Buenos Aires. Ocultan esculturas para evitar que las roben
Debido a la ola de robos de piezas de bronce que sufre la ciudad de Buenos Aires, ocultaron una de las esculturas más importantes del país,Heracles arquero, obra cumbre del francés Antoine Bourdelle. Si bien al héroe griego ya le habían sustraído parte de su arco, de permanecer en Plaza Dante corría peligro de volver a ser mutilado.
Bourdelle es un escultor nacido a fines del siglo XIX, discípulo de Auguste Rodin y maestro de Alberto Giacometti, un icono de la Belle Epoque que es un privilegio para Buenos Aires. Heracles arquero es su obra más famosa y fue declarada Monumento Histórico Nacional. A causa de su alto valor patrimonial fuentes del Ministerio de Ambiente y Espacio Público porteño confirmaron que la figura mitológica deberá pasar a formar parte de una lista de más de diez obras removidas de plazas y parques para ser escondidas dentro del predio de Monumentos y Obras de Arte, MOA, cercado y de difícil acceso, a metros del Jardín Japonés.
A ese lugar fueron llevados en junio pasado El Sembrador, del escultor belga Constantine-Émile Meunier, y L'homme parlant, del francés Léon-Ernest Drivier. "Todas ellas están en situación de vulnerabilidad por no ser de gran tamaño y estar al alcance del público", dijeron desde el ministerio.
Traslado consensuado
El traslado del arquero fue una medida consensuada con la Comisión Nacional de Monumentos, Lugares y Bienes históricos ante la seguidilla de robos de bronces en Retiro, desde las placas del Monumentos a San Martín hasta antiguas farolas. "En noviembre pasado la Comisión declaró 124 esculturas de todo el país como Monumento Histórico Nacional, entre ellas Heracles arquero, obra de alto valor patrimonial que debe ser preservada frente al vandalismo", dijo Teresa de Anchorena, titular del organismo.
Se realizaron diez copias del original para distintos museos del mundo: en París, en el jardín del Musée de Egreville y en el Musée d’Orsay, en el Metropolitan Museum de Nueva York, y en el Crow Center de Dallas. El yeso original está en el Musée Bourdelle de París. La copia de Buenos Aires llegó en 1938 y fue primero emplazada en la Plaza Lavalle y luego en 1944 en Recoleta, a metros del Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA) en la intersección de la Avenida Figueroa Alcorta y Pueyrredón.
No tiene un tamaño monumental y es una figura de bronce hueco hecha a la cera perdida. Posee una altura de apenas 2,40 metros, una longitud de 2,30 metros y una profundidad de 1,32 metros. Pesa 500 kilos. Bourdelle se basó en un modelo vivo para estudiar la anatomía humana, sus posiciones y actitudes. En la obra denotan la fuerza que es capaz de alcanzar el héroe desnudo.
Cartas de lectores
La obra pasó por una serie de vicisitudes en Buenos Aires. Germán Carvajal, ex vicepresidente de la ONG Basta de Demoler, recordó enviar cinco cartas a los lectores de este diario, alertando sobre la desaparición de la pieza. "El pedestal del Herakles se yergue baldío desde hace más de tres años. La depredación del acervo escultórico y cultural de la ciudad parece no sobresaltar a ningún funcionario, pero este saqueo desaprensivo de la memoria colectiva gravitará sin duda sobre nuestro futuro", adelantó el arquitecto en marzo del 2005.
Al poco tiempo y sin explicación oficial alguna, la escultura reapareció en Plaza Dante. Estaba restaurada y lucía un nuevo anclaje de seguridad. De poco sirvió. En el 2015 Carvajal efectuó otra denuncia: "acongoja constatar que el Herakles ha sido mutilado y despojado de la parte superior de su arco, que completaba su elegante diseño proyectándolo en altura". Años más tarde, y después de una gestión de Teresa de Anchorena, expertos del Museo Bourdelle de París se comprometieron a colaborar con sus pares argentinos en la restauración de la pieza robada.
No solo las obras antiguas son víctimas del maltrato; en octubre del 2019 despareció una madrugada de Plaza Holanda la escultura la Niña Feliz, lo cual consternó al gobierno de ese país que había donado la pieza, que aún continúa sin aparecer.
Varias obras
Argentina posee varias obras de Bourdelle, tanto en museos como en el espacio público. Fueron declaradas Monumento Histórico Nacional: Carlos María de Alvear, en la Plaza Julio de Caro, y Centauro herido y Heracles arquero, ambas en Plaza Dante. Las tres se ubican en un radio de pocos metros formando una "promenade Bourdelle", un paseo de autor a cielo abierto. Si uno se para junto a cualquiera de ellas en el punto adecuado, se puede abarcar en el campo visual a las otras dos.
El Monumento ecuestre de Alvear también sufrió una serie de problemas. Además de la desaparición de varias placas conmemorativas, en el 2015 fue bañado por completo con pintura negra. El año pasado le quitaron la pátina oscura con lo cual ahora ostenta el color original y las placas robadas están siendo reemplazadas por otras de un material similar al bronce. Hasta el momento, Centauro Herido es la que tuvo mejor suerte. Al ser una figura compacta, no fue aún mutilada. Continuará en su lugar y no se prevé su traslado, dijeron fuentes del gobierno porteño.
En cuanto al futuro de Heracles, descansará en el MOA acompañado por El Sembrador, vecino suyo en Plaza Dante, y a L'homme parlant, ubicado a metros de las anteriores, en Plaza Torcuato de Alvear. El Sembrador es considerada la obra más relevante del Modernismo Europeo. La copia de Buenos Aires es en estos momentos es restaurada.
¿Pero cúal será el destino de estas piezas una vez puestas en valor? Mientras que para el gobierno de la Ciudad deberán retornar al espacio público debido a que son patrimonio de todos los argentinos, para la mayor parte de los expertos no están dadas las aún las condiciones para eso. "Un buen lugar sería el Rosedal de Palermo, un especio que se cierra durante la noche. O sino también el MNBA, ideal para que fuera exhibido el Heracles, a metros de donde estaba antes", dijo Carvajal. Ese museo cuenta con 15 obras de Bourdelle, entre ellas otra copia del arquero, pero de mucho menor tamaño.
Hugo Pontoriero, curador del Museo de Arte Decorativo, coincidió: "debería exhibirse en el MNBA. Heracles es una escultura fundida en bronce bajo la supervisión del propio Bourdelle. Es un pieza muy valiosa e irreemplazable que debe exhibirse en un contexto curatorial acorde, es decir no en el MOA". Por su parte, Teresa de Anchorena sugirió trasladarla al Jardín Botánico, un sitio donde la gente puede disfrutar de la naturaleza mientras camina rodeado de obras de arte.
Fuentes del gobierno porteño adelantaron que si bien no hay una definición sobre el destino de la obra, "buscaremos un lugar cercano al cual se emplazaba pero más protegido". El objetivo es que no deje de formar parte del paseo Bourdelle, un espacio en el cual se entremezclan esculturas del francés con otras de diferentes épocas y estilos.