Buenos Aires se tiñó de verde en el festejo de San Patricio, el patrono de Irlanda
Miles de personas disfrutaron del desfile y de shows en la plaza San Martín
Ayer, parte de la calle Reconquista y la plaza San Martín se veían más verdes. Ya es una tradición el festejo de San Patricio, el patrono de Irlanda, en esa zona de Retiro.
Un rato antes de las cinco de la tarde, y durante media hora, al pie del monumento a San Martín, Greenfolk, una banda de música irlandesa, precalentó el ambiente y con reels, slides y polkas convenció a decenas de espectadores a animarse al baile.
Pasadas las 17.30, por el sendero que divide la plaza anexa a la San Martín llegaban con sus kilts (faldas) verdes, gaitas y tambores una docena de músicos de la Guardia Escocesa de Buenos Aires y del Buenos Aires Tartan Army, entre otros, y el grupo de baile Celtic Argentina, protagonistas del desfile que desde hace cinco años organiza para esta fecha la Asociación Argentino Irlandesa Guillermo Almirante Brown.
Después de las palabras de Claudio Avruj, subsecretario de Derechos Humanos de la ciudad de Buenos Aires, que señaló que el festejo de San Patricio traía la tradición, la cultura y la alegría de Irlanda, fue el turno del cónsul de Irlanda, Jerry O’Donovan, que destacó la cantidad de descendientes de irlandeses en el país y despertó el primer gran aplauso del millar de personas que acercaron hasta el centro porteño cuando anunció: "Felicito al pueblo argentino por la elección del papa Francis [sic]".
El anexo de la plaza San Martín y en la plaza misma, alrededor del monumento al Libertador, comenzaron a llenarse de "locales" y de muchos extranjeros que aprovecharon para husmear en carpas que ofrecían productos típicos: desde café irlandés y pan de banana, vasos y chops de cerámica y remeras con inscripciones alusivas a Irlanda o San Patricio.
Mientras, en el escenario montado de espaldas a Maipú y Arenales, los gaiteros interpretaron canciones irlandesas, el grupo Celtic Argentina mostró su destreza con danzas típicas y luego hubo un show de música, donde no podía faltar Molly Malone –a esta altura, un himno de la Isla Esmeralda tanto para irlandeses como para locales devenidos hace años en "celtas"– y el cierre con una banda que hizo covers de U2.
Pero la fiesta se veía en muchos rincones con un desfile de personajes: desde un San Patricio con careta, sotana verde y un cetro de plástico dorado, un hombre con capa verde que tocaba el arpa, instrumento representativo del país, muchos sombreros verdes y kilts por aquí y por allá.
En uno de esos rincones festivos, el clan McCormick, llegado desde Monte Grande y Luis Guillón, celebraba al ritmo de gaitas y tambores. Sobre la plaza, frente al Palacio San Martín, unos 20 jóvenes –hermanos, primos, cuñados, novias, novios vestidos con kilts verdes– celebraban a su santo bailando música escocesa.
Más allá, en Reconquista y Marcelo T. de Alvear, anoche se congregaban unas 300 personas que aguantaban el frío y todavía no se decidían a cuál de los barres entrar para seguir la fiesta, la ya clásica celebración del día del patrono de Irlanda.
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