se lamentó en la conferencia de prensa Clara Muzzio, ministra de Espacio Público e Higiene Urbana. Según precisó, hoy por hoy la Ciudad está recuperando solo el 18% de los residuos. Es una cifra algo mayor que el promedio Latinoamericano (12.8%) pero que se aleja mucho de lo que están haciendo otras ciudades como Barcelona, donde se recupera el 42.3%. Muzzio refiere a que se precisa una transformación cultural para que todos los actores del sistema se comprometan a separar residuos.
Desde el gobierno porteño admiten que muchos ciudadanos están confundidos con qué se debe hacer con los reciclables. Según sus cifras, el 41% de los que no reciclan dice que le falta el tiempo o “el hábito”. Otro 34% sostiene que no puede hacerlo por no tener un contenedor cerca o por falta de tacho en su casa (13%), dos realidades que estiman poder cambiar en el corto plazo. Un 12% directamente siente que no vale la pena.
En febrero de 2021 se comenzó con un plan de “concientización en comunas”: a través de una red de voluntarios se realizan visitas puerta a puerta a lo largo de los barrios de la Ciudad para informar acerca del plan de reciclado.
En el esquema de manejo de residuos reciclables que propone la ciudad, los macrogeneradores deben coordinar con las cooperativas de recuperadores urbanos, unas 12 que emplean a más de 6000 mil trabajadores. El Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana está optimizando el trabajo de los recuperadores, una relación que aseguran se formalizó con los años y logró que Buenos Aires sea una de las pocas ciudades del mundo que tiene una gestión social de los residuos secos. Hoy por hoy se están mejorando las rutas de recolección y fortaleciendo las relaciones entre recuperadores y generadores de residuos.
Los pequeños generadores pueden recurrir a las habituales campanas verdes -hoy 4075 contenedores- o a los Puntos Verdes ubicados en plazas y parques de la Ciudad. Allí se reciben residuos reciclables habituales, de aparatos electrónicos, pilas, cartuchos de tinta y tóner y hasta aceite vegetal usado. Respecto de las campanas verdes, el 22% de los vecinos considera que estas deberían aumentar para que sea más fácil separar. La Ciudad también cuenta con tres centros de compostaje en los que se reciben los residuos que provienen del mantenimiento de espacios verdes y parques. Allí, las hojas, el pasto y las ramas se convierten en compost que vuelve a los lugares de origen. Están ubicados en el Velódromo de Palermo, en el Cementerio de la Chacarita y en el Parque Indoamericano de Lugano.
Según las cifras oficiales, 1,4 millones de porteños viven en edificios con encargado. El 46% de ellos dice no contar con tachos verdes y negros en pasillos o espacios comunes. Para mejorar esta situación se están dictando cursos de separación y gestión de residuos para administradores de consorcios, que deben realizarlos de forma obligatoria para renovar la matrícula. También se desarrollan acciones de capacitación específicas para los encargados de edificios. En esta línea, se podrán realizar denuncias por incorrecta separación en el 147. Los vecinos podrán hacer reclamos por ausencia de tachos diferenciados en su edifico así como por situaciones de incorrecta separación en la vía pública.
Desde el gobierno porteño reconocen que, si bien están contempladas las penalizaciones por no respetar la separación de residuos, estas aplicarían más para grandes generadores, ya que es difícil fiscalizar de forma precisa en tantos miles de puntos de generación de residuos. “Estamos apostando a una construcción cultural y empezamos por trabajar con los corazones de los ciudadanos”, responden ante la consulta de sanciones.