Bruera no se cree responsable de la tragedia en La Plata
Dice que no hubo una alerta de la tormenta; apunta al gobierno nacional y al provincial
De no mediar un golpe de timón o una súbita inspiración de sentido común, el intendente de La Plata, Pablo Bruera, parece encaminado a buscar en los gobiernos nacional y provincial, e incluso en el Servicio Meteorológico Nacional, a los responsables de la tragedia que hace una semana les costó la vida a, por lo menos, 53 personas.
Aunque el tembladeral político que se cierne sobre su gestión es severo, Bruera no piensa en renunciar. "Renunciar es de cobardes", cuentan que repite ante sus más inmediatos colaboradores. "Tal vez intenten destituirme, ya veremos lo que ocurre en el Concejo Deliberante", se lo escuchó decir. Hoy, a las 8, el intendente abrirá formalmente las sesiones ordinarias del Concejo Deliberante. Allí, según se anticipó, pedirá formalmente, que se constituya una comisión investigadora global de la inundación.
Frente a la prensa habla de la inundación como "un hecho inédito que nadie nos puede garantizar que no vuelva a pasar", y pide "empezar de cero" y "apelar a la ciencia y la técnica para que nos ayuden a saber qué va a pasar en 20 años y nos digan que lo que se haga sirva para eso".
Frente a las acusaciones de que los cambios que impulsó en el Código de Planeamiento Urbano no hicieron más que favorecer la acumulación de agua, se defiende. "Podemos debatirlo durante horas. Hay dos teorías. Yo elegí concentrar edificios en la zona céntrica,en lugar de expandir el casco urbano".
En la intimidad Bruera cree que la responsabilidad por la tragedia pasó a otras manos, una vez que se avisó de la emergencia a los gobiernos nacional y provincial. En el municio es carne la idea de que la conducción de las operaciones, entonces, ya no eran responsabilidad de la comuna.
Se llegó a explicar que su gobierno no puede ser responsable por el desborde del arroyo El Gato [famoso desde que la Presidenta lo mencionara, como el que inundó Tolosa], porque la obra hidráulica allí la tiene que hacer la provincia. Sin embargo la maquinaria municipal que debería haberlo limpiado, tal como publicó LA NACION, sigue arrumbada y a la espera de ser arreglada en el deposito de una cooperativa de trabajo, en Villa Elisa.
Bruera, que el día de la tormenta se encontraba de vacaciones en Brasil, admite haber estado al tanto de lo que ocurría vía telefónica, pero, según contó ante por lo menos tres testigos, los primeros llamados los recibió de parte de su hermano Gabriel, que no es funcionario municipal. "Esto es un terremoto, Pablo", le dijo en uno de ellos, según sostuvo un hombre de extrema confianza del intendente a LA NACION. No se ha presentado hasta el momento documentación que avale a qué hora fue puesto al tanto de la gravedad de la situación por el responsable operativo del comité de crisis municipal.
Ayer, sobre el escritorio del jefe comunal había una carpeta con los partes meteorológicos de casi todo el país desde el 30 de marzo hasta el 3 de abril. "No hubo alerta temprana de la tempestad que se abatió sobre La Plata. El Servicio Meteorológico Nacional emitió una alerta que cesó a las 9 de la mañana del 2 de abril. Durante el resto del día pronosticaron tormentas aisladas para La Plata", repite ante sus más inmediatos colaboradores. Bruera está dispuesto a sostener que gran parte de la responsabilidad por las 53 muertes es del Servicio Meteorológico Nacional por no haber alertado sobre la lluvia inminente.
Los vecinos de La Plata cuentan que a la hora de la inundación no recibieron ayuda de ningún organismo del Estado. La reiteración de historias protagonizadas por gente común así parece demostrarlo. No se conoció, hasta el momento, ningún policía, bombero, personal de Defensa Civil o del municipio en esa situación. "Los tenemos, claro que hay gente nuestra que tuvo actos heroicos", aseguró una alta fuente del gobierno platense. Cuando se le requirieron nombres y apellidos de esos héroes, prefirió aclarar que mucho personal no pudo llegar a su destino por haber quedado atrapado por el agua.
Según las fuentes consultadas, el municipio puede demostrar con documentación a qué hora se produjo la primera reunión del comité de crisis y que órdenes dio. No se sabe, sin embargo, si esas órdenes fueron cumplidas. Hasta ayer no estaban en condiciones de informar cuántos camiones estaban en la calle y cuántos operarios estaban trabajando para salvar gente. Sin embargo, la comuna reconoció oficialmente que la lancha que habían comprado para los bomberos de Villa Elvira -una de las zonas más castigadas por la inundación- al momento de la tragedia había sido derivada al partido de La Matanza, para ayudar a los inundados de ese distrito.
Hasta el momento, la única renuncia que pidió Bruera es la de la persona que publicó el polémico tuit que lo mostraba, falsamente, repartiendo botellas de agua mineral en un centro de refugiados, cuando en realidad estaba de vacaciones en Río de Janeiro. La responsable del fallido resultó ser Inés Busquets, esposa de Gabriel Bruera, hermano del intendente.
¿Cree sinceramente que él no es responsable de lo que pasó?, le preguntó tres veces LA NACION a un hombre de su íntima confianza. Las tres veces la respuesta fue la misma: "Tiene la responsabilidad del intendente. Le duelen los 53 muertos, pero sabe que la responsabilidad, a la hora de la tragedia, estaba muy por encima de la del municipio".