Buenos Aires, un gran set de filmación
El año pasado, la ciudad llegó al récord de 600 producciones de cine, TV y publicidad; el centro, Retiro y San Telmo, los lugares más atractivos
Santiago Comesaña vive en el pasaje Tres Sargentos al 400 desde hace casi una década. Hace dos se topó bajo la puerta con una oportunidad inesperada: una productora alemana le proponía alquilarle su departamento para usarlo como locación para una publicidad. Esa vez, el negocio no se concretó, pero hubo otras chances. Como cuando otra productora le alquiló el balcón "para tirar papelitos".
El pasaje Tres Sargentos, en Retiro, es uno de los rincones porteños más usados como locaciones para producciones cinematográficas, televisivas y publicitarias, una actividad que sigue creciendo en la ciudad. Pero no es la única. Desde la devaluación de 2002, que volvió imbatibles los precios en dólares, Buenos Aires es un set de filmación a cielo abierto. Pero lejos de estabilizarse, esa tendencia se afianza y sigue profundizándose.
Según Baset, el Sistema de Gestión de Permisos del gobierno porteño, en 2011 se batió el récord de 600 rodajes asistidos en la ciudad. Según la revista hollywoodense Variety , Buenos Aires es la cuarta ciudad de destino de filmaciones, detrás de Praga, París y Nueva York.
El año pasado, se filmaron en suelo porteño 38 largometrajes, 58 programas de TV y 376 avisos publicitarios, entre otras producciones. El gobierno porteño ofrece un catálogo de locaciones públicas y el precio del "alquiler" depende del tipo de espacio (plaza, calle, avenida, edificios, etcétera) y la intervención de funcionarios (cortes de calles, seguridad, etcétera). El año pasado, el Baset recaudó por estos conceptos 1,2 millones de pesos. Con estos números, la Capital confirma su lugar en el club privilegiado de las ciudades-set: sólo en cine y TV, mientras en Buenos Aires se asistieron en 2011 un centenar de filmaciones, ese número en Nueva York bordea los 300 proyectos.
"En general, están los domingos por la mañana. Hay temporadas en las que están casi todos los fines de semana. Son filmaciones raras, no son para acá. Aunque una vez escuché gente que gritaba y salí a mirar. Recién me di cuenta de qué se trataba cuando empezó a emitirse la publicidad de Riquelme en la tele", contó Comesaña, relacionista público de 35 años.
Los días de semana, hay producciones en exteriores en un promedio de 15 calles, esquinas o rincones porteños; ese número se duplica o triplica los sábados y domingos. Dicen que, para el ojo de la cámara, Buenos Aires puede transformarse en Nueva York, Madrid o París si se piensa en el microcentro, la Avenida de Mayo o la Recoleta, por ejemplo. Los rincones más requeridos tienen aires cosmopolitas: el microcentro, la plaza San Martín, los pasajes Tres Sargentos (Retiro), 5 de Julio (Montserrat), San Lorenzo y Giuffra (San Telmo).
Gonzalo Speranza estudió cine en los 90, pero con 23 años tuvo que dedicarse a otra cosa. No había plata para filmar. Casi nadie filmaba en esos tiempos. Hace tres años, redescubrió aquella vocación, se asoció con dos amigos y fundó Nuts Studios, una productora pyme dedicada a la animación que en un mes estrenará su primera película 3D: La máquina que hace estrellas . "Hacer cine en Buenos Aires es una locura linda", dice entusiasmado, con 43 años.
Aquella locura se refleja en la cantidad de películas, programas de TV y avisos publicitarios que se filman en la ciudad, que no para de crecer, y en cierta efervescencia que empieza a verse en el flamante Distrito Audiovisual, donde ya están instaladas 80 de las 400 empresas de contenidos y servicios que hay en la ciudad.
En conjunto, el sector audiovisual porteño movió 4000 millones de pesos en 2011. En esta industria trabajan en forma directa 29.000 personas y otras 20.000 lo hacen de manera indirecta. Sin embargo, el número más sorprendente es otro: más de 6000 jóvenes estudian carreras vinculadas al mundo audiovisual en la ciudad.
Natacha Bercoff vive en Núñez. En 2002, en plena crisis, alquiló por primera vez su antigua casa de Villa del Parque para un programa de TV de la productora Pol-Ka. Pocos meses después, tenía una empresa especializada en ese rubro: Locas Locaciones. Hoy tiene una base de datos de alrededor de 3000 locaciones privadas, de gente que ofrece su casa o departamento para estas producciones. Por día, una productora puede pagar hasta 7000 pesos por el alquiler de una locación. "Antes teníamos que explicar cómo funcionaba esto. Ahora hay muchísima gente que conoce cómo es el sistema y ya ni nos preguntan", contó Bercoff.
El distrito audiovisual abarca unas 550 manzanas de Chacarita, Villa Ortúzar, Paternal y parte de Palermo y Colegiales. Nuts Studios, que emplea a entre 30 y 60 personas según el proyecto en el que se encuentre trabajando, todavía no está en el distrito, pero prevé mudarse allí. Las productoras audiovisuales pymes, declaradas oficialmente como industria por la Legislatura porteña, ya no pagan ingresos brutos. Y si se mudan al distrito, tienen por 15 años otras desgravaciones (ABL y sellos) y la promesa de créditos blandos del Banco Ciudad, que se sumarán a los fondos que ya aporta el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa). A Speranza y sus socios no les vendrían mal esos recursos. Sobre todo, después de la producción de La máquina que hace estrellas , que demandó un presupuesto de 5 millones de pesos.